Hoy vemos una de las figuras principales de la historia de Francia. Hijo del rey Luis VIII el León y de la reina Blanca de Castilla, Luis nació el 25 de abril de 1214 en Poissy y recibió una educación severa y muy religiosa, donde su abuelo Felipe II tuvo gran influencia sobre su persona. Heredó Francia a los doce años, cuando murió su padre en el 1226 y fue coronado en la Catedral de Reims.
El 14 de julio de 1223 Felipe, el abuelo de Luis muere y hereda el trono Luis VIII que tan solo reinó tres años, de tal manera que Luis IX heredó el reino demasiado joven, por ello, su madre, la reina Blanca, tuvo que ejercer como regente hasta la mayoría de edad del monarca.
En el 1234 Luis IX a los 20 años la reina madre aceptó la mayoría de edad del rey. Eligió como esposa a Margarita de Provenza, hija mayor del conde Provenza y se casó con ella el 27 de mayo de 1234.
El reinado de Luis IX no fue nada fácil, como el de la mayoría de los reyes medievales, y en este caso, el rey Luis tuvo que hacer frente a distintas disputas por el poder. Destacamos la rebelión que inició Hugo X de Lusignan, quien se enfrentó al rey porque no se llevaron a cabo una serie de matrimonios concertados entre sus familias. Hugo X fue apoyado por varios nobles franceses y por Inglaterra. Sin embargo, Luis consiguió vencer en Saintes y en 1243 las operaciones bélicas se centraron contra el conde de Tolosa.
Durante el conflicto tuvo lugar la batalla de Taillebourg en la que Luis IX venció a Enrique III y obligó a los ingleses a volver a su isla. Raimundo de Tolosa, otro noble rebelde, se vio obligado a pedir perdón al rey, mientras el rey británico tuvo que solicitar una tregua.
En el año 1244 el rey cayó enfermo debido a la disentería. No obstante, se salvó semanas después y su curación la interpretó como un milagro. Decidido a darle gracias a Dios por haberle librado de tan terrible enfermedad, el rey se dispuso a emprender una cruzada. Su madre y esposa trataron de persuadirle para que no la hiciese, ya que cuando hizo el juramento no estaba en plena facultades. Por ello, repitió su juramento cuando estuvo en perfecto estado.
Zarpó desde Francia hacia Tierra Santa y cuando llegaron a Chipre pasaron el invierno bajo el amparo del rey Enrique el Gordo. A inicios del verano de 1249 el ejército cruzado llegó a Damietta (Egipto). Tras tomarla, se dirigió a El Cairo y, a pesar de los ataques del emir, Luis IX consiguió cruzar el río Nilo. Tras esto, tuvo lugar la batalla de Mansura, ciudad que fue sitiada por los cristianos. No obstante, los ayyubíes aguantaron y tras el ataque los cruzados quedaron muy debilitados. Sin embargo, Luis IX trataría de aguantar, a pesar de la muerte de Roberto de Artois y de ser azotados por la disentería y el tifus.
Finalmente, esta cruzada acabaría en Fariksur, donde el ejército cristiano fue derrotado completamente. Luis fue hecho prisionero, junto a sus caballeros, y el resto de soldados y enfermos acabarían masacrados por los musulmanes.
El rey fue liberado tras el pago de un gran rescate y volvería París en el 1254. El fracaso de esta cruzada le dolería enormemente al rey que tiempo después decidió iniciar una nueva cruzada.
En el año 1270 el rey Luis IX comenzaría la Octava Cruzada, la cual fue considerada por muchos de su tiempo como un sinsentido. No obstante, el hermano del rey, Carlos de Anjou, también confió en esta empresa y él como rey de Sicilia puso a disposición de su hermano la isla. El rey sabía que esto podría servirle, primero para tomar Túnez y luego acudir a Egipto.
La preparación de esta cruzada sería meticulosa por parte del rey y las ciudades francesas recaudaron mucho dinero para que pudiese llevarse a cabo. Luis IX esperaba la conversión del emir de Túnez. Sin embargo, éste se preparó para defender la ciudad. Cerca de Túnez los cristianos hicieron un fuerte y esperaron a que el ejército de Carlos llegase. Sin embargo, el ejército cristiano que esperaba en verano comenzó a enfermar. El hijo de Luis, Juan, que acompañó a su padre moriría y, finalmente, el propio rey también caería enfermo. Falleció el 25 de agosto de 1270, tras 43 años de reinado y a la llegada de Carlos, el ejército cristiano fue retirado.
Esta es una breve biografía del rey Luis IX de Francia, el cual ha sido objeto de estudio no sólo por su política internacional, también por las numerosas reformas que se desarrollaron en su tiempo. Se trata de reformas administrativas y judiciales que hicieron que Francia pasase de ser una monarquía feudal a fijar las bases del Estado moderno.
Durante su reinado se fomentó enormemente la arquitectura religiosa. Conventos, iglesias, catedrales u hospicios de estilo gótico dominaron el paisaje galo y como rey cristiano apoyó a la Iglesia y luchó contra la herejía cátara. Debemos destacar, asimismo, su enorme sentido religioso y su piedad que le hicieron ser considerado por el pueblo francés como un verdadero santo en vida.
Tras su muerte se inició el proceso de canonización y una vez examinados su milagros en vida, Luis fue declarado santo en 1297 por el papa Bonifacio VIII, quien a través de una bula papal fijó su onomástica en el día de la muerte del rey y desde entonces cada 25 de agosto los cristianos celebran el día de San Luis.
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