El anuncio de un proyecto para construir una Casa de la Familia Abrahámica en Abu Dabi (Emiratos Árabes Unidos) el 15 de noviembre de 2019, demuestra que el Documento sobre la Fraternidad Humana para la Paz Mundial y la Convivencia Común, firmado conjuntamente el 4 de febrero de 2019 por el Papa Francisco y el Gran Imam de Al-Azhar, constituye un plan de trabajo para el pontificado actual.

Un templo para una nueva religión mundial

El 19 de noviembre de 2019, el arzobispo Carlo Maria Vigano, ex nuncio apostólico en los Estados Unidos, publicó en el sitio web del vaticanista Aldo Maria Valli su análisis sobre el proyecto de construcción de esta casa común, que reunirá una sinagoga, una mezquita y una iglesia. A continuación, presentamos algunos pasajes significativos: «El viernes 15 de noviembre de 2019, como refiere VaticanNews, el papa recibió en audiencia al gran imán Ahmed Al-Tayeb, acompañado por varias personalidades y representantes de la Universidad de Al-Azhar y del Comité Superior, todos ellos animados por la voluntad de dar forma y concreción a los contenidos del Documento sobre la Fraternidad Humana para la Paz Mundial y la Convivencia Común, firmado a su vez por el pontífice y el imán el pasado mes de febrero».

Con respecto al proyecto en sí, el prelado romano escribe: «Sir David Adjaye Obe es quien ha ideado este proyecto arquitectónico, que se llevará a cabo en la opulenta y extravagante Abu Dabi. Se trata de la Casa de la Familia Abrahámica, una especie de Nueva Tienda de la Hermandad Universal, evocadora de esa otra Tienda en la que el Patriarca del Antiguo Testamento acogió a tres misteriosos ángeles (cf. Gn 18), prefiguración del Dios Trinitario plenamente revelado a la legítima posteridad abrahámica por medio de la fe en Jesucristo».

«La Casa de la Familia Abrahámica es, por tanto, el nombre de este edificio que acogerá en su interior una sinagoga, una mezquita y una iglesia, dedicada, claro está, a San Francisco de Asís. El proyecto de Sir David prevé que los tres lugares de culto estén unidos entre sí por unos cimentos únicos y que los tres surjan dentro de un jardín, evocación de un Nuevo Edén, reedición en clave gnóstica y masónica del paraíso de la Primera Creación. Como se le ha explicado al Papa, esta ‘construcción… servirá como lugar de culto individual, pero también para el diálogo y el intercambio interreligioso’. De hecho, se ha previsto también la construcción de un cuarto edificio, sede del Centro de Estudios e Investigación sobre la Fraternidad Humana, cuyo objetivo, que se deduce del documento de Abu Dabi, será ‘dar a conocer las tres religiones’. En esta misma sede tendrán lugar las ceremonias para la entrega del Premio a la Fraternidad Humana».

«La construcción de la Casa de la Familia Abrahámica parece una empresa babélica, ideada por los enemigos de Dios, de la Iglesia católica y de la única y verdadera religión capaz de salvar al hombre y a toda la creación de la destrucción, tanto presente como eterna y definitiva. Los cimientos de esta «Casa», destinada a ceder y a derrumbarse, se erigen precisamente, por mano de los mismos constructores, en donde está a punto de ser increíblemente eliminada la Única Piedra Angular: Jesucristo, Salvador y Señor, sobre quien se levanta la Casa de Dios. «Mire cada cual cómo construye. Pues nadie puede poner otro cimiento fuera del ya puesto, que es Jesucristo», advierte el apóstol San Pablo (1 Cor 3, 10-11). En el jardín de Abu Dabi está a punto de surgir el Templo de la Neo-Religión sincrética mundial con sus dogmas anticristianos. ¡Ni siquiera el masón más optimista se podría haber imaginado algo así!

Y para mostrar la verdadera causa de este aterrador proyecto, Monseñor Vigano declara: «Así, el papa Bergoglio lleva a cabo una ulterior apostasía de Abu Dabi, fruto del neomodernismo panteísta y agnóstico que tiraniza a la Iglesia romana, germinado en el documento conciliar Nostra aetate. Estamos obligados a reconocerlo: los frutos envenenados de la ‘primavera conciliar’ están ante los ojos de quienes no se dejan cegar por la Mentira imperante».

El exnuncio afirma que la solución radica en el magisterio tradicional: «Pío XI nos había advertido y puesto en guardia. Pero las enseñanzas anteriores a Vaticano II han sido arrinconadas porque son consideradas intolerantes y obsoletas. La comparación entre el Magisterio preconciliar y las nuevas enseñanzas de Nostra aetate y Dignitatis humanae -por citar solo estas-, manifiestan una terrible discontinuidad, de la que hay que tomar nota y que urge enmendar. Adjuvant deo… Escuchemos las palabras del Sumo Pontífice Pío XI, cuando los papas solían hablar con el lenguaje de la Verdad, cincelado con fuego en el diamante. «Ciertamente, no pueden obtener la aprobación de los católicos estos intentos basados en la falsa teoría que presupone buenas y loables todas las religiones, dado que todas ellas, aunque de manera distinta, manifiestan y representan ese sentimiento que es inherente a todos y por el cual nos sentimos llevados a Dios y al consiguiente reconocimiento de su dominio. Ahora bien, los seguidores de esta teoría no sólo viven en el engaño y el error, sino que repudian la verdadera religión, depravando su concepto y dirigiéndose lentamente al naturalismo y al ateísmo…»

Una política secular

En consonancia con esta Casa de la Familia Abrahámica, está también la solicitud del Vaticano para la celebración de un Día Mundial de la Fraternidad Humana el 4 de diciembre. En nombre del Alto Comité para la Fraternidad Humana [Abu Dabi], el Papa Francisco y el Gran Imam de Al-Azhar firmaron una carta dirigida al Secretario General de la ONU, Antonio Guterres. Este Día Mundial debería celebrarse el 4 de febrero de cada año, precisamente en la fecha de aniversario de la firma del Documento sobre la Fraternidad Humana. Además, la carta pide que las Naciones Unidas participen en la Cumbre Mundial sobre la Fraternidad Humana, que el Comité desea organizar pronto. Como se puede adivinar fácilmente, Antonio Guterres respondió favorablemente a estas propuestas, y ha designado a su Asesor Especial para la Prevención del Genocidio e Incitación al Odio, Adama Dieng, para supervisar esta nueva cooperación entre las Naciones Unidas y la Santa Sede.

Durante una conferencia ofrecida por el periodista Sandro Magister, el 30 de noviembre, en Anagni, Italia, se anunciaron dos reuniones que tendrán lugar el próximo año, por iniciativa del Vaticano, desde una perspectiva más secular que religiosa, e incluso más secular que católica.

«Del 26 al 28 de marzo de 2020″, informa el vaticanista, tendrá lugar un ‘Festival de la economía de los jóvenes con el Papa, un camino intermedio entre Greta Thunberg y los poderosos de la tierra’, como lo anunció el organizador principal, Luigino Bruni, miembro del movimiento de los Focolares, profesor de economía política en LUMSA [una universidad romana privada] y asesor del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida. En la carta de invitación al evento, Francisco propuso nada menos que ‘un pacto para cambiar la economía actual’ y reemplazarla con una ‘Economía de Francisco’ (léase: San Francisco de Asís, pero con un doble significado). Entre las personalidades que ya han confirmado su presencia, además de Bruni y Stefano Zamagni, presidente de la Pontificia Academia de las Ciencias Sociales, estarán los premios Nobel Amartya Sen y Muhammad Yunus, el economista malthusiano Jeffrey Sachs y, el inevitable invitado de este pontificado a todos los eventos del Vaticano relacionados con la economía y la ecología, Carlo Petrini, fundador de Slow Food, que fue uno de los invitados personales del Papa en el Sínodo para la Amazonía, así como la ecologista india Vandana Shiva, tan celebrada en el mundo de los ‘movimientos populares’ como desacreditada por la comunidad científica digna de este nombre», concluye Sandro Magister.

«El segundo evento está programado para el 14 de mayo de 2020 en el Vaticano, y estará abierto a ‘todas las figuras públicas comprometidas a nivel mundial’ en el campo de la educación, independientemente de su religión». Según Sandro Magister, «lo que llama la atención es la ausencia total en este proyecto educativo de cualquier tipo de especificidad cristiana. En el videomensaje con el que Francisco lanzó la iniciativa, no se hace la menor mención de Dios, ni de Jesucristo, ni de la Iglesia. La fórmula dominante es el ‘nuevo humanismo’, con sus complementos habituales: ‘casa común’, ‘solidaridad universal’, ‘fraternidad’, ‘convergencia’, ‘acogida’»…

«¿Y las religiones? Estas también se han agrupado y neutralizado en un ‘diálogo’ indistinto. Para ‘reclamar el terreno a la discriminación’, el Papa menciona el Documento sobre la Fraternidad Humana que firmó el 4 de febrero de 2019 con el Gran Imam de Al-Azhar, un documento en el que el ‘pluralismo y la diversidad de religiones’ son vistos como ‘deseados por Dios en su sabiduría, a través de la cual creó a los seres humanos’. La novedad de esta iniciativa de Francisco consiste precisamente en el hecho de que es la primera vez que un Papa toma las riendas y la iniciativa en un pacto educativo global tan radicalmente secularizado.

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FSSPX.Actualidad informó sobre este proyecto de una alianza educativa global en un artículo fechado el 30 de septiembre de 2019, que muestra que el sueño de Francisco no es católico: la dimensión sobrenatural está completamente ausente. Esta alianza educativa es naturalista, ignora el pecado original y propone objetivos que solo la civilización cristiana puede alcanzar. Finalmente, es una utopía: querer tener en cuenta todas las tendencias éticas o religiosas en la educación es puramente quimérico.

Como Sandro Magister señala: «Este aplanamiento secular no es marginal, en la visión política del papa Francisco. En el diario italiano Corriere della Sera del 2 de octubre pasado, Ernesto Galli della Loggia dio en el blanco cuando reconoció en este pontificado la tendencia a disolver el catolicismo ‘en lo indistinto’, a interpretar ‘la íntima vocación misionera del catolicismo hacia el mundo como el equivalente de la necesidad de confundirse con el mundo mismo’. Solo que en el mundo, a partir de la segunda mitad del siglo XX, se está imponiendo ‘una ideología ética de inspiración naturalista’ conformada por los derechos individuales del pacifismo, del ambientalismo y del antisexismo, que lo único que hace es dar al discurso religioso un lugar subordinado y decorativo, cuando no lo excluye por completo. Por consiguiente, cuando el Papa Francisco abandona todos los rasgos de la identidad histórica de la Iglesia y la asimila con la ideología y el lenguaje del mundo, está tomando una decisión muy, muy arriesgada. Quiere cristianizar al mundo, con el grave riesgo de hacer que la Iglesia sea mundana». En otras palabras, entregar la Iglesia al espíritu de este mundo.

De Abu Dabi a Asís

Volviendo al proyecto para la construcción de la Casa de la Familia Abrahámica, el 20 de noviembre de 2019, en Corrispondenza Romana, la historiadora Cristina Siccardi demostró, como lo hizo el arzobispo Vigano anteriormente, las raíces profundas de la crisis actual: «No debemos pensar que la ciudadela interreligiosa es una idea original y vanguardista del pontificado del Papa Francisco. Proviene del ‘espíritu de Asís’—que no fue, no es y nunca podrá ser el espíritu de San Francisco de Asís—en 1986, cuando Juan Pablo II reunió a todos los representantes de las religiones más importantes del mundo para rezar, en fraternidad humana, por la paz en el mundo. Pero este ‘espíritu de Asís’ tiene sus raíces en el Concilio Vaticano II, como lo demuestra el documento Nostra aetate (28 de octubre de 1965), que abrió el diálogo interreligioso, anulando la misión pedagógica de la Iglesia de condenar los errores religiosos: ‘La Iglesia católica no rechaza nada de lo que en estas religiones hay de santo y verdadero. Considera con sincero respeto los modos de obrar y de vivir, los preceptos y doctrinas que, por más que discrepen en mucho de lo que ella profesa y enseña, no pocas veces reflejan un destello de aquella Verdad que ilumina a todos los hombres’ (NA 2)».

«El liberalismo ha llevado a la Iglesia de los hombres a la libertad religiosa; la libertad religiosa la condujo al ecumenismo y a la elección interreligiosa, mezclando los problemas según un criterio secular: ninguna religión posee la Verdad, sino que todas son portadoras de verdades plurales que pueden conducir, con la fraternidad humana, a la paz mundial. El ‘espíritu de Asís’ hoy crea la Casa de la Familia Abrahámica, pero al menos este ‘espíritu de Abu Dabi’ tiene el mérito de proporcionar claridad entre aquellos que eligen pertenecer exclusivamente al Cristo vivo, real y eterno en su humanidad y su divinidad, y aquellos que, por el contrario, eligen a los dioses fraudulentos, diabólicos e irreales (ya sean de origen religioso o secular)».

El 24 de febrero de 2019, tres semanas después del documento de Abu Dabi, el Padre Davide Pagliarani, Superior General de la Fraternidad San Pío X, dijo en un comunicado de prensa: «Siguiendo a San Pablo y a nuestro venerado fundador, Monseñor Marcel Lefebvre, bajo la protección de Nuestra Señora, Reina de la Paz, continuaremos transmitiendo la fe católica que hemos recibido (1 Corintios 11, 23), trabajando con todas nuestras fuerzas por la salvación de las almas y de las naciones, mediante la predicación de la verdadera fe y de la verdadera religión».

«Id, pues, y enseñad a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Enseñándoles a conservar todo cuanto os he mandado» (Mt. 28: 19-20). «Quien creyere y fuere bautizado, será salvo; mas, quien no creyere, será condenado» (Mc. 16:16).

Fuentes: A. M. Valli/Settimo Cielo/Cath.ch/Corrispondenza romana/Diakonos/benoitetmoi/FSSPX.Actualités/DICI n°391 – FSSPX.Actualités

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