Los principales académicos, incluidos los de las universidades de Cambridge, Edimburgo y Manchester, han trabajado junto con investigadores de la principal institución de investigación de armas nucleares de China, la Academia China de Ingeniería Física (CAEP).
Según The Telegraph , académicos de al menos treinta y tres universidades del Reino Unido han publicado artículos junto con investigadores chinos en el CAEP. Se cree que algunos de los científicos británicos incluso aceptaron puestos en la institución china.
El CAEP y sus subordinados han sido incluidos en la lista de sanciones de Estados Unidos por su papel en el desarrollo del arsenal nuclear del régimen comunista y las tecnologías de armas avanzadas. El CAEP y sus subsidiarias también están bajo la supervisión del Consejo Militar Central de China, que está presidido por el dictador chino Xi Jinping.
El informe continuó afirmando que el contribuyente británico podría estar financiando los programas de armas de Beijing, ya que muchos de los proyectos conjuntos entre el Reino Unido y los investigadores chinos han aprovechado las subvenciones del gobierno del Reino Unido y las instalaciones financiadas por los contribuyentes.
Esto incluye el uso de la supercomputadora nacional del Reino Unido, conocida como ARCHER, así como Diamond Light Source, un acelerador de partículas de 260 millones de libras esterlinas.
El informe afirma que los académicos de la Universidad de Edimburgo, la Universidad Queen Mary de Londres y la Universidad de Cambridge han estado vinculados a un laboratorio CAEP que estudia la «física de las ondas de choque y la detonación».
El Instituto Australiano de Política Estratégica dijo que los cuatro objetivos principales del CAEP son “las armas nucleares; investigar microondas y láseres para ignición por fusión nuclear y armas de energía dirigida; estudiar tecnologías relacionadas con las armas convencionales; y profundizar la fusión civil-militar ”.
El grupo de expertos en defensa continuó afirmando que el CAEP está buscando expandir «su presencia internacional con el fin de atraer a los principales talentos para ayudar al desarrollo de armas nucleares de China».
Todas las universidades dijeron que su investigación estaba en línea con la ley del Reino Unido y que los proyectos no eran para uso militar.
Sin embargo, el ex funcionario del Ministerio de Relaciones Exteriores, Charles Parton, dijo: «Es una muy mala idea cooperar con un instituto que desarrolla armas nucleares».
El presidente del Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de los Comunes, Tom Tugendhat dijo: “La aparente falta de curiosidad de algunas universidades por sus socios las deja expuestas a acusaciones de colusión con estados hostiles, violando los derechos humanos y socavando la seguridad del Reino Unido.
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“Es evidente que deben asumir su responsabilidad, pero el gobierno también tiene un papel esencial para asegurarse de que están al tanto de las consecuencias que surgen de estas asociaciones”.
Las universidades británicas han sido objeto de un escrutinio cada vez mayor por sus vínculos con el Partido Comunista Chino, y el MI6 está investigando «algunas de las universidades más prestigiosas del país» por violar potencialmente las leyes de seguridad nacional a través de su trabajo con desarrolladores de armas chinos.
Según los informes, unos 200 académicos británicos también están siendo investigados por supuestamente compartir tecnología militar con el régimen comunista.
Uno de los profesores nombrados en la última investigación como vinculado al CAEP fue el profesor Simon Redfern, ex director del departamento de Ciencias de la Tierra en la Universidad de Cambridge, ahora con sede en Singapur.
En 2016, Redfern asumió el cargo de profesor invitado en la filial del CAEP denominada “HPSTAR”, y luego publicó 15 artículos con los investigadores chinos, mientras aún formaba parte de dos organismos científicos del gobierno británico y recibía financiación pública para su trabajo.
El profesor Redfern también recibió un premio del plan de los miles de talentos de China, un programa que se ha relacionado con el robo de tecnologías sensibles en todo el mundo, sobre todo en Estados Unidos.
El año pasado, por ejemplo, el ex profesor de Harvard Charles Lieber fue acusado de no revelar su relación financiera con la Universidad Tecnológica de Wuhan como parte del esquema de los mil talentos.
El autor de un informe de Civitas sobre los vínculos entre las universidades británicas y el estado chino, Radomir Tylecote, describió los últimos hallazgos como un «gran escándalo nacional» y pidió al gobierno británico que cree una lista de sanciones al estilo estadounidense para impedir que las asociaciones continúen en el futuro.
Este artículo se publicó en inglés en https://www.breitbart.com/
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