(Gaudium Press) La Misioneras de la Caridad de la Madre Teresa, responsables de haber cometido numerosos actos de ayuda al prójimo con sus muchas instituciones en la India, han confirmado que el gobierno indio no les renovó su reconocimiento como “organismo caritativo”, y con ello no pueden recibir donaciones del extranjero.

“La solicitud de renovación conforme a la Foreign Contribution Regulation Act (Ley de Regulación de Contribuciones Extranjeras) para la renovación del registro de las Misioneras de la Caridad fue rechazada el 25 de diciembre de 2021 por no haber cumplido las condiciones de elegibilidad”, informan las religiosas.

El registro de las hermanas era válido hasta el 31 de octubre de 2021, con prorroga hasta el 31 de diciembre del año que acaba de terminar.

En días recientes, algunos extremistas habían acusado a las hermanas “de convertir al cristianismo a las personas que ayudaban a través de sus obras”. Parece que ese es un gran pecado en el nuevo régimen nacionalista que se está queriendo imponer en la India. Y ese tipo de afirmaciones al parecer fueron la excusa para que no se les renovara su registro.

Por ahora se está revisando el expediente de las Misioneras. Mientras tanto “hemos pedido a nuestros centros que no realicen operaciones y no acepten aportaciones extranjeras hasta que se resuelva el asunto”, declara Sor Mary Prema, la superiora general de estas misioneras.

Se compromete la atención de más de 22.000 pacientes

“Si no se concede la renovación a las Misioneras de la Caridad, la congregación no podrá funcionar. Los 22.000 pacientes y personas atendidas se quedarán sin alimentos ni medicinas. Esta acción social y humanitaria no debería verse comprometida” ha declarado el P. Suresh Mathew a la agencia Fides.

Por su parte, el P. Dominic Gomes, Vicario General de la Arquidiócesis de Calcuta, dijo a la misma agencia: “Al no renovar la licencia a las Misioneras de la Caridad, las agencias gubernamentales han hecho un cruel regalo de Navidad a los más pobres de entre los pobres. Las Hermanas y los Hermanos Misioneros de la Caridad muchas veces son los únicos amigos de los leprosos y marginados, a los que nadie se acerca. Esta última medida no es solo una falta de respeto a la comunidad cristiana y a su compromiso social, es más, es un cobarde ataque contra los más pobres de entre los pobres de la India”.

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