Por Javier Urcelay
El proyecto de currículum de primaria de la LOMLOE presentado por el gobierno, ha generado notable revuelo . No es para menos, porque lo de la “enseñanza de las matemáticas con perspectiva de género” es, por lo menos, vistoso.
Las leyes educativas son una parte importante del proyecto de creación del hombre nuevo, pero la educación no es, sin embargo, su único campo de despliegue. Como tampoco el propósito es únicamente objetivo del gobierno de Pedro Sánchez, pues se trata de un fenómeno que recorre todo Occidente.
Los medios de comunicación, y en particular el cine y la televisión -incluidos los anuncios-, son los principales escenarios en los que se inocula la ideología de género, parte sustancial de ese propósito de deconstrucción y nueva creación.
Hace unos meses (8 septiembre 2020), la Academy of Motion Arts and Sciences (Academia Americana del Cine) hizo públicos sus nuevos criterios exigidos para la nominación a los Oscar, dentro de la categoría de Mejor Película. “Los nuevos estándares están diseñados para asegurar una representación equitativa, en la pantalla y fuera de la pantalla, que refleje mejor la diversidad de la audiencia que asiste al cine”, y se inspiran en los Diversity Standards desarrollados por el British Film Institute, el equivalente inglés de la Academia Americana, para acceder a financiación en el Reino Unido, así como para la elegibilidad de las películas para los premios de la BAFTA (los Oscar ingleses).[i]
La Academia Americana declara a través de su presidente, David Rubin, su compromiso con sus nuevas directrices para hacer que este propósito de reflejar la diversidad se convierta en una realidad en la industria del cine. “Creemos que estos estándares de inclusión serán un catalizador para un cambio duradero y esencial en la industria cinematográfica”.
A partir de ahora, para la edición de los Oscar de 2022 y 2023, cada película candidata deberá presentar obligatoriamente un impreso confidencial (“Academy Inclusion Standards Form”). El cumplimiento de los estándares para ser elegida Mejor Película no será obligatorio, no obstante, hasta la edición de los Oscar de 2024. Pero ya para la edición de ese año y subsiguientes, las películas que quieran ser nominables al premio deberán cumplir al menos dos de los cuatros criterios, referidos a:
1-Escenas, tema y guion de la película:
– Los protagonistas o principales secundarios deberán pertenecer a minorías raciales (afroamericanos, hispanos, asiáticos, nativos etc)
– Al menos 30% de los actores secundarios serán mujeres, representantes de minorías raciales, LGTB o personas con discapacidad física o cognitiva.
-El guion o el relato debe centrarse en uno de esos grupos minusrepresentados: mujeres, minorías étnicas, LGTB o personas con discapacidad.
2 – Directores creativos, equipo de producción y distribuidores y agentes de marketing: para poder ser nominada, la película debe cumplir al menos uno de los siguientes criterios:
-Directores: al menos dos de los miembros del equipo de dirección deben ser mujeres, minorías raciales, LGTB o discapacitados.
-Resto del equipo técnico: al menos 6 deben pertenecer a minorías raciales, y al menos 30% ser mujeres, LGTB o discapacitados.
-Marketing y publicidad: representación suficiente de los mencionados colectivos entre los ejecutivos de marketing, publicidad y promoción etc.
3 y 4- Acceso a la industria cinematográfica y oportunidades de formación y promoción: para cumplir este criterio, los productores, estudios o distribuidores cinematográficos deben acreditar financiar becas de aprendizaje para miembros de los colectivos minusrepresentados (mujeres, minorías raciales, LGTB etc), así como demostrar iniciativas de formación y desarrollo destinadas a estos mismos colectivos.
Los criterios británicos son incluso algo más explícitos en lo que se refiere a los criterios exigidos al guion o relato de la película (criterio 1): uno o más de los principales protagonistas deben ser encarnados por miembros de las minorías señaladas. La representación del personaje debe ser compleja y huir de estereotipos, como por ejemplo, haciéndole desempeñar papeles no habituales en una persona perteneciente a ese grupo; o desempeñando tareas no habitualmente relacionadas con él o ella; o desafiando los roles convencionales asociados a ese tipo de personas[ii].
De lo que se trata, en último término, es de romper los estereotipos binarios de hombre y mujer, como también los de familia tradicional, dando entrada a diversidad de género, de modelos de familia, de roles sociales…
En una reciente entrevista en el diario malagueño “Sur”, el director de cine y escritor Manuel Gutiérrez Aragón, de conocida filiación comunista, consideraba los nuevos estándares cinematográficos de la Academia Americana y el Instituto Británico como una forma de censura: “Las grandes obras están hechas de contradicciones. Si hay racismo, se cuenta, pero no se intenta borrar. Se criticó la censura en época de McCarthy y hay que criticarla ahora. La creatividad a veces es hiriente pero las leyes están para fijar unos límites y aplicarlas cuando se traspasan. Ahora, poner una película poniendo diez gramos de negro, cinco de homosexual y otros tantos de trans es una perversión. Pero pasaremos por esto”.
Lo que le lleva a reconocer: “Para esto último (para hacer cine convencional), ahora hay más problemas que con Franco; hay más censura económica y luego está toda esa gente que le da por ser censor. Antes eso no pasaba. En este momento sería difícil hacer “El verdugo”: no lo prohibiría censura política alguna, pero se diría que es misógina, que no respeta a una víctima que casi ni sale. Habría tantas reservas morales… Desde luego sería más difícil hacer las películas de Saura y las mías”.[iii]
No es el único creador que se atreve a desvelar las presiones de la moderna censura. Sin ir más lejos, en el suplemento XL Semanal del mismo periódico y misma fecha, se recoge una entrevista a los humoristas Pepe Viyuela y José Mota, de la que entresaco frases de uno y otro:
-“…cada vez hay más clima de intolerancia. Son tiempos de pies de plomo para todo. Estamos en una fase de hipersensibilidad…
-“Quizás las redes nos han hecho menos libres porque nos han llevado a la autocensura…nos la estamos cogiendo con papel de fumar porque hay mucho miedo a lo que pueda pasar”.
-“Nos hemos convertido en nuestros propios vigilantes y también en el vigilante del que está al lado. Cuando George Orwell hablaba en su novela 1984 de telepantallas y de ese Gran Hermano que controlaba a todos, lo que yo no podía imaginar es que eso iba a ocurrir ahora. Todo está constantemente sometido a juicio”.
Son muchos los creadores que reconocen que hoy no podrían filmar lo que filmaron, escribir lo que escribieron, representar lo que representaron, cantar lo que cantaron, reírse de lo que se rieron… o, incluso, twitear lo que twitearon. Hasta las películas infantiles de Walt Disney se consideran graves violaciones de los derechos humanos, que merecen la censura eliminándolas de las salas de proyección y los canales de televisión.
Al fin y al cabo, no se se trata de cuestiones de detalle, sino de llevar a cabo un “cambio esencial y duradero” en el cine que verá el mundo en los próximos años, según declaración expresa el CEO de la Academia Americana.
El nuevo totalitarismo blando pretende imponer un hombre nuevo a través de la reeducación de la población, a través de las leyes educativas y de los medios de comunicación, a través de la cultura. Sus fautores no son solo los gobiernos progresistas, sino su complicidad con las élites oligárquicas y grupos de presión que controlan esos medios y ejercen el monopolio de la cultura de masas.
La estrategia es introducir los llamados “sesgos cognitivos” en las percepciones colectivas. La moderna sicología define como sesgos cognitivos los errores sistemáticos de percepción, memoria, pensamiento y juicio que las personas cometen de forma habitual, generalmente sin ser conscientes de ello. Sus tipos y técnicas son usados profusamente en el moderno neuromarketing, y han sido adoptados también para este propósito de reeducación social. El efecto arrastre, el efecto anclaje, el sesgo de confirmación, el efecto halo, el efecto selección o el sesgo de supervivencia son sólo alguno de los nombres de tipos de sesgos cognitivos a través de los que se produce la manipulación.
Invito al lector a que investigue algo al respecto[iv], y descubra parte de los mecanismos por los que la perspectiva de género en el aprendizaje de las matemáticas, y la eliminación de la representación binaria del sexo, ordenada desde Hollywood, se vinculan y forman parte de un mismo propósito y una misma técnica de lavado de cerebro colectivo.
Los que no pasen por el aro, pueden despedirse de la fiesta.
En esta marcha hacia el Mundo Feliz de Huxley caminan juntos los gobiernos feministas/progresistas a lo Pedro Sánchez y los partidos conservadores tipo PP, cuya discrepancia es sólo de tempo, pero no de dirección. Meros lacayos y compañeros de viaje de los nuevos amos del mundo, los anunciantes del megaconsumismo y los proveedores de entretenimiento (incluidas las redes sociales) del nuevo capitalismo global, interesados todos ellos en desembarazarse de la ley natural, respecto al hombre y la sociedad, para hacer posible una nueva humanidad.
En la que el olor a azufre resultará indisimulable.
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