Durante la década de los ochenta, una de las estrategias del gobierno de los Estados Unidos para desestabilizar Nicaragua, fue la financiación de sectas protestantes norteamericanas para que entraran al país. No solamente ocurrió en nuestro territorio si no que también había sucedido en otras partes del espacio hispanoamericano varias décadas anteriores a la de arriba mencionada.
Si funcionó o no funcionó en términos políticos, no estamos en condiciones de poderlo determinar con exactitud. Pero de todos modos, lo que es verdad es que sí ha tenido su impacto a nivel cultural. Durante los años previos a la Revolución Sandinista, eran pocos los que no se declaraban católicos. Pero al día de hoy, el protestantismo y los no creyentes han ganado muchísimo terreno en suelo nicaragüense.
La influencia protestante y laicista norteamericana desde hace mucho tiempo está convirtiendo a este país en uno cada vez más liberal. Las ideas individualistas que prosperan todos los días por medio de la radio, la televisión, las películas, la moda, el deporte, el estílo de vida de Estados Unidos, ciertamente, no ha encontrado una respuesta efectiva por parte de la Iglesia en Nicaragua. Es más, ha sido condescendiente con ella.
Nuestros pastores en comunión con el Papa, del mismo modo que el sucesor de Pedro, hablan de misericordia, de «Iglesia de puertas abiertas» de «Iglesia que acoge» de «Iglesia en salida», de Iglesia que «hace líos» y en nuestro caso, de Iglesia condescendiente. La influencia protestante en las estructuras internas de la Iglesia es patente. El método proselitista de las sectas parece que cada vez cobra más fuerza en los templos católicos. Hoy las distintas «pastorales» están más interesadas en captar fieles para aumentarlos cuantitativamente que en predicarles la verdad. Prefieren el entretenimiento a la formación.
Así, de acuerdo a los procedimientos sectarios, cada «pastoral» lleva gente a su grupo o movimiento pero no para comunicarles la Palabra ni para enseñarles las verdades fundamentales de la Fe Católica. Todo lo contrario, el interés es preservar el mayor número posible de fieles para que las estadísticas todavía le sigan dando a la Iglesia en Nicaragua alguna ventaja…por lo menos nominalmente.
El Cardenal de la Arquidiócesis de Managua tiene prohibida la celebración de la Misa Tradicional y en toda la provincia eclesiástica existe solamente un sacerdote que puede celebrar en el venerable rito antiguo que a sorpresa de muchos su obispo le ha conferido el gobierno de una parroquia en la diócesis de Estelí: apenas incipiente, pero luz de esperanza es.
La situación de la Iglesia Católica en Nicaragua es compleja y no alejada de las controversias ni de los cuestionamientos objetivos. Algunos obispos no parecen pastores de almas si no que, hablando en «nombre de los que no tienen vos» figuran como políticos demagogos, de esos que les gusta adular a las masas para que estas aprueben su proceder. Y ¿Los laicos? Mientras digan lo que los obispos y sacerdotes quieren oír, entonces todo marchará muy bien.
Aquellos que no aceptamos la imposición de la comunión en la mano durante el año pasado, fuimos etiquetados como cismáticos y desobedientes. De hecho, tal prohibición aún sigue en uso en algunas de las diócesis más importantes y mediáticas del país donde por alguna extraña razón esos obispos son adversos al gobierno Sandinista pero que no dicen nada a sus ovejas sobre el otro peligro encarnado en los supuestos movimientos de «oposición» en el país, pues estos tienen una fortísima vocación progresista y están ansiosos de derrocar al Orteguismo para que, una vez instalados en el poder, la Agenda Globalista encuentre su respectiva cuna política desde donde ha de crecer hasta alcanzar con sus brazos al resto de la sociedad. Pero de esto no encontramos un discurso audible y contundente por parte de la Conferencia Episcopal.
No solo que nos encontramos, pues, en una situación social, política y económica bastante precaria, que parece que no tendrá salida, por lo menos no en los próximos años, si no que, el estado de la Iglesia; la actitud de varios obispos más políticos que pastores, más sofistas que maestros de la Fe, un mínimo laicado crítico que es censurado, y la condescendencia de la Iglesia con los herejes y enemigos, parece confirmar que las fuerzas de las tinieblas avanzan, que es evidente su intento de imponerse sobre la grey confiada a los obispos de este pequeño país, el que alguna vez fuera grande por haber estado en la unidad con sus hermanos de hispanoamérica.
COMPARTE:
EMBÁRCATE EN LA LUCHA CONTRARREVOLUCIONARIA: Si quieres defender la cristiandad y la hispanidad, envíanos tus artículos comentando la actualidad de tu país hispano, o colaboraciones sobre la fe católica y la cultura, así como reseñas de libros, artículos de opinión… Ya superamos las 12.000.000 de páginas vistas anualmente en todo el mundo, únete a nuestro equipo de voluntarios y difunde la verdad compartiendo en redes sociales, o remitiendo tus colaboraciones a redaccion@tradicionviva.es . Puedes seguirnos en Telegram: t.me/tradicionviva / Facebook: @editorial.tradicionalista / Twitter: @Tradicion_Viva / Youtube: youtube.com/c/tradicionvivaTv / Suscríbete a nuestro boletín digital gratuito, pulsa aquí.
TE NECESITAMOS: Somos un espacio de análisis lejos de los dogmas de la corrección política; puedes colaborar haciendo una DONACIÓN (pulsando aquí)