No sé si habrás escuchado del llamado ‘caso Manuela’. Te lo resumo: se trata de una mujer de El Salvador que mató a su hijo recién nacido; fue juzgada y condenada por infanticidio. Sufría cáncer y murió en la cárcel.
Los grupos de presión abortista han agarrado el caso para llevarlo a la Corte de Derechos Humanos de San José y condenar a El Salvador por encarcelar a una mujer por supuestamente abortar.
Llevan 10 años trabajando este tema porque creen que es muy sensible para la opinión pública, que los jueces pueden sentir esa presión y resolver el ‘derecho’ al aborto no sólo para El Salvador, sino para todo el sistema interamericano de Derechos Humanos, es decir, para toda Hispanoamérica.
Por eso es tan importante que debemos esta batalla: pretenden aprovechar un caso sensible para IMPONERNOS EL ABORTO.
Los hechos son muy evidentes. Pero también el derecho. La Convención Americana de Derechos Humanos -que es la base sobre la que deben de juzgar- reconoce el derecho a la vida desde el momento de la concepción.
Por eso estamos escribiendo a los jueces de la Corte de San José para que resuelvan en derecho y verdad. ¿Quieres sumarte ahora?
La vista de este juicio ya fue en marzo. Y en estos días se está preparando la sentencia. Por eso es importante que hagamos llegar a los jueces el sentir de la ciudadanía latinoamericana.
La situación no es fácil. Los lobbies que han llevado el caso a la Corte cuentan con generosa financiación de Planned Parenthood, Fundación Ford, Cooperación Española y otras 36 agencias de cooperación internacional.
Además, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos también recibe financiación de la Fundación Ford. Así que ¡imaginate!
Llevan 10 años trabajando el caso. Quieren convertirlo en un ‘caso histórico’ e imponernos el aborto en toda la región.
Y la deliberación se está produciendo en estos días. Por eso nuestra estrategia es enviarles miles de adhesiones de ciudadanos latinoamericanos y además llevarles físicamente las firmas a la misma Corte de San José. ¡Participa ahora! Sólo tienes que firmar esta campaña:
Te cuento que todo en este caso es mentira. Empezando por el nombre. Manuela no se llama Manuela; es en realidad María Edis.
Y su hijo fallecido tiene nombre: Dolores Gabriel Hernández. Por eso estamos pidiendo ¡justicia para Dolores Gabriel!
Te cuento algunos detalles duros de su muerte. Te advierto que son muy duros. Si te impresionas, no leas este artículo.
El pequeño fue arrojado vivo a una letrina; agonizó durante 15 minutos y finalmente murió asfixiado por heces fecales y desangrado por la violenta ruptura del cordón umbilical desde su base.
El registro civil certificó su nacimiento y su posterior muerte violenta.
No hay duda de todo esto: así lo certifica la autopsia y los forenses afirman que es imposible que hubiera sido un aborto.
Aún así, las feministas insisten en su mentira de que fue aborto. ‘Miente que algo queda’, deben de pensar… Además, la sentencia que condenó a ‘Manuela’ la condenó con prueba pericial, documental y testimonial por delito de homicidio agravado. Nunca fue condenada por aborto PORQUE NO FUE ABORTO.
Toda esta realidad es la que apareció en la vista del pasado marzo. Las feministas responden que la justicia es machista, la medicina de El Salvador es machista y que por eso fue condenada…
La realidad sin embargo es que el pequeño Dolores Gabriel sufrió una muerte injusta e indigna y fue privado del primero de los derechos, el derecho a la vida. Recuérdalo a los jueces de la Corte de Derechos Humanos:
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