En los últimos días se ha hablado mucho de la detención de Puigdemont. Esta ha sido celebrada por la derechita disidente que va de envalentonada pese a responder a juicio sistemático sionista masónico liberal.

Han celebrado también esto muchos «falsos patriotas» de pulserita y pollito torero, que pueden exibir esas banderas en lujosos áticos de zonas elitistas o pijotear en sus cócteles, quedadas terraceras y orgías presuntas.

Mucho hablan de la prisión y de criticar el prusés. Y sí, a veces hácenlo porque este no es lo suficientemente liberal en lo económico y no busca renunciar a determinadas políticas sociales (otra cosa es que promuevan los frutos del liberalismo cultural y el odio antiespañol masón, aparte de llenar Cataluña de moros por intereses económicos).

Pero creo yo que he de abrir, el debate no tanto desde una vía penal, que igual sí, en un futuro se podría ver. Creo que habría que excomulgar a quienes son más descarados que los revolucionarios que a cara descubierta promueven los sínodos liberales y relativistas, o si no encargados de confundir con los nacionalismos apátridas judaicos.

Los «libertarios católicos» (sí, los libertarios, porque quienes se consideran liberales clásicos son más honestos e incluso no quieren disfrazarse de tradicionales o guardianes de la Fe) desarrollan una práctica totalmente subersiva a la fe y al orden cristinao.

Estos promueven el egoísmo, la no redistribución pro bien común, la libertad de sexo en domicilios privados, la posibilidad de propagación de herejías y averraciones en casa, la ruptura entre las comunidades… Y sí, confunden lo que significa la SUBSIDARIEDAD.

Estos «libertarios católicos» (llamados paletolibertarios o anarcotradicionales) se erigen como contrarrevolucionarios y citan para salvarse a autores tradicionalistas, y dicen defender la vida, la familia tradicional, la eliminación física de los sidosos y la cultura cristiana (en verdad abusan de la propiedad como alegato de derecho sin más cuando dicen criticar el Islam).

Con lo cual no solo promueven la herejía y el pecado negador, sino que utilizan todas las enseñanzas de la iglesia, de manera maliciosa, invencionista e interesada para justificar sus maldades. Por eso son nuestros falsos amigos y van con piel de codero.

Así que si hay que excomulgar a Biden por lo del aborto, lo cual suscribo también, habrá que hacer lo mismo con estos herejes sibilinos que son peores que un veneno de esos que salen de los basureros. ¡EXCOMUNIÓN! …. ¡Y PRISIÓN SI POMUEVEN LA SECESIÓN!

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