Por Jorge Bohdziewicz
Este libro, que no es otra cosa que una compilación de la Correspondencia intercambiada entre Antonino Reyes y Manuelita Rosas, tiene una pequeña historia que se remonta a más de cuatro décadas, tiempo en que un conocido bibliófilo me facilitó fotocopias de unos manuscritos que había adquirido recientemente. Se trataba de un lote de papeles que habían pertenecido a Antonino Reyes[1]. Entre ellos se encontraban apuntes de su puño y letra que me parecieron, en primera instancia, fragmentos de las memorias prometidas en el libro de Manuel Bilbao dedicado a su vindicación[2]. Conservé esas fotocopias a las que fui agregando otras con el correr de los años, siempre en torno a la figura del edecán de Rosas, tomadas del Archivo General de la Nación y otros repositorios. También un original de otro apunte obsequiado por un librero amigo. Después, un historiador uruguayo, conocedor de mi interés por el personaje, me sorprendió con un regalo que consideré entonces y ahora un verdadero tesoro: el libro borrador de cartas de Antonino Reyes. Bien que incompleto, pues tiene páginas arrancadas y comprende sólo los años 1887 a 1891. Sin embargo, resguarda una información de gran interés historiográfico. Entre los corresponsables de Antonini figuraba Manuelita Rosas, destinataria de 33 cartas.
Al poco tiempo, en oportunidad de viajar a Montevideo para trabajar sobre impresos relativos al bloqueo francés en el Museo Histórico Nacional, pude fotocopiar las cartas de Manuelita a Antonino Reyes entre 1889 y 1897 en copias realizadas por Alberto Retes Thévenet, nieto de don Antonino, a quien llegué a conocer personalmente en su departamento de la capital uruguaya. Como podrá suponerse, el interés de ese encuentro consistía en averiguar si conservaba material escrito de su abuelo. Recuerdo que quedé algo decepcionado: no conservaba nada, excepto los grillos, que me mostró, del tiempo en que don Antonino había sido injustamente encarcelado. Y me narró algunos hechos[3], pocos, que anoté sin mucho detalle. Creo que esto fue alrededor de 1980.
Las copias de las cartas de Manuelita que había recogido en Montevideo ensamblaban perfectamente con las de Antonino que figuraban en su libro borrador. Tal vez ese debió ser el momento de dar a conocer unas y otras por medio de una publicación. Pero otras solicitaciones y otros intereses me llevaron por rumbos diversos, sin que pudiera ocuparme del tema. Eso sí, sin dejar nunca de acumular referencias sobre el personaje, como las que hallé en el Archivo General de la Nación y el Museo y Biblioteca de la Casa del Acuerdo de San Nicolás.
El tiempo pasa raudo y estimo que ya llegó el momento de emprender la tarea de ordenar y publicar esa correspondencia de ida y vuelta, debidamente complementada con otros hallazgos. Lo que precipitó la decisión fue mi edad y la ubicación de los originales de Manuelita en la Universidad Nacional de San Martín, hecho que me permitió cotejar y corregir las copias algo imperfectas que había hecho Reyes Thévenet, editadas en 1998 por el Archivo General de la Nación de nuestro país. El libro que hoy publicamos recoge, en total, 101 cartas: 33 de Reyes a Manuelita entre 1888 y 1891, y 68 de Manuelita a Reyes entre 1883 y 1897. Las que faltan, que son muchas, si no se han destruido, están extraviadas o en manos de descendientes o coleccionistas particulares. Tal vez aparezcan algún día y se den a conocer para completar este interesantísimo epistolario.
Por Jorge Bohdziewicz, del Prólogo
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[1] Los papeles de referencia se hallan hoy depositados en la University of Notre Dame (Indiana), Hersbourgh Library, Rare Books & Special Collections, (en adelante UND, HL, RBSC).
[2] Manuel Bilbao, Vindicación y memorias de don Antonino Reyes. Arregladas por […], T.I, Buenos Aires, 1883.
[3] También conservaba, según Raúl Montero Bustamante, Ensayos. Período romántico, Montevideo, 1928, p. 99, la llave del calabozo que él mismo fundió para preparar su fuga.