Por Gary D. Barnett

La credulidad del hombre, al parecer, no tiene límites, porque si es así, ¿cómo podría tanta gente ser tan ciega? Al reflexionar sobre los últimos 18 meses, es bastante alarmante comprender el alcance de esta estafa llamada «pandemia» y cómo todo este país (y el mundo) ha abrazado mentiras, engaños y tiranías de tal magnitud. El asesinato masivo a manos del Estado ya ha comenzado, pero con el despliegue de inyecciones letales y tóxicas etiquetadas deliberadamente erróneamente como «vacunas», la matanza de un gran número de demócratas será evidente entre toda esta población durante los próximos años.

Solo una nación de tontos cobardes y patéticos permitiría un destino tan abominable para su propia descendencia indefensa. Este tipo de comportamiento indica una completa falta de intelecto y una ignorancia masiva de la realidad. También indica una indiferencia generalizada, que es la encarnación de una sociedad enferma e inmoral.

Entonces, parece que la llamada ‘nueva normalidad’ de un régimen totalitario sobre una sociedad similar a la esclavitud no es solo culpa de aquellos que desean gobernarnos, sino aún más de la gente en general por permitir que eso suceda. esto sucede sin una buena resistencia. Culpar al enemigo es fácil, pero se evita a toda costa aceptar la culpa, y esta actitud es incluso peor que la de los tiranos. Se espera que el mal entre nosotros, que somos la clase dominante, exista, pero el mal de la apatía de las masas nunca puede ser aceptado ni excusado.

En los últimos meses, los ciudadanos de este país han accedido plenamente a la voluntad de un régimen totalitario y al hacerlo han expuesto sus debilidades debido a un miedo infundado. Muchos piensan que el número es seguro, pero esa es solo la mentalidad de los animales de la manada, no de los humanos. Al permitir voluntariamente la muerte y destrucción de parte del rebaño, el resto sobrevive para vivir un día más, pero cuando las personas aceptan esta actitud, también deben aceptar la muerte y destrucción de su familia, amigos y vecinos como algo normal para sobrevivir. Si es así, parece que la evolución de la especie humana está retrocediendo, y eso es exactamente lo que se supone que debe lograr el colectivismo.

Con eso vienen las consecuencias de la inacción y, en estas circunstancias, esas consecuencias siempre quedan a discreción de los tiranos. Lo que ha sucedido hasta ahora debería ser suficiente para que cualquiera que vea la locura pueda confiar en un estado o una nación. Lo que comenzó con cierres y cuarentenas, llevó a cierres de empresas, pérdida de puestos de trabajo, estrés extremo, interrupciones de la línea de suministro, escasez, precios más altos de bienes y servicios (inflación) y, por supuesto, caos económico. Esto, a su vez, condujo a mucha más pobreza, desesperación y hambre, preparando el escenario para la siguiente fase de esta toma de poder. En ese momento, la gente debería haber reconocido la naturaleza totalitaria de lo que estaba sucediendo, pero, por desgracia no ha sido así.

Para ver la escritura en la pared, hay que buscar y aceptar la verdad, por muy arriesgada que sea. Evitar la verdad en favor de esconderse de la realidad, esperar que alguien más «arregle» las cosas, es exactamente lo que todos los gobernantes tiránicos buscan en las poblaciones que están tratando de controlar. Expresé la opinión de que el momento de este golpe se basó completamente en el hecho de que la clase magistral sabía que la población en general estaba demasiado asustada, demasiado dependiente y demasiado apática para luchar contra este autoritarismo dictatorial que había sido planeado durante décadas. El momento fue genial, porque las masas actuaron exactamente como querían.

Si bien en realidad no existe el «Covid-19» y nunca se ha identificado, la amenaza real de la pandemia real se dejó de lado en el momento adecuado, ya principios de este año se lanzó la pandemia de la «vacuna». La «vacuna» es el arma biológica, y las llamadas variantes inexistentes de un virus inexistente son el resultado de «vacunas» mortales. En otras palabras, la “vacuna” es la pandemia, y todos aquellos que voluntariamente se hayan puesto las inyecciones serán las víctimas de esta pandemia escalonada. Una vez que las muertes por estas dosis alcancen un número sin precedentes, y lo harán, se culpará al resto de la sociedad que no ha sucumbido a la idiotez de tomar un brebaje tan peligroso. De hecho, todos habrán sido atacados por el estado criminal, hayan recibido la inyección o no. El grupo «vacunado» estará enfermo y moribundo, mientras que el grupo no vacunado será expulsado por el estado. Por eso esta sociedad ya se ha dividido a escondidas para enfrentar a los vacunados contra los que no lo están; un complot siniestro para solidificar el control de los dos grupos.

Es un intento de toma de posesión comunista, que reúne todos los elementos del fascismo, el marxismo y el comunismo. Este es el período más peligroso de la historia para los habitantes de este planeta, ya que es un intento de apoderarse de todo a nivel mundial para convertirlo a un sistema controlado por la tecnocracia, donde hay unas pocas «élites» en la cima, sus ejecutores y socios comerciales a continuación, incluido el gobierno, el resto es una clase de esclavos conocida como el proletariado.

Si bien se cree que esta «pandemia» se trata de un virus misterioso, no lo es, ya que la narrativa del virus es solo la herramienta utilizada para lograr la agenda real, que tiene sus raíces bajo la apariencia de «desarrollo sostenible» comercializado a través de la idiotez de cambio climático provocado por el hombre. Esto se ha descrito detalladamente en la Agenda 21 y la Agenda 30 de la ONU, y en el acertadamente llamado programa «Gran Reinicio» descrito por Klaus Schwab y el Foro Económico Mundial. En realidad, tiene un solo objetivo, y es lograr la gobernanza mundial total y el control universal sobre todos. Para tener éxito en este esfuerzo, habrá que asesinar a varios cientos de millones, o más probablemente miles de millones. Las «vacunas» son las herramientas del asesinato, por lo que es imperativo evitar estas inyecciones a toda costa.

Esta no es una amenaza nueva, pero ha sido cuidadosamente manipulada para que ocurra en este momento para coincidir con la ignorancia e indiferencia del pueblo, su división preparada, debilidad y dependencia del pueblo. Estado, y por ende su cobardía frente a adversidad. . Esta «vacuna» es la clave del éxito tanto para los gobernantes malvados como para los criminales, por lo que cuanto menos tomemos este brebaje de brujería, más capaces estaremos de luchar contra este atroz intento de destruir a la humanidad. Nuestra única esperanza es seguir incumpliendo, desobedecer todas las órdenes y abolir el actual sistema de gobierno que ha asumido poderes dictatoriales con la cooperación voluntaria de las masas.

Este artículo se publicó originalmente en francés en https://guyboulianne.com/

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