(Gaudium Press) Ayer, el Papa Francisco recibió un manifiesto que ya cuenta con el apoyo de 6.000 católicos, en el que se hacen serios cuestionamientos al llamado camino sinodal alemán.

El texto del manifiesto ha sido publicado en el site del ACA (Arbeitskreis Christliche Anthropologie-Grupo de Trabajo de Antropología Cristiana), que en noviembre pasado realizó una jornada de estudio con el antiguo prefecto del Pontificio Consejo para la promoción de la Unidad de los Cristianos, Cardenal Walter Kasper, en el que este criticó al camino sinodal por restar importancia a la evangelización.

Ya en el preámbulo, el manifiesto dice que el camino sinodal alemán no es una verdadera reforma: “El Camino Sinodal se pierde y se aleja dramáticamente del objetivo de la verdadera reforma. En su fijación por la estructura exterior, se pierde el núcleo de la crisis; viola la paz en las congregaciones, abandona el camino de la unidad con la Iglesia universal, daña la sustancia misma de la fe de la Iglesia, y equivale a un cisma”

9 tesis

El Manifiesto propone 9 tesis, que oponen a la deriva del camino sinodal alemán:

1. Legitimidad– Las exigencias en la iglesia sólo son legítimas si se basan en el Evangelio, en la fe de todos y cuentan con el apoyo de la Iglesia católica universal.

2. Concepto de Reforma – La Iglesia necesita una reforma en la cabeza y en sus miembros, pero cualquier reforma real comienza con la conversión y la renovación espiritual. La Iglesia nunca ha recuperado la sal y la luz reduciendo sus exigencias y adoptando las estructuras del mundo.

3. La unidad con toda la Iglesia universal – Formamos parte de la Iglesia«una, santa, católica y apostólica». «Que todos sean uno» es el deseo último de Jesús. Ya sufrimos bastante hoy en día por las divisiones en el cuerpo de Cristo y no queremos otra iglesia especial alemana.

4. Poder – En la Iglesia, todo el poder emana del Señor. El poder en la Iglesia siempre es únicamente delegado, y sólo puede existir como acto de servicio humilde a la gente. Su ejercicio debe ser legítimo y transparente; Pero responder al mal uso del poder por parte de los pastores con un simple reparto de ocupaciones no sirve para la iglesia.

5. Mujeres – Siguiendo el ejemplo de Jesús, el carisma de las mujeres en la Iglesia debe ser reconocido más profundamente. Sin embargo, es aberrante interpretar la asignación del ministerio sacerdotal a los hombres como una discriminación contra las mujeres.

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6. Matrimonio – El sacramento del matrimonio es la alianza de una mujer y un hombre con Dios y el signo incomparable de la salvación por la fidelidad de Dios a su pueblo; este signo nunca debe ponerse en la misma fila que las uniones puramente humanas de cualquier tipo.

7. Bendición de las parejas del mismo sexo – Ninguna persona puede ser privada de la bendición de Dios. Sin embargo, la Iglesia debe evitar cualquier apariencia de dar una bendición comparable al sacramento del matrimonio al «matrimonio para todos» y a las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo.

8. Laicos y sacerdotes – El servicio de la Iglesia al mundo está confiado a laicos y sacerdotes, juntos y sin distinción de propósito o dignidad. No obstante, los laicos deben hacer lo que solo los laicos pueden hacer, y los sacerdotes deben servir a lo que la Iglesia les llama y lo que la ordenación los hizo capaces de hacer.

9. Abusos – Los abusos sexuales son la piedra de molino que rodea el cuello de la Iglesia. Los funcionarios de la Iglesia deben ser medidos por la transparencia con la que tratan los delitos del pasado y practican la prevención para el futuro. Pero nos oponemos al «abuso del abuso».

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