En todo el mundo se exhiben maniquíes reales de seres humanos fallecidos. Proceden de China y pueden estar relacionados con la sustracción forzada de órgano

Las exhibiciones macabras y lucrativas que exhiben los cadáveres de prisioneros chinos anónimos deben cesar, dicen los señores del Reino Unido que han instado al gobierno a poner fin a su complicidad en el comercio de sustracción de órganos en China de una vez por todas.

Horrorizado por las pruebas del nefasto tráfico de partes del cuerpo de los presos, Lord Philip Hunt espera que su proyecto de ley de miembro privado «Turismo de órganos y cadáveres en exhibición», que finalmente ha visto la luz en los Lores, cierre todas las vías restantes para que los ciudadanos del Reino Unido viajen a países como China para el trasplante de órganos y prohíba «el espantoso circo ambulante de las exhibiciones de cuerpos, que se abastece de cuerpos fallecidos de China.»

Asqueado por la exposición «Real Bodies» de 2018 en Birmingham, en la que desfilaron maniquíes plastinados de la vida real de seres humanos fallecidos, Lord Hunt se horrorizó al descubrir que los cuerpos no eran otra cosa que «cuerpos no reclamados», sin documentos de identidad ni consentimiento, procedentes de Dalian Hoffen Biotech en Dalian, China.

La exposición, haciendo alarde de su uso de «especímenes humanos reales que han sido respetuosamente conservados para explorar el complejo funcionamiento interno de la forma humana con un estilo refrescante y que invita a la reflexión», no fue otra cosa que un insípido «carnaval de los horrores», según Lord David Alton, que la describió como «un último insulto burlón a las víctimas.»

A pesar de las abrumadoras pruebas de la complicidad del PCCh en el comercio de órganos, presentadas por el Tribunal de China en 2019, el Reino Unido se ha quedado atrás con una legislación que respalde su indignación. Lord Hunt presionó para endurecer la ley, citando el testimonio de Sayragul Sauytbay durante el reciente Tribunal Uigur en Londres, quien había descubierto archivos médicos que detallaban los tipos de sangre de los detenidos uigures y los resultados de las pruebas de hígado mientras trabajaba en un campo de detención uigur.

En el mismo Tribunal, Ethan Gutmann, investigador principal de la Fundación que conmemora a  las Víctimas del Comunismo, presentó su reciente informe de diciembre de 2020 en el que describía las «vías rápidas» de órganos humanos en los aeropuertos de Urumqi y Kashgar y la construcción de un vasto crematorio cerca de uno de los campos en particular.

El proyecto de ley de Lord Hunt modificaría la Ley de Tejidos Humanos de 2004, para garantizar que los donantes de órganos han dado el consentimiento adecuado para las actividades de trasplante realizadas en el extranjero y para la exhibición pública de cadáveres importados.

David Alton explicó cómo, tras una de las exposiciones de «Real Bodies», había escrito a The Times con el profesor Jo Martin, presidente del Royal College of Pathologists, y otras 55 personas, exigiendo una reforma de la legislación. «El proyecto de ley de Lord Hunt pretende precisamente eso, y hay que felicitarle por ello», dijo. El diputado presionó para que se tomen más medidas para identificar el origen y la identidad étnica de las personas que se exponen. «La ley no exige que el juez de instrucción determine cómo habían muerto los cadáveres expuestos en Birmingham. Debería hacerlo», sostuvo.

La baronesa Finlay detalló los correos electrónicos que revelaban cómo algunos cuerpos fueron suministrados para su plastinación en China después de que se les extrajeran órganos clave, «lo que sugiere que sus cuerpos son los restos de un despreciable comercio de genocidio, extracción de órganos y trasplante comercial en China», dijo. «Estos cuerpos expuestos incluían a una mujer en avanzado estado de gestación. ¿Dio ella su consentimiento plenamente informado al morir en el embarazo? Las pruebas de los procesos de consentimiento adecuados deberían estar abiertas al escrutinio internacional. No es así».

Lord Alton lamentó la inacción del gobierno británico ante su propia solicitud de libertad de información para publicar su correspondencia sobre la extracción de órganos con la Organización Mundial de la Salud. «Deberían presionar con fuerza a la OMS para que lidere una campaña internacional para que se promulgue una legislación como ésta en otros lugares, combatiendo y poniendo fin a estas prácticas criminales», dijo, criticando el silencio de la OMS ante las negativas de Pekín a las acusaciones.

Lord Mackenzie expresó su «creciente desesperación» por las detenciones, las violaciones en grupo, las esterilizaciones y la utilización como bancos de órganos a escala industrial de las minorías chinas, como Falun Gong y los uigures, ante la mirada del mundo. «También está claro que somos cómplices de esta negación de los derechos humanos básicos al proporcionar un mercado listo para la gran demanda de órganos extraídos por la fuerza, en muchos casos de presos vivos», dijo. «Por fin, estoy encantado de que esta Cámara esté tomando medidas legislativas por medio de este proyecto de ley para que sea ilegal ser cómplice de esta extracción de órganos y del tráfico de trasplantes», añadiendo que «tenemos el deber moral, y también, esperemos, el deber legal, de hacer algo al respecto». Espero que el Reino Unido se una a España, Italia, Taiwán, Israel, Bélgica, Noruega y Corea del Sur, que ya han tomado medidas legislativas para impedir el turismo de órganos de sus ciudadanos a China.

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El apoyo unánime al proyecto de ley fue recibido con tibieza por Lord Bethell, Subsecretario Parlamentario de Salud y Asistencia Social, quien afirmó que ya existían suficientes medidas para responder a las preocupaciones de Lord Hunt y que el gobierno era reacio a ofrecer su apoyo. A pesar de sus afirmaciones de que el gobierno del Reino Unido había cubierto todas las bases en su Ley de Esclavitud Moderna de 2015, la propia ley ha sido descrita como desdentada y no apta para el propósito, y la gente sigue viajando a China para los trasplantes de órganos.

Lord Hunt dijo que la Ley de Tejidos Humanos de 2004 era puramente consultiva en lo que respecta a la importación de tejidos humanos. Según el organismo asesor, NHS Blood and Transplant, entre 2010 y julio de 2020 hubo «29 casos en el Registro de Trasplantes del Reino Unido de pacientes en seguimiento en el Reino Unido después de recibir un trasplante en… China.» «El dinero de los contribuyentes británicos pagará la medicación antirrechazo independientemente de dónde se haya obtenido el órgano o de si se ha extraído a la fuerza de presos de conciencia», dijo.

A pesar de los detractores del gobierno, Lord Hunt no se dejó intimidar y declaró su determinación de seguir adelante con su proyecto de ley.

Este artículo se publicó en inglés en BitterWinter.org

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