Estimado lector, seguramente Usted conoce bien el nombre de ese personaje filantrópico, excéntrico, medio profeta, medio loco y sobre todo, multimillonario. No sabe qué hacer con todo ese dinero que tiene, o mejor dicho, sí, sabe bien lo que hace… destruye.

En la red social Twitter, anunció el día de ayer, que se divorciaba de su esposa —ella no lo soporta más—, así que, muchos de sus millones irán a las arcas de su ex-amada. La verdad, hay que saber estar al lado de semejante ser humano, no debió ser tarea ser fácil. Tras ese anuncio, parece que Bill quedó un poco, como decirlo: ¿triste?, ¿despechado? No lo sabemos, pero por el anuncio que hizo una de las empresas que él respalda, Oxitec, sabemos que está loco, muy loco.

Oxitec, empresa dedicada a la biotecnología, anunció que liberará —lea bien eh—, cientos de millones de mosquitos modificados genéticamente, para combatir al mosquito AEDES AEGIPTY, que transmite enfermedades como el Dengue o el Zika. En todo el continente Americano, poblaciones enteras sufren por las picaduras de este mosquito, porque luego contraen Fiebre Amarilla, Dengue o Zika. Parece un proyecto fantástico desarrollado para el beneficio humano. Pero, que esto lo haga el Sr. Gates, no parece algo para el beneficio humano, sino todo lo contrario.

Este sujeto está fuertemente involucrado con el tema de las vacunas anticovid, que son dudosas desde su origen. Apoya proyectos de dudosa moral, como este de la empresa Oxitec: ¿modificar genéticamente a los mosquitos? Uno cree que ya lo ha oído y leído todo, pero siempre algo nuevo nos sorprende.

Este señor no hace nada que no le reporte ganancias. Las ventas de las vacunas reportan una jugosa utilidad. ¿Tendrá algo más en mente? ¿Qué estará planeando? Bueno, algo ya sabemos… planea rociar polvo para bloquear al sol, o reducir su capacidad de calentamiento. Y le comento algo, la empresa Oxitec, ya fracasó con intentos anteriores de introducir mosquitos modificados genéticamente.

Lo peor de todo esto, es que se llega la conclusión de que cualquier multimillonario puede hacer lo que quiere, con el visto bueno de las empresas y autoridades políticas. Mundo, querido mundo, ¿hacia dónde te diriges…?

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