Soy un santo inocente, señor Julián Quirós y creo que la ha cagado, tanto como todo el PP “monaguero”, conmigo y cuantos piensan como yo, que al menos sumamos cuatro millones de ciudadanos –de pueblo soberano, no ciudadanía exactamente- y hemos sido demasiado fieles compradores de un ABC, que al menos respetaba a los únicos defensores de España, si bien no me estaba gustando la deriva que traía. Nos ha pasado con el PP, que nos ha defraudado, y nos ha engañado descaradamente. Creo que ha metido la pata muy profundamente y se ha encenagado al no reconocer su error, a lo que he esperado 24 horas de cortesía para comprobar su “erre que erre”.

Yo me doy de baja en ABC, hoy 9 de febrero de 2021, y dejo de comprarlo en el Kiosko tras cuarenta y siete años de hacerlo cada día, como dejé de votar al PP hace ya años. Boquea ostensiblemente mientras encesta huesos de aceituna. Allá usted y su “gracia”, que le pasará factura. Por de pronto dejo de aportarles unos 700 euros anuales (que por equis es una pasta), que no creo que lo consideren una futesa. No sé aún si compraré otro papel o me pasaré ya definitivamente a los digitales, como mí hijo, y me comeré unos percebes para celebrar el éxito que van a cosechar los de Vox en Cataluña, como pasó en Andalucía.

A ver qué piensa su grupo editorial “apolítico” sobre dejar de ingresar 58 euros mensuales a causa de sus complejos y fijaciones. No creo que le aplauda. No está el ambiente en España para esos complejos, ni el horno para bollitos provincianos y menos aún para comparar a un magnífico portavoz en el congreso socialcomunista con un bolivariano de poca monta y enemigo de mi patria.

Le veo muy liberado, señor Quirós Monago, demasiado suelto, pero ha errado profundamente y espero que le cueste el cargo cuando menos. Ahí se queda con esa frivolidad cuando callan muertamente ante la violencia desatada en Cataluña contra los únicos que dan la cara, o la modulan para aprovechar y escupir a alguien que la sufre y que le dobla o triplica en preparación y capacidad en todos los frentes, además de en valor. ¿Le tenía ganas? ¿Le suscitaba pelusa? ¿Nos cree tontos?

Lamentable, amigo.

Como decía el gran Cela: “Usted verá”

Pelayo del Riego Artigas

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