Afortunadamente de unos años a esta parte se han revitalizado los libros, estudios y conferencia sobre la hispanidad, y lo hispano. Pero a diferencia del interés que ya suscitó la hispanidad en el siglo pasado, ahora se aborda el concepto no únicamente desde perspectivas históricas, sino desde perspectivas geopolíticas, es decir la hispanidad como alternativa al globalismo.

En una época en que el mundo se debate entre el imperialismo USA, la hegemonía china, y la fuerza todavía incierta de una Rusia que esta jugando sabiamente sus cartas, el tablero geopolítico podría sorprender con una potencia emergente no asociada a una realidad nacional, sino a una realidad espiritual: la hispanidad.

No cabe duda alguna que la civilización occidental empezó su decadencia en el periodo de la ilustración, y desde entonces carcomida su esencia por el virus protestante sus banderas se han ido rendiendo poco a poco al enemigo. Durante siglos la hispanidad fue la única realidad política que mantuvo enhiestos los principios occidentales y supo combatir en los cinco continentes la hidra revolucionaria, pero la llegada de los borbones al trono hispano contamino a nuestro pueblo y nuestras instituciones de ese humo pestilente de inspiración luciferina. No obstante los dos pilares que sostuvieron a la hispanidad, el Imperio y el Catolicismo, pueden ser reavivados, pues las llamas moribundas solo necesita de una pequeña corriente de aire fresco para ser reavivadas.

Precisamente el libro de Carlos X. Blanco que hoy presentamos “La insubordinación de España” supone un canto a la esperanza en ese renacer hispánico. El autor gijonés nos recuerda que en la actualidad, España, al igual que el resto de países desgajados de la otrora poderosa hispanidad, es una nación subordinada, con una industria desmantelada, con unas élites políticas y económicas vendidas, y con un pueblo adormecido, pero el león hispano todavía tiene vida, aunque en estado letárgico.

La modernidad, auténtica enemiga de la verdadera libertad de los pueblos, sustituyo el orden que reino en la Europa medieval y que pervivió en España hasta el siglo XVIII, por el caos, y por la Revolución, Revolución en mayúsculas por cuanto en realidad solo existe una, por muchos que algunos autores de forma equívoca se empeñen en distinguir entre revoluciones religiosas (protestantismo), políticas (revolución francesa y rusa) y sociales (revolución sexual o progresista).

En ese renacer de la hispanidad Carlos X. Blanco nos recuerda que el Orden cristiano nunca pensó en comodidades, sino en servicios, por lo que es necesario que todos nos incorporemos a las filas de las nuevas falanges dispuestas a recuperar el espacio del que la traición borbónico  nos desalojó.

La hispanidad siempre representó el katehon, la única fuerza capaz de oponerse al declive de occidente y de la cristiandad, y con la pérdida de la hispanidad Europa perdió su ser, su esencia, sus principios, por lo que si queremos recuperar la civilización cristiana se hace necesario recuperar la hispanidad como el ideal más perfecto en que se encarnó la catolicidad, y en esta lucha, que nadie se engañe, nuestro principal enemigo es el liberalismo padre ideológico de todas las corrientes ideológicas que se han aliado para destruir lo poco que queda de occidente.

• Editorial ‏ : ‎ Letras Inquietas (8 abril 2021)
• Autor ‏ : ‎ Carlos X. Blanco
• Tapa blanda ‏ : ‎ 82 páginas
• ISBN-13 ‏ : ‎ 979-8735005988

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