Como todos los años, desde que tengo uso de razón y aprendí a escribir, he mantenido en estas fechas una correspondencia permanente y cordial, como el resto de los niños que creen en vosotros. A pesar de haber pasado un tiempo considerable en que mi niñez acabo como periodo de transito, y con el perdí la inocencia, que no ilusión, he de comunicaros que he mantenido incólume mi fidelidad hacia vosotros. Esta se ha visto incrementada ante la ofensiva pagano/cursi/consumista del “Santa” que invade Expaña tanto o mas que las tiendas de “todo a cien”; Como fiel aliado de los Reyes Magos, he propagado a todo ser vivo, en especial a los católicos de dormida coherencia, la necesidad de resistir el embate del “lobby Clauss”.

Hoy, el Feismo ha inundado la sociedad y entre otras cosas ha desterrado el buen gusto llevando al reducto de la supervivencia a los dandys y la elegancia del vestido largo en la mujer. Este se ha infiltrado en los gustos de los tiernos infantes; hoy estos juegan con la vídeo consola a repartir mamporros, cuando no tiros y conducir autos a velocidad de vértigo (otros, apuestan por juegos culturales en el que han de acertar cual es el ultimo ligue de tal famoso o famosa o cual es la ultima tendencia que marca Rosalia cuyas unas bien podrían servir para arar los campos). Aquellos niños que todavía emplean como juego los medios “naturales” en el que empleas la imaginación para desarrollar el juego cuentan con figuras, eso si con 2 cabezas, con aspecto de chupa-cabras, alienígenas o héroes Marvel cuyos poderes exceden a los vaqueros, indios, y soldaditos de todas las épocas, en las que la realidad, en cuanto a anatomía se refiere, lograban recrear cualquier peli de Hollywood.

Y con los soldaditos, los coches de miniatura, las maquetas, los juegos de magia, el Cheminova cuyos experimentos solo conseguían llenar el cuarto de humo y los gritos de la madre cuando descubría una mancha o quemadura sobre el sofá; Y para que hablar del Mecano, en el que dabas rienda suelta al ingenio hasta que al acabar con el objeto a construir te dabas cuenta que te sobraban dos piezas.

A este mundo, hoy globalizado, experto en guerras y conflictos de diversa magnitud, de crisis económicas temporales en el mundo capitalista y perenne en los socialistas, se ha venido ha añadir un bicho microscópico que porta corona y que a conseguido entre otras cosas que la gente al principio de su aparición, conociera a fondo su casa y utilizara el balcón para cantar el “Resistiré”, para aplaudir durante un minuto o se aporreara en igual tiempo una cazuela o cacerola vacía, obviamente.

Este Regio bicho, que procede del país de Fu Man Chu, al que han modificado su composición para hacerlo mas contagioso y grave, en algunas circunstancias, ha logrado con la ayuda de ciertos personajillos cuya máxima virtud es poseer dinero de forma especulativa y emplear este para aumentar su riqueza y fastidiar al prójimo; Para ello cuentan en nomina a políticos, prensa, profesionales de la medicina con escasa moral pero con amplios bolsillos y muchos tontos del bote.

He de informaros que están intentando, utilizando el pánico hacia ese bichejo, que las personas acaben luciendo a perpetuidad unas mascarillas, embudos sobre sus cabezas, para acabar vistiendo unas camisas de fuerza.

Cuando vengan a repartir juguetes, se encontraran con las calles de las ciudades vacías, tristes y resbaladizas debido al uso masificado del hidrogel, la obligación de rellenar los salvoconductos para atravesar las fronteras provinciales en las que han de especificar domicilios, nombres y apellidos y teléfono de cuantos vayan a visitar; Como siempre agilizando la burocracia. Ya, en el ultimo tramo, tras cita previa, podrán adorar al Niño Dios, eso si, tras un cordón de seguridad para guardar la distancia social.

Si después de estas advertencias, SSMM deciden venir, este año en vez de traerme algunas cosillas , prefiero que se lleven muchas mas; A donde se las lleven me da igual, pero, por favor, que no vuelvan.

Os podría aconsejar algunos lugares idóneos como el desierto del Gobi, el foso de las Marianas o en la boca de algún volcán en activo. En mi carta, que ocupa el diámetro de un campo de fútbol os detallo la lista de dichos personajillos asiduos a los diferentes clubes tipo Bilderburger que pululan por este planeta.

Ah, y también, antes de que se me olvide, el Belén del Vaticano, representación de esa Iglesia que agoniza ahogada en la ambigüedad, confusión y colaboracionismo cómplice, mientras se alza esa Iglesia mártir, creyente y ejemplarizante de Oriente que toma el relevo de la otrora espiritualidad de Occidente.

Atentamente y suyo para siempre.  Sergio Dugenest.

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