Hace horas, murió Abimael Guzmán, el fundador y jefe de la guerrilla comunista peruana “Sendero Luminoso”. El Partido Comunista del Perú – Sendero Luminoso (PCP-SL) fue un engendro infernal. En efecto, como dice el Informe de la CVR, “el PCP-SL no dudó en cruzar «ríos de sangre» en el Perú”.
El Partido Comunista del Perú – Sendero Luminoso ahogó en sangre más de 11000 personas inocentes y causó 1.543 desapariciones forzadas, aunque se estima que sus víctimas mortales podrían haber llegado a las 35000 personas.
Las cifras tan elevadas de muertes causadas por el Partido Comunista del Perú – Sendero Luminoso se explican fácilmente: la doctrina de Marx, Lenin y Mao promueve el uso generalizado y sistemático del asesinato como forma de eliminar a quienes se oponen al marxismo. Guzmán y su banda comunista simplemente se dispusieron a poner en práctica la doctrina de Marx, que sostiene que el proletariado debe odiar a los burgueses y asesinarlos en una guerra total hasta imponer la “dictadura del proletariado”, que, a su vez, deberá, una vez impuesta, seguir matando a los que osen oponerse. Esta es la historia de la Revolución Rusa, la China y las demás insurrecciones marxistas.
Una sobreviviente de los ataques del Partido Comunista del Perú – Sendero Luminoso dejó este testimonio:
En otra parte seguían asesinando; otra parte, golpeando con garrotes; otra parte, con sus armas matando. «Ahora vamos a acabar con estos perros miserables. Los vamos a convertir en ceniza». Diciendo así, remataban a los heridos agonizantes y quemándolos con fuego. Entonces, estando así, esa hora yo me agarré fuerte la mano y pensé, apretando mi mano, me rematarán disparándome en la cabeza o en mi espalda. Seguía apretando mi mano, haciéndome la muerta en el suelo. Me hice la muerta con la esperanza de que no se les ocurra rematarme, diciendo.
Sendero Luminoso fue una agrupación marxista-leninista-maoísta que, entre otros inenarrables crímenes, perpetró la infame masacre de Lucanamarca en abril de 1983, en la provincia de Huancasancos, departamento de Ayacucho. El saldo final de la masacre fueron 69 personas (incluyendo niños, mujeres y ancianos) brutalmente asesinados con machetes, cuchillos y armas de fuego. Como explica el Informe,
Los crímenes perpetrados por el PCP-SL se efectuaron: a) mediante ataques selectivos realizados a nivel rural o urbano; b) durante las incursiones armadas en poblados andinos y amazónicos, dando lugar a asesinatos selectivos y a masacres; c) en los denominados «juicios populares», generalmente ejecutados durante las incursiones; y d) en los campamentos o «retiradas» que organizaron sobre todo en la Selva Central y ciertas áreas del río Apurímac, afectando a miembros de la etnia ssháninka. Todas estas prácticas fueron conocidas por los jefes inmediatos de los perpetradores y por la dirigencia nacional, quienes las alentaron y las justificaron por ajustarse a la línea política del PCP-SL.
El Partido Comunista de Perú – Sendero Luminoso seguía la doctrina de Marx, Lenin y Mao. La doctrina de Mao, exacta aplicación de la doctrina de Marx y Lenin, es muy clara: afirma que los comunistas deben llevar a cabo una “guerra de aniquilamiento”. De hecho, éste es el título de un texto escrito por Mao: “guerra de aniquilamiento”, unos de cuyos extractos exponemos a continuación:
Para el Ejército Rojo, (…) la orientación básica es la guerra de aniquilamiento. Sólo aniquilando las fuerzas vivas del enemigo, podemos (…) ampliar las bases de apoyo revolucionarias. (…) En una guerra contra un enemigo poderoso, las operaciones encaminadas sólo a derrotarlo no pueden decidir radicalmente el desenlace de la guerra. En cambio, una batalla de aniquilamiento produce inmediatamente un gran impacto sobre el enemigo, sea quién fuere. Nuestra política (…) fue la guerra de aniquilamiento.
Es extremadamente desagradable recordar los crímenes de lesa humanidad cometidos por la guerrilla senderista y el marxismo en general, pero escribimos estas líneas puesto que aún quedan incautos que siguen simpatizando con aquella ideología maldita llamada marxismo, que sigue infectando el orbe con sus mentiras y crímenes.
El Partido Comunista del Perú – Sendero Luminoso mató unos cuatrocientos niños. Uno de los testigos cuenta este hecho aberrante: miembros del Partido Comunista del Perú – Sendero Luminoso
llegaron gritando, explosiones, disparos entre hombres y mujeres y así, chicos, también de doce, trece años; entonces ellos comienzan a matar toda la gente lo que ha visto, todos han muerto, los que ha visto. Pero algunos se han escapado, gracias a Dios (…); entonces yo también estado presente, yo también mi traté de correr. Entonces entraron ellos, así matando. Murió doce muertos, entre ellos seis adultos, seis niños, son menores de tres años, dos años, un año. (…) Ellos matan a los niños con armas blancas.
La maldad del marxismo es tal que el Partido Comunista del Perú – Sendero Luminoso tenía un modus operandi tan perverso que “los asesinatos se cometían con frecuencia en contra de toda una comunidad campesina de forma masiva y sin discriminar a ninguna persona, se atacaba por igual a hombres y mujeres, niños, bebes y ancianos”.
La perversión era tan extrema que Sendero Luminoso mataba bebés para que estos no lloren puesto que sus llantos podrían delatarlos:
De igual modo, los niños y bebes fueron asesinados porque el ruido que generaban con sus llantos podía dar aviso al Ejército y delatar el lugar donde se escondían. Los mandos senderistas advertían a las mujeres que tenían hijos pequeños, “que hagan lo que sea con tal que no lloren sus hijos, porque los militares les podrían ubicar fácilmente”. …cuando algún niño lloraba mucho generalmente de hambre, los terroristas decían: mátalo, por su culpa nos pueden descubrir, lo mismo que ocurría con los bebés de pecho que lloraban… a todos ellos había que eliminarlos. Después de asesinarlos a unos los arrojaban a los ríos y a otros a los acantilados.
El Partido Comunista del Perú – Sendero Luminoso solía matar campesinos para someterlos. En efecto, “los asesinatos se utilizaron también en forma generalizada y sistemática como medio de intimidación y sujeción de la población de las comunidades donde el PCP-Sendero Luminoso logró algún grado de influencia o intentó controlar”.
La maldad del marxismo es tan diabólica que los asesinatos y atentados [perpetrados por el Partido Comunista del Perú-SL] destinados a provocar víctimas fatales, se convirtieron en una forma calculada, generalizada y sistemática de causar terror y zozobra entre la población”. El accionar comunista es, de suyo, tan perverso que “en 12% de los casos reportados a la CVR de asesinatos cometidos por el PCP-SL la víctima fue torturada como forma de escarmiento”. Insistimos: Sendero Luminoso simplemente puso en práctica la doctrina marxista. El marxismo no es sino eso: un plan macabro para hacer la guerra contra los considerados “no-proletarios” hasta lograr imponer un gobierno totalitario que seguirá asesinando a los opositores y expandiéndose por el mundo. El marxismo tiene algo en común con el Islam: ambas son ideologías cuyos textos fundacionales piden hacer una guerra total contra los que no se someten a su discurso.
La tortura fue una de las prácticas comunes practicadas por el Partido Comunista del Perú – Sendero Luminoso. En efecto, como explica el Informe,
La tortura, así como otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes, fueron perpetrados en forma generalizada por miembros del PCP-SL contra personas que eran consideradas hostiles o insumisas, así como contra sus familiares o allegados. Esta práctica ocurría como paso previo al asesinato de dichas personas en el contexto de masacres; incursiones armadas en poblados andinos y amazónicos; en los pseudo procesos denominados «juicios populares»; y en los campamentos o «retiradas» que constituyeron sobre la base del desplazamiento forzoso de poblaciones.
La malicia del marxismo es tan diabólica que el Partido Comunista-SL solía aplicar la tortura “cuando la víctima no cumplía con las órdenes que «el partido» establecía. El ejemplo más reiterado se presentó cuando la víctima, que era designada contra su voluntad como «autoridad del partido», no cumplía con las funciones requeridas”. El Comunismo es tan nefasto que,
En el período 1983-1993 la tortura se constituyó en una práctica generalizada y sistemática realizada [por el Partido Comunista del Perú – Sendero Luminoso], generalmente, previamente a los asesinatos. El testimonio de la declarante identificada con el código 203453 señala que (…) la mayoría de éstos [diez víctimas del Partido Comunista-SL] mostraban signos de tortura, tenían las caras cortadas, otros no tenían orejas, otros estaban degollados y los demás, tenían las bocas cortadas. La declarante nunca encontró el cuerpo de su esposo.
No por nada S.S. Pío XI calificó al comunismo de ser intrínsecamente perverso. Un testigo relata un caso de tortura perpetrado por el Partido Comunista del Perú – Sendero Luminoso sobre dos personas: “los hicieron desfilar en la plaza, arrodillarse en el suelo por más de una hora, realizar planchas, los golpearon, les tiraron patadas y latigazos”. Otro hombre fue sacado de su casa y
Luego de ser amarrado con las manos por detrás, fue llevado hacia el mercado y luego por varias calles del pueblo y conducido hasta su pequeña tienda de abarrotes. Posteriormente, fue trasladarlo a un costado de la Iglesia donde le pusieron una soga al cuello, diciéndole «estás pagando por chismoso» mientras le propinaban patadas y puñetes. La mujer que dirigía la acción ordenó a dos hombres jalar la soga de ambas puntas para ahorcarlo, y así lo hicieron, a la vez que otros le hacían cortes en los labios y el cuello. Como consecuencia de estos vejámenes, el declarante dice haber perdido el conocimiento. Los senderistas amenazaron a la población diciendo que no retiraran el cuerpo, pero antes de retirarse se llevaron sus prendas de vestir como zapatos, poncho, casaca y otros atuendos, dejándolo casi desnudo.
Una víctima del Partido Comunista del Perú – Sendero Luminoso fue asesinada y luego los comunistas bebieron la sangre del muerto. Así lo relata la viuda del difunto:
La declarante que se identifica con el código 200245 manifestó a la Comisión que en 1984, en la provincia de Huamanga, departamento de Ayacucho, en circunstancias en que su familia se encontraba durmiendo en su casa, ingresaron violentamente al lugar los «puriq» (caminantes) buscando a su esposo. La declarante sostiene que su esposo se defendió arrojando piedras con su honda, pero no pudo evitar ser capturado, lo derribaron y empezaron a patearle. Finalmente, le dieron un corte en la parte posterior del cuello y lo dejaron para que muriera. La declarante aseveró además a la Comisión que los «puriq» habían tomado la sangre de su víctima.
El Partido Comunista del Perú – Sendero Luminoso es responsable de haber forzado a las personas a beber la sangre de sus vecinos, como relata el Informe:
Es importante destacar que los miembros de Sendero procuraban involucrar en la tortura a toda la población, con el objeto de crear un punto de «no retorno» de obediencia total. El siguiente testimonio es particularmente ilustrativo: Era el 87 en el campo de Paraíso […] llegaron un promedio más o menos 300 guerrilleros muy armados entre hombres y mujeres, chicos, grandes […] Sacaron a dos sujetos bien amarrados los sujetos, ya con tex pálida. Amarrados, le hicieron arrodillar a la mala tomando el nombre «miserable». «¡Estos miserables van a ser ajusticiados, van a ser acriminado!» […] Sale una señorita entre 17, 18 años, agarra un puñal grande y lo pica al hombre en la parte de atrás como si estuviese matando a un ganado, a una res. Y al picar, así cae. Y el señor nuevamente se levanta, quiso de repente reaccionar. Los miembros de la guerrilla apuntando con armas para que el pueblo no corra o no se amontone hacia ellos, todo así, y había momentos que hacían tiros al aire: la gente gritaba, ya así ¿no? Entonces, no contento con eso agarraban, enfocaban con una linterna y te miraban si estás nervioso o estás tranquilo, o de repente si llorabas o no llorabas […] Le agarraban a la gente así, y te obligaban a picar a esa persona, o sea a esa persona lo mataban picando así de a poquito a poquito. No contento con eso, otro grupo agarraba así la sangre que derramaba, así agarraba y te empezaba a manchar toda la cara así, te manchaba o a veces te obligaban a tomar la sangre de humano».
La malicia del Partido Comunista del Perú – Sendero Luminoso fue de tipo luciferino a tal punto que este grupo, dirigido por Abimael Guzmán, llegó a violar mujeres como parte de la estrategia marxista. En efecto,
La violación sexual de mujeres como forma de tortura fue implementada por el PCP-SL principalmente como forma de «castigo» o «represalia» cuando la víctima se negaba a integrar sus filas o como represalia por algún hecho relacionado con su pareja o un miembro de su familia de sexo masculino.
La malicia del marxismo no tiene límites. Coherentemente, la del Partido Comunista del Perú – Sendero Luminoso tampoco. En efecto,
Hechos de violación sexual precedieron el reclutamiento de jóvenes en PCP-SL: “… los senderistas llevaban a las mujeres jóvenes al parque llamado Ushlalatuco, donde las violaban y las preparaban física y militarmente, también las adiestraban para realizar saqueos de animales e incluso aprendieron a manejar con facilidad las armas, para que cometan sus incursiones […]”. Las jóvenes que sufrieron estos hechos en ese momento tenían dieciséis años. En otros casos, las mujeres eran secuestradas de sus casas y obligadas a acompañar a los subversivos en sus viajes. Una declarante cuenta cómo su hija fue secuestrada y obligada a permanecer con los senderistas por tres meses. Cuando pudo escaparse, estaba embarazada producto de una violación sexual […] Otra testimoniante narra que en las reuniones que PCP-SL convocaba en su comunidad, “otros violaban, incluso uno que violó a una niñita”. Un declarante narra cómo su hija fue secuestrada por integrantes de PCP-SL, quienes ingresaron en forma violenta a su casa. Al día siguiente de los hechos, los pobladores le avisaron que el cadáver de su hija había aparecido tirado en el suelo. Al llegar, el declarante encontró a su hija muerta, “con las manos atadas, el cuerpo semidesnudo, el rostro y pecho ensangrentado, con huellas de haber sido apuñalada en el pecho y en la cara. Al momento de realizarse la autopsia, le informaron que su hija había sido ultrajada sexualmente”. Otra declarante narra que cuando se encontraba recogiendo leña fue perseguida por un subversivo quien posteriormente la violó sexualmente: “me dijo: ‘si no me vas a aceptar, te voy a matar’. Yo gritaba, auxilio pedía y nadie había”.
El Partido Comunista del Perú – Sendero Luminoso mandaba guerrilleras marxistas a fornicar con los guerrilleros presos. Así lo explica el informe:
Una mujer cuya prima era una militante senderista afirma: “Muchas chicas tienen la ‘tarea revolucionaria’ de acudir a las cárceles para atender a los compañeros. No se pueden negar. Lo único que pueden hacer es elegir con quien van a tener relaciones sexuales. Generalmente un responsable designa las parejas.
El Partido Comunista del Perú – Sendero Luminoso torturaba incluso menores de edad, a quienes forzaban a integrar sus filas, como explica el Informe: “como practica dirigida específicamente contra menores se presentó durante los secuestros y reclutamientos forzados. De acuerdo a la información recopilada por la Comisión, el [6.56%] de los actos de tortura atribuibles al PCP-SL fueron cometidos contra menores de edad”.
El Informe dio cuenta de los crímenes senderistas entre 1980 y 2000. Ahí se menciona que Sendero Luminoso fue el principal perpetrador de crímenes en ese período de guerra marxista revolucionaria.
Abimael Guzmán, como dijimos, fue el jefe del Partido Comunista del Perú – Sendero Luminoso (PCP-SL), fue el principal responsable de los crímenes y masacres perpetrados por ese Partido. Guzmán diseñó los planes para los asesinatos y masacres y la orden para ejecutarlos como parte de su estrategia armada contra la sociedad peruana. Su postura ideológica no fue sino el marxismo en estado puro, esto es, marxismo mao-leninista. Manifestó sus ideas en una entrevista realizada en 1988 y publicada por un sitio web del Sendero Luminoso. Transcribimos algunos extractos:
En la actualidad ser marxistas, ser comunistas, nos demanda necesariamente ser marxista-leninista-maoístas y principalmente maoístas […] La ideología del proletariado, la gran creación de Marx, es la más alta concepción que ha visto y verá la Tierra; es la concepción, es la ideología científica que por vez primera dotó a los hombres (…) de un instrumento teórico y práctico para transformar el mundo. […] El marxismo se ha ido desarrollando, hemos devenido marxismo-leninismo y hoy marxismo-leninismo-maoísmo y vemos cómo esta ideología es la única capaz de transformar el mundo y hacer la revolución y de llevarnos a la meta inclaudicable: el comunismo. El marxismo-leninismo-maoísmo y hoy principalmente el maoísmo, es la única ideología todopoderosa porque es verdadera (…) Es producto, aparte de lo antedicho, de la extraordinaria labor de figuras históricas extraordinarias como Marx, Engels, Lenin, Stalin y el Presidente Mao Tsetung, para destacar notables cumbres […] Recuérdese lo que dijo Lenin, sintéticamente, hay que forjar en dos cuestiones, forjar en la violencia revolucionaria y forjar en la lucha implacable contra el oportunismo, contra el revisionismo. […] Marx nos enseñó «la religión es el opio del pueblo», es una tesis marxista plenamente válida hoy y mañana lo seguirá siendo; que la religión (…) se irá extinguiendo conforme la explotación vaya siendo barrida […] Una segunda lección, la importancia de la guerra popular; un Partido Comunista tiene como tarea central la conquista del Poder para la clase y el pueblo; un Partido una vez constituido y considerando las condiciones concretas tiene que bregar por plasmar esa conquista y solamente puede hacerlo mediante la guerra popular.
Según el informe de la CVR, el 24% de los asesinados –incluidos degollamientos, lapidaciones y mutilaciones- fueron dirigentes sociales, de los cuales el 56% eran de zonas rurales. Las víctimas de la guerrilla comunista fueron campesinos, maestros, ingenieros, religiosos, periodistas, amas de casa, policías, miembros de las FF.AA., entre otros. Los pretendidos defensores de los campesinos fueron sus principales verdugos. He aquí el marxismo.
II.-
En este artículo hemos expuesto algunos de los macabros crímenes del Partido Comunista del Perú – Sendero Luminoso. La malicia senderista fue tan infernal, que esto nos lleva a preguntarnos, ¿de dónde vino todo eso? ¿Cuál es la raíz de tanta maldad? La respuesta es simple: de Kissel Mordechai (cuyo nombre ficticio era Karl Marx), el inventor de esa pestilente ideología llamada comunismo.
Fue Marx quien sentenció que los comunistas deben hacer la revolución armada. Fue él quien amenazó a medio mundo, esto, a quienes entran bajo el campo del ideológico y caprichoso mote de “clases dominantes”, conformadas por todos aquellos que el Partido Comunista decrete.
Leamos el llamamiento a las armas de parte de Marx. Se encuentra al final del Colofón de su maldito y célebre Manifiesto Comunista y dice así:
los comunistas consideran indigno de ellos disimular sus ideas y propósitos. Declaran abiertamente que sus fines sólo pueden lograrse por la subversión violenta de todo el orden social existente. Ya pueden temblar las clases dominantes ante una revolución comunista (…) ¡Proletarios de todos los países, uníos!.
El fundamento de este llamado a las armas es que Marx y Engels creían que “la Historia de toda sociedad hasta nuestros días es la historia de la lucha de clases” y esa lucha, por tanto debe continuar y radicalizarse en todo el orbe, esto es, el llamado “proletariado” debe hacerle la guerra a la llamada “burguesía” ya que, como delira K. Mordechai, “la sociedad se divide más y más en dos grandes campos enemigos, en dos clases directamente opuestas: la burguesía y el proletariado”.
La criminal ideología de Marx fue profundizada y practicada por Vladimir Ilyich Ulyanov (alias “Lenin”), quien impuso el comunismo en Rusia e implementó inmediatamente el Terror Rojo contra supuestos oponentes y el llamado comunismo de guerra, que condujo a una hambruna masiva que provocó muchos levantamientos brutalmente aplastados y millones de muertes. El brutal Lenin anhelaba, en su libro “¿Qué hacer?”, que la indignación del proletariado llegue a ser un incendio, soñando con lanzar un periódico “que avivase cada chispa de la lucha de clases y de la indignación del pueblo, convirtiéndola en un gran incendio”.
Mao también puso en práctica el marxismo, siguiendo la doctrina de Marx y Lenin. Mao, con sus obras y sus escritos, dejó bien claro lo mismo que había sido dicho por Marx y Lenin: el comunismo es revolucionario y la revolución debe ser violenta. En efecto, Mao escribió estas aberraciones:
hacer la revolución no es ofrecer un banquete (…) Una revolución es una insurrección, es un acto de violencia mediante el cual una clase derroca a otra. (…) Sin recurrir a la máxima fuerza, el campesinado [esto es, el partido comunista] jamás lograría derrocar el poder de los terratenientes.
Hablando de los excesos del campesinado en su agitación revolucionaria, Mao dice que no son excesos sino que los excesos son necesarios. Mao es clarísimo: afirma que la revolución marxista debe imponer el terror en todas las aldeas.
Estos “excesos” son sumamente necesarios en el segundo período del movimiento campesino, el de acción revolucionaria. En este período es imprescindible imponer la autoridad absoluta de los campesinos [esto es, del partido comunista], prohibir toda crítica malévola a las asociaciones campesinas [esto es, al partido comunista] (…). Los llamados “excesos” en este segundo período tienen todos un significado revolucionario. Para decirlo con toda franqueza, en todas las aldeas se necesita un breve período de terror. De lo contrario, resulta absolutamente imposible aplastar las actividades de los contrarrevolucionarios en el campo (…) Para corregir un error, hay que sobrepasar los límites justos; de otra manera, el error no será corregido. Los que critican estos “excesos” aparentemente se diferencian de los que gritan “¡Muy mal!”, pero en el fondo unos y otros comparten el mismo punto de vista y sostienen la misma teoría que obstaculiza el ascenso del movimiento campesino [esto es, del partido comunista] y, por consiguiente, socava la revolución.
Queda claro entonces: Mao afirma que la revolución marxista debe imponer el terror en todas las aldeas. Y Mao dice esto siguiendo a Lenin que aplicó el Terror Rojo y a Marx que amenazó a todo el orbe con “la subversión violenta de todo el orden social existente” . Guzman y su Partido Comunista del Perú – Sendero Luminoso simplemente aplicaron la doctrina marxista: sembraron el terror en Perú, como Mao lo sembró en China y Lenin en Rusia y como Marx lo predicó en Alemania.
Terminemos estas notas con un consejo: cuando veas un izquierdista, pasale esta nota. Así verá las infernales consecuencias de su ridícula y perversa ideología.
Padre Dr. Federico Highton, SE – Doctor en Filosofía (APRA, Roma) – Director del Ateneo San Elías
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