El pasado 21 de diciembre se cumplieron 106 años del nacimiento de José Miguel Guitarte Irigaray, que nació tal día en 1914. Su biografía es apasionante, pese a su corta vida, pero lamentablemente poco conocida, por lo que bien merece recordarla.
Es el suyo el caso de tantos jóvenes que en España, como en otros países de Europa en aquellos turbulentos años 30 del pasado siglo, pasaron de militar en el comunismo a hacerlo en el fascismo, y no por oportunismo sino muy al contrario, por idealismo.
En su etapa de estudiante de Medicina, José Miguel Guitarte en un primer momento fue comunista, pues militó en las Juventudes Comunistas, donde conoció a Manuel Tagüeña, que años después, en la guerra civil llegaría a mandar un Cuerpo del Ejército Republicano con más de 70.000 hombres. No solo eso sino que Guitarte llegó a ser un alto dirigente comunista estudiantil, por lo cual asistió a la reunión internacional de la «Liga contra el Fascismo y la guerra». Pero siendo estudiante en la Facultad de Medicina de la Universidad de Madrid conoció a otro estudiante, Agustín Aznar, y con él, a la Falange de José Antonio, y así se afilió a Falange con 18 años. Como estudiante falangista se unió al SEU. Pero antes de que se fundara el SEU el 21 de noviembre de 1933, que era el sindicato de estudiantes falangistas, Guitarte, al igual que otros estudiantes falangistas militó en el sindicato estudiantil FUE, que estaba dominado por estudiantes de izquierdas. Cuando los estudiantes comunistas y socialistas pidieron expulsar a los estudiantes falangistas de la FUE, lo que ésta aprobó, se produjo un gran enfrentamiento en el cual, Guitarte y su antiguo amigo y compañero Manuel Tagüeña llegaron a las manos y se liaron a puñetazos. En palabras de Manuel Tagüeña, «…Uno de los más destacados falangistas de la Facultad de Medicina era José Miguel Guitarte, antiguo amigo y camarada mío de las Juventudes Comunistas, con el que solo unas semanas antes había ido a tirar piedras a la embajada alemana…» … «Cuando los falangistas de Medicina abandonaron la reunión, derrotados y expulsados, Guitarte hizo el saludo fascista y yo furioso me lié a golpes con él, liquidando en un momento nuestra amistad y camaradería». (Manuel Tagüeña, “Testimonio de dos guerras”).
Más adelante, la Segunda Guerra Mundial encontraría a uno vistiendo el uniforme de la Wehrmacht y al otro el del Ejército Rojo.
Guitarte participó también en el asalto del SEU a los locales de la FUE de Medicina de la Universidad de Madrid, el 25 de enero de 1934 en el que hubo varios heridos.
Falange crecía especialmente entonces en el mundo estudiantil, y Guitarte se convirtió en un pilar fundamental del SEU, del cual llegó a ser triunviro y Consejero Nacional. Perteneció y asistió a los dos Consejos Nacionales del SEU antes de la guerra. Durante los años 1934 y 1935 fue Secretario Nacional del SEU. También fue designado por el propio José Antonio, como Consejero Nacional de la Falange. Pero Guitarte era un hombre de acción, por lo que se convirtió en uno de los principales bastiones de la milicia falangista. Por ello fue detenido e ingresó en la cárcel por primera vez con motivo de la destacada actuación falangista en la Facultad de Medicina antes citada cuando junto con Agustín Aznar y unas escuadras de la milicia falangista, asaltó el local de la FUE de su Facultad de Medicina, con varios heridos de bala, y fue detenido junto con otros camaradas de Falange. Se celebró un juicio y fue absuelto por falta de pruebas. Nuevamente fue detenido después en la gran redada policial de la sede de Falange, entonces en el palacete de la calle Marqués de Riscal de Madrid.
En aquellos años, los socialistas, trataron de impedir el avance de los falangistas, tanto en la universidad como en las calles, y los atentados personales eran cotidianos, y así habían caído asesinados varios falangistas sin que la Falange respondiera con represalias, por orden expresa de José Antonio, hasta que asesinaron al falangista Juan Cuéllar en la Casa de Campo en 1934, con la profanación de su cadáver por una socialista llamada Juanita Rico, que se orinó sobre el cadáver del falangista recién asesinado. Ante eso, José Antonio no tuvo más remedio que ordenar la represalia de aquel crimen. Luis Aguilar, jefe de la milicia falangista, acompañado por Agustín Aznar, José Miguel Guitarte y Javier García Noblejas, esperaron la vuelta de los socialistas al centro de Madrid, y allí ejecutaron la represalia, cayendo muerta Juanita Rico y herido de bala un hermano suyo. A partir de ese momento Falange respondió sangre por sangre.
Guitarte siguió combatiendo en la Primera Línea de la Falange madrileña, y por eso José Antonio le concedió la más alta recompensa falangista, la «palma de plata»,junto a Agustín Aznar, Luis Aguilar, Gerardo González Sampedro, Javier García Noblejas y José María Alós. Por tanto, José Miguel Guitarte estaba en posesión de la palma de plata de la Falange, condecoración falangista concedida por José Antonio, por su valor, y que llevó siempre en la manga izquierda de su uniforme.
Más adelante, Guitarte volvió a ser detenido e ingresar en prisión el 14 de marzo de 1936, junto a José Antonio y la mayoría de los dirigentes falangistas, en la cárcel Modelo de Madrid, después de que el Frente Popular ganará las elecciones en febrero de 1936, permaneciendo encarcelado hasta el mes de mayo, en que fue puesto en libertad.
El Alzamiento del 18 de julio le sorprendió en Madrid, y ante el fracaso del levantamiento militar en Madrid, Guitarte logró salvar la vida escondiéndose en varios domicilios, hasta que fue localizado y detenido por los milicianos siendo de nuevo encarcelado el 28 de enero de 1938 en la cárcel de Porlier, de donde fue liberado al final de la guerra.
Finalizada la guerra, se nombró a Guitarte Inspector nacional de la Organización Juvenil y después Jefe Nacional del SEU en 1939, siendo así el IV Jefe Nacional del SEU, además de Consejero Nacional de FET. En 1940 se celebró el IV Consejo Nacional del SEU, ya presidido por su nuevo Jefe Nacional, José Miguel Guitarte, el cual, junto a su mano derecha en el sindicato, el secretario general Enrique Sotomayor, intentaron iniciar la vía revolucionaria a la consecución de un verdadero Estado falangista, ante la estupefacción y la negativa del régimen de Franco. Enrique Sotomayor morirá más adelante combatiendo como divisionario en el frente ruso.
Vuelven a sonar clarines de guerra en Europa, y prácticamente, la mayoría de los estudiantes falangistas del SEU, con Guitarte a la cabeza, se alistaron voluntarios a la División Azul en julio de 1941, cuando marchó voluntario al frente de Rusia, donde combatió como simple soldado en la Plana Mayor de un regimiento, concretamente en su Sección de Asalto, permaneciendo en el frente ruso durante un año.
El 23 de diciembre de 1941 fue condecorado, en el puesto de mando de Pimentel, con la medalla militar alemana por su actuación en una sección de asalto organizada por la Plana Mayor de la Agrupación del Coronel Esparza, y empleada en momentos difíciles y duros, distinguiéndose también por su exactitud, su espíritu, y su conducta ejemplar en todos los actos del servicio.
Por su valor y heroico comportamiento en Rusia fue condecorado el 27 de abril de 1942 con la «Gran Cruz del Águila Alemana” y la «Cruz de Hierro de segunda clase».
En abril de 1942 lideró la comitiva española en representación de la juventud falangista, asistiendo al Congreso de Estudiantes y Combatientes Europeos, que se celebró en la ciudad alemana de Dresde, presidiendo la delegación universitaria española que se desplazó hasta allí. Con motivo de dicho Congreso se entrevistó allí con el Ministro de Propaganda alemán Josef Goebbels, y con el Ministro de Educación alemán Bernhard Rust.
Se repatrió a España en julio de 1942. El 9 de julio de 1942, tras su regreso del frente, se hizo nuevamente cargo de la Jefatura Nacional del SEU.
De vuelta a España, y aquejado de una grave enfermedad que sufría desde hacía tiempo y que se agravó en el frente ruso, falleció a los 28 años de edad el 21 de noviembre de 1943, coincidiendo con las conmemoraciones del décimo aniversario de la fundación del SEU, del que había sido su cuarto Jefe Nacional, siendo enterrado al día siguiente, con el féretro envuelto por la bandera del SEU.
Se le dio su nombre a un importante Colegio Mayor en Madrid.
José Miguel Guitarte fue, sin lugar a dudas, uno de los héroes de la milicia falangista y de su sindicato de estudiantes, que, como otros muchos, cambió su militancia comunista por la revolución nacional, en España y en Europa.
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