Si, no me he vuelto loco, así suelo llamar medio en serio medio en broma a la denominada “caja tonta”, la televisión. En efecto, al igual que cualquier otro aparato puede usarse para el bien o para el mal pero dado el control que las elites  globalistas, en buena parte pedófilas y filosatanistas, tienen de las productoras de cine y los  grandes conglomerados mediáticos, es evidente que solo pueden escupir porquería a través de la pantalla.  Así que si tras ser adoctrinados en colegios y en esta podrida sociedad no estamos atentos a este punto, también estarán envenenando a nuestros hijos ante nuestras propias narices  y en nuestra propia casa. Muchas veces el adoctrinamiento es sutil y otras mucho más descarado pero la mayoría de las veces disfrazado como entretenimiento por medio de series, películas o videos musicales a veces  aparentemente inocuos. Al darnos cuenta de su manipulación descarada e indignante podemos  olvidar que los jóvenes y niños son extremadamente vulnerables a él. Debemos estar siempre delante cuando consuman cualquier tipo de entretenimiento para que podamos explicarles estas astutas formas de manipulación y aprovechar para comentar la finalidad de las mismas a la vez que desnudar al enemigo.

Las manipulaciones más usuales son:

• Presentar falsas familias disfuncionales como mejores que la familia tradicional tanto a  a nivel familiar como de pareja.
• Introducir  “con calzador” a personajes homosexuales o transexuales, también siempre como individuos felices y “seres de luz” al revés de lo que muestran las estadísticas reales.
• Presentar cada vez más parejas interraciales, curiosamente donde la chica siempre es blanca y el hombre negro. Quizás ven a la mujer más vulnerable y propensa a caer el sentimentalismo amén de saber que ellas son la clave de la perpetuación del pueblo. Este suele a veces ser evitado en el tradicionalismo por miedo a ser tachado de racista pero nada tiene que ver y es evidente que si quieres implantar el globalismo y destruir las tradiciones que pasan de generación en generación, lo mejor es una inmigración masiva y descontrolada pues la inmigración y los matrimonios  con otras etnias o razas  siempre existieron pero en un numero tal que no afectaba a la cultura del país receptor. Pensemos que si esto lo quiere la elite globalista liberal no puede ser bueno para nosotros. En resumen si se destruye la base biológica no hay transmisión de tradición posible.
• En la misma línea los personajes blancos, heterosexuales o cristianos siempre son malignos y los de otras razas  son una especie de seres de luz, más aún si son mujeres.
• Introducir cada vez más la llamada “ideología de género” presentando como protagonistas a mujeres  con comportamientos masculinos y que ni quieren ni precisan de los hombres que suelen ser presentados como malos y perversos y fuente de sus problemas. Este enfoque es el más de moda últimamente.
• Relativismo moral absoluto. Todo está permitido mientras así lo desees sin más freno que no ofender a lo políticamente correcto, que sería la religión dominante, porque  la censura siempre ha existido y la autocensura actual es mucho peor que cualquier otra y el cine nos lo muestra de continuo.
• Exaltación del consumo de drogas o banalización de las mismas, sobre todo de la marihuana, aunque podemos imaginarnos cuáles serán los siguientes  pasos.
• Hipersexualización de menores, sobre todo niñas  y a la vez luego estigmatización del varón si responde a dichos estímulos presentándolo como un machista o maltratador. Este es el punto más claramente satánico de estas elites pederastas que buscan avanzar en su agenda pedófila , el siguiente punto junto al incesto tras conseguir la normalización e incluso promoción de la homosexualidad y la transexualidad incluso en menores de edad.
• Ridiculización del papel materno o de las bondades de la paternidad presentando el dedicar tu vida a empresas multinacionales como la mejor forma de realizarse.
• Y una última anotación, al margen de la nueva religión globalista del posmodernismo cultural que recoge los puntos descritos,  vemos como está ausente cualquier dimensión religiosa o ya incluso espiritual de la persona, y cualquier valor personal o social realmente valioso que implique esfuerzo o ya no digamos sacrificio. Todo es hedonismo,  consumismo y superficialidad. De hecho específicamente la religión cristiana solo aparece como un foco negativo y una fuente de opresión proveniente de personas hipócritas y retrogradas. Este punto ha tenido mucho éxito en la visión negativa que mucha gente tiene de la misma.

En resumen pretender una sociedad atomizada, hedonista y enganchada al sexo, las drogas y cualquier otro vicio para que no se enfrenten ni “echen al monte” como hicieron nuestros ancestros que llevaban una vida más sana aunque más dura y auténtica, en conexión con la realidad de la Tierra.

La solución pasa por , si no estamos presentes, filtrar el contenido de lo que ven pero ante la dificultad de informarse previamente de todo, lo mejor es únicamente pinchar por USB contenido que sepamos sano para nuestros hijos y nunca dejarles ante la tele por inofensivo que nos parezca el canal. Canales como  Clan o  Disney emiten anuncios promoviendo el lavado de cerebros con ideología de género amen de series que rozan la perversión de menores y entran de lleno en la hipersexualización de los niños. Entendemos en fin, que lo ideal sería prescindir lo máximo posible de la televisión como medio de ocio y reservarlo a un uso más de apoyo puntual en tareas educativo-culturales.

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