La editorial Letras Inquietas ha tenido el acierto de editar el libro de nuestro colaborador Carlos Javier Blanco, Ensayos Antimaterialistas. Se trata de una colección de ensayos publicados a lo largo de los años, textos unidos por un hilo de oro: la crítica y la superación del llamado “materialismo filosófico”. Carlos Blanco (Gijón, 1966) es doctor en Filosofía por la Universidad de Oviedo y un buen conocedor de la obra de Gustavo Bueno, en cuya “Escuela” se formó.

En los años 80 y principios de los 90, Gustavo Bueno había desarrollado de manera muy extensa su “Teoría del Cierre Categorial”, todo un aparato para el análisis de las ciencias. Las contribuciones de Carlos Blanco en el campo de las ciencias sociales y de la conducta mostraban, por razón del propio objeto mismo de sus análisis, que dicha teoría buenista debía sufrir importantes rectificaciones o ajustes, y que las correspondencias entre esta teoría gnoseológica y la ontología materialista no se establecían de manera satisfactoria. No obstante, como suele ocurrir en los grupos cerrados y con tendencia sectaria, estas advertencias ya señaladas por Blanco en su tesis doctoral (1993) fueron desoídas, y sus sucesivas publicaciones emanadas de su tesis sufrieron la llamada “conspiración del silencio” por parte de los discípulos de don Gustavo, ejemplos puros de psitacismo. Fue el caso que, en lo sustancial, Bueno y sus discípulos no modificaron el lado ontológico de su teoría, expresado en “Ensayos Materialistas” (Madrid, Taurus, 1972), ese flanco que, anacrónicamente, seguía siendo siervo de un materialismo que rezumaba escolástica marxista por doquier.

Las contribuciones de Carlos Blanco a principios de los 90 fueron desaprovechadas en Oviedo, a pesar de que un pequeño grupo de sus alumnos tomaron conciencia de las inconsistencias y pseudomarxismos de la “Escuela de Oviedo” gracias a sus clases y a sus artículos. Con el tiempo, Gustavo Bueno siguió aplazando la reforma de su Ontología y haciendo aportaciones de muy diversa naturaleza, por las que es más conocido hoy. Hoy en día, en lugar de ser un icono para los comunistas, Bueno es casi un santo de la devoción de los voxistas, quizá debido a sus certeros ataques a la izquierda postmoderna (precisamente anti-marxista en sus prácticas: ideología de género, homosexualismo, islamofilia, etc.) o en sus argumentos a favor de la Hispanidad. No obstante, si la derecha jacobina simpatiza con Bueno ello es precisamente por su exclusivo contacto mediático –y por ende superficial- con su obra, no por un estudio meditado de su Filosofía. Y para ser más exactos: un contacto superficial con la obra de epígonos “buenistas”.

El libro de Letras Inquietas permite una lectura “higiénica” de la obra de Bueno escrito por un estudioso que ha sabido ver los pies donde el maestro cojea: el jacobinismo centralista, el hegelianismo totalitario, los resabios sovietistas, el cientifismo… Estos talones de Aquiles y pies cojos se derivan de un eje central ya en sí dañado: el concepto marxistoide de Materia.

Una lectura imprescindible.

COMPARTE: