Los católicos mexicanos cada día están más indignados con un gobierno que ya no esconden sus ansias totalitarias. La última gota que ha colmado el vaso ha sido la decisión de la Sala Especializada del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) que resolvió dictaminando que el cardenal emérito de Guadalajara, Juan Sandoval Íñiguez transgredió el principio constitucional de separación entre las iglesias y el Estado, la equidad e igualdad en contiendas electorales, en los comicios del pasado 6 de junio, pues el emérito cardenal sin solicitar el voto para ninguna formación concreta, recordó a los católicos el deber que tenían de votar en conciencia y rechazar el voto a cualquier formación católica que fuera opuesta a los principios de la verdadera fe.

Es curioso que la Sala del Tribunal Electoral recuerde la separación entre Iglesia y Estado, para forzar a los católicos a no poder hablar sobre política, pero no recordara dicha misma separación Iglesia y Estado para prohibir al gobierno inmiscuirse en lo que los prelado católicos opinan, o dejan de opinar. Es decir, para las autoridades mexicanas la separación significa que la iglesia no puede hablar de política, pero los políticos si pueden hablar del mundo eclesial. Curiosa separación, y curioso concepto de la libertad.

La citada Sala del Tribunal Electoral acordó dar vista a la Secretaría de Gobernación para que determine las sanciones oportunas que pueden llegar hasta una multa de tres millones de pesos (alrededor de 150 mil dólares).

La formación política del masó López Obrador, Morena, denunció a Sandoval y a los ministros de culto Pedro Pablo Elizondo Cárdenas, Mario Ángel Flores Ramos, Ángel Espinosa de los Monteros y Carlos Aguiar Retes, por violaciones a la ley electoral.

Cabe recordad que Sandoval ha sido una personalidad muy crítica con el nuevo orden mundial, tal y como se puede apreciar en el siguiente vídeo que difundió nuestra canal de Televisión Tradición Viva TV.

El delito de los condenados no fue otro que difundir en redes sociales mensajes y vídeos en los que invitavan a la ciudadanía a reflexionar el sentido de su voto y solicitaron a los electores favorecer a candidaturas afines a los valores de la religión católica.

«A juicio de la ponencia, se actualiza la eficacia refleja de la cosa juzgada respecto de las manifestaciones realizadas por el cardenal Juan Sandoval Íñiguez en el video difundido en Facebook el 1 de junio, debido al impacto que tuvo en la elección de los integrantes de la Cámara de Diputados», se estableció en el proyecto de la magistrada ponente, Gabriela Villafuerte. Es decir que un cardenal de la iglesia católica no puede hacer declaraciones públicas sobre sus opciones políticas, pero si permitimos que cualquier político, o cualquier miembro de la farándula se puede meter impunemente con las ideas religiosas de los ciudadanos. Por lo visto algunos entienden la libertad de una forma patrimonial, y parece que hay ciudadanos de segunda que entre su patrimonio no cuentan con la libertad.

Con esto no queremos defender ni la libertad de expresión, ni la libertad de prensa, ni las libertades de perdición, pues recordemos que la libertad solo es patrimonio de la verdad, y el error, por mucho que se empeñen los liberales, los marxistas, y demás totalitarios, no tiene ni derechos, ni libertad.

En el documento aprobado, se propuso tener como acreditada la vulneración al principio de separación iglesias-Estado y la equidad en la contienda por parte de Sandoval y de los otros ministros, porque buscaron influir en el sentido del voto de la gente.

Sin embargo, a juicio de la ponencia, los ministros Pedro Pablo Elizondo Cárdenas, Mario Ángel Flores Ramos y Ángel Espinosa de los Monteros no transgredieron la veda electoral. Aun así, se les hizo un llamado para que en lo subsecuente no realicen pronunciamientos políticos en medio de elecciones.

Tradición Viva recuerda que ya llueve sobre mojado pues al Cardenal Aguiar Retes se le condenó por decir, en junio de 2018, a puertas de las elecciones del 6 de julio de ese año que llevaron a la presidencia a López Obrador, que los católicos debían considerar en su voto a quien garantice el respeto a “los valores fundamentales de nuestra fe, como es el derecho a la vida, el derecho a la familia estable, el derecho a la educación, el derecho a la libertad religiosa”.

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Igualmente es necesario recordar que las últimas elecciones la coalición Juntos Hacemos Historia (Morena, Partido Verde y Partido del Trabajo) sufrió un fuerte correctivo ciudadano pues solo pudo conservar la mayoría simple en el Congreso de los Diputados, perdiendo la mayoría cualificada, pues Morena, el partido de López Obrador, pasó de tener 256 a 202 diputados.

Recordemos que el obispo de la diócesis Cancún-Chetumal, Pedro Pablo Elizondo Cárdenas, solo pidió “no votar por candidatos que apoyen el aborto, que estén contra la familia, los valores y el matrimonio” que por lo visto debe ser un gran delito.

En fin, o el pueblo México se levanta contra AMLO y el poder masónico que le apoya, o se acabo cualquier atisbo de libertad.

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