Documentándome sobre el evento astronómico que se producirá el dia 21 de Diciembre, he hallado una frase que me ha parecido adecuada y romántica. El artículo en una conocidísima revista , muy acertada en ciencia, y nada en historia, comienza de este modo:

«Jupiter y Saturno comienzan una danza celestial que los colocará a poca distancia uno del otro». Si, el día 21 , Solsticio de invierno, se producirá una gran conjunción planetaria que será vista el primer día desde cualquier punto de la tierra a ojo desnudo, permaneciendo aproximadamente una semana en el firmamento. Una gran conjunción cuyo efecto luminario se asemeja a la Estrella de Belén.

Como decía al principio que bonita descripción de lo que sucederá mañana y que llevo esperando desde que supe de éste fenomeno.

Una danza celestial cuyo movimiento iluminara la tierra como iluminó a los tres sabios, quienes en su afán por la hallar la verdad, emprendieron camino guiados por esa  misma luz.

Los tres Reyes Magos no dudaron en abandonar sus hogares y obligaciones partiendo hacia un rumbo desconocido, ellos sabían que allá donde les llevase la luz darían sentido a su búsqueda. Peregrinando esperanzados y a pesar de largas jornadas plagadas de incertidumbre, no se dieron por vencidos y  por su constancia obtuvieron la  mejor de las recompensas. Fueron testigos del Amor de Dios por la humanidad, tuvieron el gran privilegio de postrarse ante Dios hecho niño, regresando a sus lugares de origen sabiéndose escogidos por Él para ser testimonio  vivo del cambio que produciría en la humanidad, el nacimiento de Cristo.

A pocos de días de Navidad en un año tan difícil y desesperanzador, Dios nos manda otra señal, nunca creí en la casualidad, creo en la Providencia y estoy plenamente convencida de que no es casual que al final de un año en el que una pandemia mundial ha postrado al hombre de rodillas ante ineptos y aprovechados, desde el cielo nos envíen LUZ.

El dia 21 de Diciembre el Creador nos marcará el camino hacia Belén para que volvamos a encontrar el único sentido de nuestra existencia.

Me habría encantado poder expresar mejor y más poeticamente la ilusión que me embarga por ver la misma luz que vieron los Reyes Magos, mas espero al menos haber despertado la curiosidad del lector.

Mirad al cielo, observad con la mirada del que busca, mirad al cielo y hallareis respuestas, mirad al cielo como miraban los pastores de Belén, mirad al cielo y disfrutad al menos de la belleza de la Creación.

Macarena Assiego

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