El presidente de la Liga Católica, Bill Donohue, comenta sobre un nominado de Biden que es una amenaza para la seguridad pública :
Si las credenciales fueran motivo suficiente para ocupar un puesto en la administración de Biden, Atul Gawande merecería un voto unánime. Es profesor de cirugía en la Escuela de Medicina de Harvard, graduado de la Escuela de Medicina de Harvard, becario Rhodes, autor distinguido y ex director ejecutivo de una organización de atención médica. Seguramente esta es la razón por la que el presidente Biden lo nombró administrador adjunto de la Oficina de Salud Global de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional.
Sin embargo, hay muy buenas razones por las que el senador Marco Rubio dio la voz de alarma sobre Gawande. Es un defensor del infanticidio, reflejo, sin duda, de su burda filosofía utilitaria. En resumen, las credenciales, no importa cuán estelares sean, no nos dicen nada sobre la ética de la persona.
Rubio, que forma parte del Comité de Relaciones Exteriores del Senado, centra su objeción a Gawande en un ensayo de 1998 que escribió para Slate, el medio de comunicación de izquierda. Fue una defensa a pleno pulmón del aborto por nacimiento parcial.
Gawande describe casualmente lo que implica el aborto por nacimiento parcial. «El feto nace con los pies primero. Para sacar la cabeza grande, el médico abre un orificio en la base del cráneo del feto e inserta un tubo para succionar el cerebro, que colapsa el cráneo. A menudo, pero no siempre, el feto se inyecta letalmente de antemano «.
Gawande sabe cómo reacciona la gente normal a este monstruoso procedimiento y tiene una respuesta preparada para ellos. «Sin embargo, si el aborto por nacimiento parcial es demasiado espantoso para permitirlo, es difícil ver cómo otros abortos tardíos, especialmente D y Es [dilatación y evacuación], son diferentes». Tiene razón en eso.
«Aproximadamente el 80 por ciento de los abortos tardíos se realizan mediante D y E», dice Gawande. «Un par de días antes, se colocan pequeñas varillas absorbentes en la abertura cervical de la mujer embarazada para expandirla gradualmente. Luego, para el procedimiento real, ella y el feto reciben una sedación intensa o anestesia general. El médico rompe su bolsa de agua y drena el líquido. La abertura no deja salir al feto entero. Por lo tanto, el médico usa tenazas de metal, aplasta físicamente la cabeza y desmembra al feto. Los pedazos se extraen y se cuentan para confirmar que no se perdió nada. » Ni siquiera un dedo del pie.
Gawande habla con desapego clínico sobre las prácticas más parecidas a los nazis.
«Lo que hace que el aborto sea perturbador es que el feto ahora es grande, como un niño completamente formado. Dos de mis amigas obstetras, ambas fuertemente a favor del aborto, me dijeron que, incluso cuando está en juego la vida de una madre y el aborto es absolutamente necesario, hacer la D y la E se siente «horrible». Imaginamos, cuando miramos a los ojos del feto, que hay alguien ahí «.
Imagina eso. Un niño grande por nacer, que milagrosamente se asemeja a un «niño completamente formado», inspira a quienes lo miran a los ojos, ¡que realmente hay alguien allí!
Hooman Noorchashm es un médico que también tiene un doctorado. Trabajó con Gawande en Brigham and Women’s Hospital (BWH), una entidad afiliada a Harvard, en Boston. El 11 de diciembre de 2018, escribió una carta a Gawande comentando su nombramiento como nuevo director ejecutivo de Haven Healthcare.
Noorchashm criticó a Gawande por quedarse mudo en un grave escándalo que tuvo lugar en el hospital cuando trabajaban allí. Se utilizó una herramienta quirúrgica durante las histerectomías que propagaron un cáncer peligroso en algunos de los pacientes del hospital.
El dispositivo se llama morcelador. Se utiliza para cortar y extraer tejido para tratar los fibromas. Si bien estos crecimientos suelen ser benignos, a veces no se pueden detectar antes de la cirugía. Como lo describió el Wall Street Journal, que cubrió el escándalo, «la morcelación puede enviar trozos de tejido maligno a otras partes del abdomen, reduciendo significativamente las posibilidades de supervivencia a largo plazo de una mujer», dijo la FDA. Una de las mujeres tratadas en BWH murió después de una histerectomía con morcelación en 2012. Tenía 52 años.
Cuando Noorchashm habló con Gawande sobre este tema, quedó impresionado por su cobarde silencio. Lo que hace que esto sea tan perturbador es que Gawande tiene la reputación de ser el guardián de la seguridad pública. Además, estaba plenamente consciente de un análisis crítico de lo que estaba sucediendo en BWH.
Noorchashm dijo en la carta que le envió que «no se levantó, en absoluto, para defender una posición y crítica quirúrgica y ética [de esta operación peligrosa] que sabía que era absolutamente correcta; sé que su silencio fue por el bien de la política interna , o quizás fue debido a la filosofía utilitarista éticamente desequilibrada que sus escritos parecen promover «.
Noorshashm no se anduvo con rodeos. «Tal vez usted crea que la mayoría de los beneficios y las ventajas de costos / ingresos justificaron de alguna manera al subconjunto minoritario de mujeres cuyos cánceres estaban siendo propagados y eclipsados por los ginecólogos que usaban sus ‘picadoras de carne’ a través de pequeños orificios».
Llamó a la selección de Gawande como director ejecutivo de Haven Healthcare como «monumentalmente aterradora».
Seguramente la administración Biden puede encontrar a alguien que tenga un historial más humano que Gawande. No es exagerado decir que es una amenaza directa para la seguridad pública.
Dígale al senador Rubio que apoya sus esfuerzos. Comuníquese con su directora legislativa, Lauren Reamy: lauren_reamy@rubio.senate.gov
Este artículo se publicó originalmente en inglés en www.catholicleague.org
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