Un año más, y ya son 23, que en Barcelona -el pasado 6 de diciembre- se celebró un homenaje por los caídos de ultramar. El Acto se celebró en el cementerio de Les Corts de la Ciudad Condal. En él se encuentra un magnífico mausoleo erigido en 1904 por el Ayuntamiento de Barcelona y donde reposan los cuerpos repatriados de 734 catalanes que lucharon en Cuba y en la guerra Hispano-useña (1898). Grandes estandartes y banderas han presidido el acto en el que se han pronunciado discursos leído un manifiesto sobre la falsedad de que el Régimen de la Constitución del 78 recoge la esencia de España y por último se ha rezado un responso por las almas de los repatriados. Posteriormente como ya viene siendo habitual, se han depositado claveles rojos y amarillos en las lápidas del mausoleo.

Este año, como novedad, se ha realizado también un homenaje a Fernando Lizcano de la Rosa, que fuera caballero legionario laureado y condecorado múltiples veces; que entre 1934 y 1936 fue el jefe de los Mozos de Escuadra. En el Alzamiento nacional el 19 de julio de 1936 se sublevó contra la república. Fue hecho prisionero juzgado y fusilado en los fosos de Montjuïch en la Cataluña de Companys.

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