Mientras que buena parte de la prensa internacional y agencias de noticias (al servicio del llamado Nuevo Orden Mundial y de su Agenda 2030) se hacen eco de la inclusión (por parte del Ministerio de Justicia de Rusia con el respaldo del Poder Judicial) de determinados Digitales en la lista de “Medios extranjeros que desempeñan la función de agente extranjero subversivo” (como hace unos años sucedió con Los Testigos de Jehová y con La Iglesia de la Cienciología, como creaciones de la CIA y del Globalismo Sionista) tachan al Pte. Vladimir Putin de “Querer volver a tiempos pasados en los que era un despiadado asesino agente de la KGB”.

Estos “agentes extranjeros subversivos” (en España destacan los medios pertenecientes al Grupo PRISA y a PRENSA IBÉRICA) son verdaderas correas de transmisión de la manipulación psicológica y del control social en esta guerra para la implantación del Gobierno Mundial bajo el control del CABAL. Además, demuestran mezquina servidumbre y desprecio por la verdad informativa y por la excelencia o rigor profesional, y una patética ignorancia pues no son capaces, siquiera, de tomarse la molestia de decir correctamente “el KGB” y no “la KGB”. Su denominación era Comité de Seguridad del Estado; ¿dicen los medios españoles “la CNI”? Obviamente no, pues su denominación es el Centro Nacional de Inteligencia.

Mientras todo esto sucede, esos mismos medios rusos y españoles (bajo las mismas obediencias) promueven la misma ideología maldita que dicen que el Pte. Putin añora (condenada por él en infinidad de ocasiones y hasta representada en Moscú, dicha maldita ideología, en el llamado “Muro del Dolor”, cuya inauguración no sólo tuvo su presencia sino la de mi querido Patriarca de Rusia, Kril; recomiendo al lector que visite dicho Muro). Además, la estructura u organización llamada KGB no surgió por casualidad o para nada, sino para materializar e “implementar” la satánica ideología llamada Comunismo.

Estos siniestros medios (es especialmente repugnante la propaganda del Grupo PRENSA IBÉRICA y de uno de sus Diarios, El Levante, que leía con detenimiento cuando estuve en España dada sus “irracionales” campañas contra Rusia; y que sigo ojeando con cierta frecuencia aún en EEUU) son capaces de decir que Rusia anhela volver a los métodos de la URSS, que Putin ha recuperado el papel del KGB, y al mismo tiempo promocionan en España la ideología que lo parió y a su verdadero creador (el que unificó todo el aparato de represión del Partido Comunista de la URSS). Comparan a Pablo Iglesias (salido de “la cloaca complutense” y de ser el enlace de la asociación para las familias de los presos de ETA en Madrid; además de recibir financiación del castro-chavismo y de la oposición al Gobierno de la República Islámica Irán) con Josef Stalin, georgiano de origen judío y genocida de proporciones satánicas. Se calcula que, desde principios del 30 hasta el 50 ordenó la eliminación de unos 25 millones de rusos, especialmente ucranianos dada su importancia para la Religión Ortodoxa, riquezas en propiedades y apoyo al Zar; de 1932 al 33 eliminó a unos 7 millones de rusos ucranianos al condenarlos al hambre y frío del invierno.

Podemos ver, en este punto del artículo, no sólo cómo se está produciendo la manipulación de los personajes (Stalin, Iglesias o Putin), de los organismos (KGB o CNI) y de una ideología como es el comunismo, haciéndola pasar por inofensiva en España y terrible en Rusia; con el Pte. Putin es mala y con Pablo Iglesia, savia nueva y refrescante. Esto se explica por el utilitarismo globalista de los que manejan esta satánica ideología. Viene a mi mente la definición que se da del comunismo: “El Comunismo es la herramienta que el capitalismo global judío tiene para descomponer a los estados y dominarlos”. Este es el objetivo de los amos de esos medios colaboracionistas y siervos de la Mentira.

Sin embargo, el profundizar nos lleva a ver que la mentira es aún mayor. Un aspecto visual en el que los medios españoles han enfatizado ha sido no sólo el corte de pelo del “agente Iglesias” sino en su pose mirando un libro. Ni siquiera esa foto es original, como ya es bien sabido, pero hasta el asesino de Stalin la manipuló pues la imagen que se ve en el libro que él observa es la de Iván IV, conocido como “El Terrible”.

Sería largo explicar en profundidad la figura del Zar Iván (aunque me encantaría pues le dediqué buena parte de mi tesis doctoral sobre Los Padres de la Rusia Ortodoxa Imperial en la Cristiandad). Destacaré un hecho contundente: tras su retiro monástico (ya viudo Iván, él era un alma profundamente religiosa, culta y sensible, y al mismo tiempo de gran inteligencia y valor) fue requerido con insistencia para que volviese a la Corte y “salvase a Rusia de las invasiones bárbaras” de los kanes centroasiáticos de La Horda de Oro. Aceptó con la condición de crear el ejército o guardia conocida como “Opríchniki”, Los que Limpian, y cuyo Estandarte era una cabeza de perro olfateando y una escoba que barre la carroña. Con Iván IV no sólo se estabilizó Rusia, sino que el Imperio llegó casi hasta las costas frente al Japón, en la Península de Sajalín y Kamchatka.

Stalin, que era malo, pero no estúpido (su madre judía decidió meterlo en un seminario ortodoxo para tuviera gran formación, pero despreciaba la Fe Cristiana Ortodoxa Rusa) pretendía que lo vincularan o asociaran con la figura que salvó realmente a Rusia. Fuera de las cuestiones personales sobre el Zar Iván IV, fue un buen Zar para Rusia. Stalin, en cambio, llevó a Rusia a la “noche más oscura jamás pasada” (tal y como advirtió el consejero de los últimos Romanov, Rasputín, asesinado en un complot de la masonería inglesa y la Judería, que entregó al último Zar un ejemplar de los conocidos como Protocolos de Sion) y de esa noche se ha salido, en gran medida, volviendo a la Fe Cristiana Ortodoxa bajo la presidencia de Putin.

De Pablo Iglesias no merece la pena hablar mucho, dada la fatuidad e irrelevancia de su persona, aunque en lo que toca a su naturaleza y psicología “estalinista” hay similitudes con el demonio georgiano. Con Stalin se llegó a hablar, y a escribir artículos académicos que aún hoy siguen promoviendo algunos “nostálgicos” del poscomunismo, del “Homo Soviético” o nuevo hombre surgido tras la purga de los inservibles y que se amoldaba a la nueva realidad o normalidad tras la purga. ¿Le recuerda esta situación al lector algo que está sucediendo hoy? El análisis de los orígenes, responsables y consecuencias buscadas, así como de los altavoces de propaganda usados, es el mismo para lo que sucedió hace un siglo y para esta Nueva Normalidad Mundial que buscan “los constructores talmúdicos”.

Como conclusión, es recomendable tener en consideración que los enemigos de Iván IV, los enemigos del Zar Nicolás II Romanov y los enemigos del Pte. Putin son los mismos pérfidos enemigos de mi amada España. Las decisiones políticas que se están tomando en la actualidad por parte del Gobierno de Rusia pueden ser muy útiles y convenientes en todos los ámbitos, de manera muy especial la vuelta a las tradiciones nacionales y religiosas cristianas, a las relaciones políticas basadas en los intereses patrióticos y espirituales eternos, y no en entes supranacionales o globalistas para “una nueva creación mundana”.

Como conclusión, en este punto, es fundamental el control y la neutralización de las injerencias subversivas externas por parte de las corporaciones empresariales, sectas pseudorreligiosas o esotéricas y medios de comunicación al servicio del pérfido enemigo de Rusia y de España, en definitiva, de la Cristiandad. Por este motivo dimos comienzo en “Tradición Viva” a esta Serie: Fortalecer las relaciones hispano-rusas mediante la promoción de la Fe, la Tradición, la Historia y la Cultura que nos fundamenta, y esa Cultura tiene un Nombre: Jesucristo.

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