Es verdad que la Gran Cruz del Mérito Civil tiene por maestre al Rey de España pero convendrán conmigo en que el nombrecito se las trae, sobre todo, si contemplamos el orden del día del segundo homenaje (el primero fue un año atrás) a las víctimas del coronavirus.
Porque el homenaje pretérito nos sorprendió y asombró, este nos sorprende menos pero nos asombra lo mismo, quizás algo más. El muy solemne acto se celebró en el Palacio Real de Madrid, a las 9,00 horas del jueves 15 de julio y resultó otra ceremonia masónica, aún más explícita que la de 2020. La masonería irregular siempre quiere más. 
En el homenaje a los muertos por el Covid no hubo sitio para ningún tipo de plegaria, Cristo estuvo ausente, pero no faltó ningún signo de los que caracterizan a los poco alegres pero muy dignos Hijos de la Viuda: posición circular, en oposición a la cruz, pebetero purificador (no se sabe de qué purifica pero a los masones les chifla), ofrenda floral… todo un ceremonial del tipo Gran Relojero, con alusiones al recuerdo pero no a la eternidad y según la liturgia deísta, consistente en no tener liturgia alguna pero contradecir todo lo posible los símbolos cristianos.
Círculo, pebetero y ofrenda floral, todo muy solidario y ni un solo mensaje religioso: aquello parecía una reunión de Logia. Cristo ausente, sólo faltó una alusión a la “energía” de los difuntos
Al lado del palacio Real se ubica la Catedral de la Almudena, pero eso le deba un mayor carácter de reto a la ceremonia.
Por si quedaba alguna duda, Fernando Ónega se refirió a la “la llama de la luz”, un concepto muy querido por los ‘Illuminati’ (los de verdad, los de Adam Weishaupt, no la caricatura bobalicona de Dan Brown).
Por cierto, el acto consistía en la concesión de la Cruz del Mérito Civil a familiares de sanitarios muertos por el virus: ahí se coló eso, la cruz, quizás porque en un país como España la cruz Aparece por cualquier lado. ¡Pobres francmasones! A buen seguro el Sanchismo propondrá cambiar la cruz inventada por Alfonso XIII por algún círculo, con flores, aplausos y pebeteros incluidos: una llama iluminadora y enormemente purificante.
Pedro Sánchez estaba allí pero las cámaras, le hicieron aparecer lo mínimo. Se trataba de que al frente de la España masoncilla no figurara el presidente del Gobierno sino el Jefe del Estado,
“Nadie debe permanecer indiferente” ante el Covid, dijo el Rey… como si el personal que duda de las mentiras del Covid expelida por tantos poderosos estuviera deseando contagiarse.
Alfonso XIII se plantó ante las exigencias de los masones. Algunos historiadores consideran que esa negativa le costó el trono. Su bisnieto no va por ahí
La segunda parte del acto estuvo dedicada a homenajear a la ciencia que algunos pensamos ha fracasado frente a un virus del que todavía sabemos bien poca cosa. Por ejemplo, no sabemos su origen ni su capacidad expansiva, ni su capacidad positiva. De eso nada. Observen lo que enviaba Moncloa a los medios acerca del programa de actos, como “segunda parte” del encuentro: “La esperanza que nos ofrece la ciencia, la Sanidad y las vacunas, que son capaces de salvar millones de vidas”, todo ello coronado por una viva a la Sanidad pública -la pública, la que dirige Sánchez y Carolina Darias, por si no había quedado claro- exhalado por don Fernando Ónega. Sólo los de la Sanidad pública salvan vidas.
También su Majestad, ni una alusión a la trascendencia, se encargó de cantar las excelencia de la ciencia. A fin de cuentas, lo que distingue a cristianismo y masonería es lo de siempre: el cristiano cree en la vida eterna y en el amor: para el masón, la muerte es el final, para el cristiano es el principio. No me extraña que el masón se aferre a la ciencia. Lo que me molesta es que se margine a los cristianos y que el Rey de la monarquía católica española se deje manipular por la masonería. Precisamente fue su bisabuelo, Alfonso XIII quien se plantó ante las exigencias de la masonería. Algunos historiadores, por ejemplo, Alberto Bárcena, considera que esa negativa de Alfonso XII a plegarse ante la masonería le costó el trono. Pues todo indica que la masonería tiene más poder en la España de 2021 que en la de 1931.
Los ‘hijos de la viuda’ han aumentado su poder en España. Todo indica que la masonería tiene más poder en la España de 2021 que en la de 1931
Por cierto, a Pedro Sánchez apena se le vio en televisión. Pero allí estaba. Quizás porque en la logia ya ostenta una más alta consideración que Felipe VI. Al menos, el presidente del Gobierno de España lo está dando todo por el Nuevo Orden Mundial (NOM). O al menos, espero que sea por eso.
Desde Vox, su diputado Agustín Rosety Fernández ha querido compartir en twitter su opinión sobre el homenaje:
Este artículo de Eulogio López se publicó en hispanidad.com
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