La pregunta que encabeza este comentario puede parecer absurda. Boric alcanzó la más alta votación como Presidente de Chile, responderá algún lector molesto, ¿cómo, entonces, preguntar quién ganó?

No negamos que Boric haya conseguido casi el 56% de los votos emitidos, lo que preguntamos es ¿Cuál Boric obtuvo ese respaldo?

¿El de a primera vuelta, radicalizado y de un discurso extremo? ¿O el de la segunda vuelta, moderado y republicano?

La pregunta tiene sentido, pues, si fuera el primer Boric, el futuro del País será funesto. Si fuera el segundo, todavía existen posibilidades de que el País pueda pasar este “trago amargo”.

De ahí que saber quién ganó las elecciones es un tema, hoy por hoy, crucial para el futuro de Chile.

La respuesta a esta interrogante no la podrá dar nadie por ahora. Ella dependerá de varios factores que todavía son difíciles de predecir. Veamos algunos de ellos para intentar despejar la incógnita.

1.- La actitud del Partido Comunista.

No se puede olvidar de que, a pesar de los “cambios” y promesas de “moderación” de Boric II, sus compañeros de ruta, el Partido Comunista, no cambió ni un ápice y ya advirtió, por boca de Jadué: “El día en que Gabriel se tuerza un milímetro de la línea del programa, me van a tener a mí primero en la línea de denuncia y cobrándosela.”

Por su parte, el presidente de los comunistas, Tellier, declaró en su momento: “No hay tiempo para discutir un nuevo programa”.

¿Quién mandará en esta coalición? ¿Querrá Boric “golpar la mesa” frente a sus aliados del Partido comunista? ¿En qué temas? ¿Qué tan fuerte?

Por ahora, nadie puede responder a estas preguntas. Sin embargo, nos parece importante formularlas, pues ellas nos permiten ver dónde se debe poner la atención para conocer el rumbo que tomará el gobierno de izquierda.

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2.- La actitud de la oposición.

El resultado de la segunda vuelta de José Antonio Kast fue el mismo que alcanzó el SI, en el plebiscito del 88. Se diría que, a más de 30 años de distancia, y a pesar de todos los gobiernos de izquierda que pasaron a lo largo de estas décadas, el porcentaje de derecha se mantiene en Chile incólume.

Más todavía, la posición asumida por el candidato Kast fue mucho más coherente con los principios constitutivos de la derecha, de que los anteriores candidatos de “centro derecha”, Piñera incluido.

Resta saber si esa coherencia se mantendrá, por parte de los diputados y senadores electos por los partidos de Chile Vamos y Republicanos, o si se diluirán con el tiempo y los ánimos “consensuales”.

En la primera hipótesis, si se mantiene la coherencia y firmeza del discurso de “derecha sin complejos”, a Boric le será difícil pasar muchos de sus proyectos extremos y deberá moderarse.

3.- La actitud de la Convención Constituyente.

Sumado a los factores anteriores, otro aspecto a tener en consideración será la actitud de los Convencionales de la Constituyente.

Si ellos leen los resultados de esta elección como un triunfo previsible de cualquier tipo de texto Constitucional de carácter “refundacional”, y si esperan que puedan ejercer una operación “alicate” entre el nuevo Ejecutivo y estos ánimos refundacionales de la nueva Constitución, entonces, quienes pondrán la música, serán ellos. Y probablemente esa “música” será la que le gusta a “la primera línea”, o sea la del caos.

4.- Triunfo de simpatía y no de ideología

Por último, existe otro factor para responder a nuestra pregunta, quizá el más importante. Hoy las elecciones no se deciden por convicciones u opiniones ideológicas ni doctrinarias, sino por simpatías temperamentales.

En la época de la “post verdad” y del relativismo, no hay espacio para principios de ningún tipo. Sólo existe, para la mayoría, lo que “me gusta” o lo que “no me gusta”. Como en los memes de Facebook.

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Ahora, lo propio de las simpatías o antipatías, es que ellas pueden cambiar, de la noche a la mañana, por factores que pueden parecer -a primera vista- insignificantes, pero que pueden decidir cambios abruptos. Los $30 son un claro ejemplo de ello.

¿Qué pasará con las simpatías, de que hoy goza Boric, delante de la lentitud de la realización de sus promesas? ¿Las conservará cuando las inevitables dificultades económicas comiencen a hacerse sentir? ¿Hacia dónde se dirigirán esos movimientos temperamentales de simpatía/antipatía? ¿Exigirán medidas más extremas? ¿Querrán volver a un discurso de derechas o de centro?

***

Concluimos con nuestra pregunta inicial: ¿Quién ganó las elecciones? Y respondemos que aún es prematuro para saber quién ganó las elecciones. La respuesta dependerá en buena medida de cómo se resolverán estas cuatro interrogantes.

Hacemos votos para que Nuestra Señora del Carmen, Reina de Chile, cuyo 95° aniversario de coronación se celebró precisamente el día de esta elección, proteja a nuestra Patria en todas las dificultades y peligros que desde hoy comienza a transitar.

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