Análisis escrito por Dr. Joseph Mercola
Durante una mesa redonda en el programa de televisión Face the Nation,1 el 26 de diciembre de 2021, el reportero de la cadena CBS, Jan Crawford, indicó que los niños tienen el riesgo más bajo de contraer una infección grave por COVID-19 y, en su opinión, las políticas antiCOVID han tenido un impacto enorme en los niños y adolescentes.
“Incluso los adolescentes sanos tienen una probabilidad entre un millón de contraer y morir de COVID, que es una probabilidad mucho menor que morir en un accidente automovilístico en un viaje por carretera. Pero ellos son lo que han sufrido y se han sacrificado más” dijo Crawford.
“Y ahora el Cirujano General de los Estados Unidos dice que nuestros niños se enfrentan a una crisis de salud mental. El riesgo de intentos de suicidio en las niñas es un 51 % más alto este año, y los niños de raza negra en comparación con los niños de piel clara tienen una probabilidad de casi el doble de morir por suicidio.
Las escuelas cerraron, hubo confinamientos y se cancelaron todos los deportes. Ni siquiera era posible ir a los juegos infantiles en D.C. ya que había policías que ahuyentaban a los niños. Eso tuvo un impacto negativo en los niños y fue una idea de último momento.
Destruyeron sus sueños, su aprendizaje futuro y además fue un riesgo de abuso que afectó su salud mental. [Si] nuestras políticas no reflejan un enfoque más mesurado y razonable para nuestros hijos, ellos pagarán por las decisiones que tomó nuestra generación [por] el resto de sus vidas. Y para mi esa fue la historia que menos se denunció el año pasado”.
Muchos estudiantes reportan que se sienten fuera de control
En noticias relacionadas, el diario The New York Times publicó un artículo en Nochebuena que realizó2 Erica Green, donde analizan el impacto que han tenido los cierres de las escuelas en los estudiantes.
“Podría decirse que los adolescentes soportaron la peor parte social y emocional de las interrupciones escolares”, escribe Green, y agrega que, en todo Estados Unidos, los estudiantes de preparatoria han reportado en los últimos dos años “algunos de los deterioros de salud mental más alarmantes, evidenciados por la depresión y los intentos de suicidio”.
De acuerdo con Green, “una gran cantidad” de estudiantes de preparatoria han perdido “la mayor parte o todo el año académico 2020-2021” y, como resultado, han reprobado clases que son “esenciales para su futuro”.
El Dr. Harrison Bailey, director de la escuela Liberty High School en Bethlehem, Pensilvania, describió el sentimiento general entre los estudiantes como “resignación e indignación”, con “una falta de respeto franca y flagrante” que es “incontrolada”.
Bailey tuvo que intervenir en muchas peleas a puñetazos y peleas en el salón mientras los estudiantes reanudaban las clases presenciales. El centro de bienestar de la escuela también se “abrumó” con los estudiantes que reportan ansiedad y depresión. Green escribe:
“Para diciembre, las recomendaciones para el Programa de Asistencia al Estudiante que ofrece la escuela, en el que equipos de consejeros y administradores coordinan los recursos para los estudiantes con problemas, llegaron a 300, en comparación con un total de 500 para todo el año escolar 2019-2020.
En una reunión reciente, en la que los administradores examinaron la cantidad de casos de estudiantes ‘agotados’, los describieron en términos directos cómo ‘salvajes’, ‘un desastre’ y ‘trabajo en progreso’. ‘Creo que los niños se sienten como si estuvieran en un mundo fuera de control’, dijo el Dr. Bailey. “Así que dicen: ‘Si el mundo está fuera de control, ¿por qué debería controlarme?’“
El otro lado de la ira y la desesperación es la apatía
Aparte de la violencia, Bailey ve otra tendencia, que es en muchos aspectos aún más preocupante, y se trata de la apatía. Muchos vienen a la escuela en pijama. En general, el aprendizaje virtual demostró ser un desastre. Un fracaso total. Lo que el experimento nos enseñó es que la escuela no solo es un lugar donde se aprende mucha información. Es un lugar donde se aprende habilidades de socialización.
La queja número uno ha sido la ansiedad, ‘Ansiedad por estar en el aula, frente a las personas, hablar con la gente o porque cualquiera los mire’. ~ Nancy Ettwein
La mayoría de los estudiantes están atrasados en este sentido, ya que las restricciones y los cubrebocas para evitar el COVID han impedido el diálogo y el compromiso interpersonal. “Las personas ya no saben cómo comunicarse”, dijo Jazlyn Korpics, de 18 años. “Todo el mundo es un robot ahora, sus mentes están distorsionadas”.
Nancy Ettwein, quien dirigió el centro de bienestar de la escuela hasta noviembre de 2021, dijo a Green que la queja número uno ha sido la ansiedad, “Ansiedad por estar en el aula, frente a las personas, hablar con la gente o porque cualquiera los mire”. Muchas de los informes relacionados con la salud mental de los estudiantes afirman que el estudiante solo está “sentado y llorando en el baño”.
Esta respuesta anormal a los encuentros sociales normales es sin duda el resultado del aislamiento prolongado y la falta de interacciones cara a cara con otros humanos. Kaisyn Carswell, de 16 años, describió la vida pandémica como “un vacío, pero el vacío es muy pesado”. Otro estudiante reportó que jugaba video juegos todo el día durante el año 2020.
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La mayoría de los profesores ya no saben que más hacer
Los profesores de la escuela también están en una situación difícil, dice Greens:3
“Los resultados de la encuesta4 publicada este mes por la Asociación Nacional de Directores de Escuelas Secundarias generó la alarma de que los directores podrían ser otras víctimas de la pandemia, a medida que sus roles se vuelven más amorfos e insostenibles.
En las respuestas a la encuesta, que incluyó una muestra representativa de líderes a nivel nacional, solo el 35 % dijo estar ‘muy de acuerdo’ con estar satisfecho en sus trabajos, en comparación con el 63 % en 2019.
La clasificación más alta en la lista de desafíos durante la pandemia fue brindar apoyo de salud mental a los estudiantes, junto con apoyo de salud mental y orientación al personal. El 68 % estaba preocupado por la escasez y el cansancio de los maestros.
Solo el 23 % ‘está de acuerdo’ en que el tamaño de su equipo administrativo es adecuado para apoyar al personal y a los estudiantes, mientras que solo el 21 % ‘está de acuerdo’ en que hay personal de servicios estudiantiles adecuado, como enfermeras y consejeros”.
Las sobredosis de medicamentos aumentan en los estudiantes de preparatoria
Debido a la desesperación y a la falta de propósito y dirección, viene el uso excesivo de medicamentos, con estadísticas recientes que demuestran un repunte impactante en las muertes por sobredosis de fentanilo entre adolescentes en edad escolar en los Estados Unidos durante 2020 y 2021.
Un artículo preimpreso del 24 de diciembre de 20215 y publicado en medRxiv, ilustra muy bien la situación.6
De acuerdo con los autores:7
“La mortalidad por sobredosis en adolescentes experimentó un fuerte aumento entre 2019 y 2020, de 2.35 por 100 000 a 4.58 por 100 000, lo que representa un aumento del 94.3 %, el mayor aumento porcentual de cualquier grupo de edad de 5 años.
Los adolescentes indios de Estados Unidos o nativos de Alaska (AIAN), los adolescentes latinos y los adolescentes en la región del censo occidental se vieron afectados de manera desproporcionada, las tasas de mortalidad por sobredosis fueron 2.15, 1.31 y 1.68 veces el promedio nacional en 2021.
Las tendencias las impulsaron las muertes relacionadas con FMI [fentanilos fabricados de forma ilícita], que casi se triplicaron de 2019 a 2020 y representaron el 76.6 % de las muertes por sobredosis de adolescentes en 2021.
Nuestros resultados también se deben entender en el contexto de las crecientes tasas de enfermedad mental en adolescentes durante la pandemia de COVID-19. Estos hallazgos resaltan la urgente necesidad de una educación precisa y orientada a los adolescentes para reducir los daños y advertir sobre los riesgos de una oferta de medicamentos en desarrollo, así como un mayor acceso a la naloxona y a los servicios que controlan la presencia de FMI en los medicamentos”.
La vacuna antiCOVID afecta a los jóvenes
Los adolescentes también desarrollan problemas a causa de la vacuna antiCOVID, que con el tiempo podría hacer que el deterioro de la salud mental sea aún peor de lo que es hoy en día, en especial entre los niños. De acuerdo con un informe de Steve Kirsch, que ha seguido e investigado los efectos secundarios de las vacunas antiCOVID, una escuela privada en California experimenta un gran aumento en los casos de miocarditis entre los niños, una afección que puede tener consecuencias de por vida. Kirsch escribe:8
“Durante mucho tiempo, he dicho que la tasa de miocarditis es de alrededor de 1 en 317 para los adolescentes. Esa fue una estimación conservadora, ya que utilizó el factor erróneo de VAERS de 41, que se reserva solo para los eventos más graves. Una estimación más “realista” es de 1 en 150.
Hoy escuché la historia del padre de un niño que asiste a la escuela cristiana de Monte Vista, donde diagnosticaron a tres niños con miocarditis después de recibir la vacuna. La escuela tiene 855 niños. Analicemos un poco la situación.
La proporción de tasas de miocarditis entre hombres y mujeres es de casi 10: 1, por lo que es una buena apuesta que todos fueran niños. Casi la mitad de los estudiantes en la escuela son varones. Nunca ha existido un mandato de vacunación en la escuela. Por lo tanto, estimo de manera conservadora que 2/3 de los niños podrían haber recibido la vacuna para entonces. Entonces, 855/2×2/3= 285 niños vacunados.
Por lo que la tasa de miocarditis en la escuela de acuerdo con mi estimación es 3/285, que es 1 de cada 95 niños. Esto tiene sentido para mí ya que no está lejos de mi estimación de 1 en 150. Uno de cada 95 niños con miocarditis (que nunca es ‘leve’) debería hacer que se interrumpan las vacunas y que se realice un examen de cómo los CDC podrían perder una señal de seguridad tan grande”.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos también monitorean ocho casos de miocarditis en niños de 5 a 11 años que recibieron la vacuna antiCOVID de Pfizer.9 Para colmo de males, ahora está claro que las vacunas no brindan la protección prometida.
De acuerdo con la Universidad de Cornell, de los 903 casos de infección por la variante Ómicron reportados durante la semana del 7 al 13 de diciembre de 2021, que causaron el cierre del campus de Ithaca, Nueva York, casi todos fueron estudiantes con su esquema de vacunación completo.10 Algunos habían recibido tres dosis.
¿Es buena idea sacrificar a los jóvenes para ‘proteger’ a los adultos mayores?
Como señaló Robert F. Kennedy Jr., nunca antes una sociedad había exigido que los niños asumieran riesgos que pueden sacrificar su salud para proteger a los adultos mayores.11 Es algo inmoral e irracional.
El Dr. Robert Malone12 destacó la segunda declaración de los médicos13 durante el evento International Alliance of Physicians and Medical Scientists, del 29 de octubre de 2021, la cual firmaron más de 16 000 médicos y científicos, donde declararon que “los niños sanos no serán sometidos a la vacuna obligatoria” por el riesgo clínico de SARS-CoV- 2, ya que la infección es insignificante y la seguridad a largo plazo de las vacunas no se puede determinar antes de que se promulguen tales políticas.
Los niños no solo tienen un alto riesgo de sufrir efectos adversos graves, sino que tener niños sanos y sin vacunar en la población es fundamental para lograr la inmunidad colectiva. La declaración también exige que las agencias e instituciones de salud “dejen de interferir con los médicos que tratan a cada paciente”.
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Tres cosas que los padres deben saber
El Dr. Malone recomienda lo siguiente:14
“Antes de que vacune a su hijo, una decisión que es irreversible, me gustaría informarle los hechos científicos sobre esta vacuna génica que se basa en la tecnología de la vacuna de ARNm que yo creé.
Existen tres cuestiones que los padres deben comprender: la primera es que se inyectará un gen viral en las células de sus hijos. Este gen obliga al cuerpo de su hijo a producir proteínas tóxicas, también conocidas como proteínas spike. Por lo general, estas proteínas causan daños permanentes en los órganos de los niños, que incluyen los siguientes:
- El cerebro y sistema nervioso.
- Corazón y vasos sanguíneos, incluyendo los coágulos de sangre.
- El sistema reproductivo.
- Esta vacuna puede causar cambios fundamentales en su sistema inmunológico.
Lo más alarmante de esto es que una vez que ocurren los daños son irreparables:
- No hay manera de enmendar las lesiones dentro de su cerebro.
- No se pueden reparar las cicatrices del tejido cardíaco.
- No se puede reparar un sistema inmunológico que se ha codificado de forma genética.
- Esta vacuna puede causar daño reproductivo que podría afectar a las futuras generaciones de su familia.
Lo segundo que debe saber es que esta nueva tecnología no se ha analizado de forma correcta. Necesitamos al menos 5 años de pruebas/investigación antes de que podamos comprender los verdaderos los riesgos. Por lo general, los daños y riesgos de los nuevos medicamentos se revelan muchos años después.
Piense si quiere que su propio hijo sea parte del experimento médico más radical de la historia de la humanidad. Un último punto: la razón por la que quieren vacunar a sus hijos es una mentira.
Sus hijos no representan ningún peligro para sus padres ni abuelos. En realidad, sucede todo lo contrario. Su inmunidad después de contraer COVID es fundamental para salvar a su familia y al mundo de esta enfermedad.
En resumen: el hecho de vacunar a sus hijos no representa ningún beneficio para sus hijos ni su familia, teniendo en cuenta los riesgos conocidos de la vacuna. El análisis de riesgo/beneficio ni siquiera está cerca. Como padre y abuelo, mi recomendación es que resista y luche por proteger a sus hijos”.
Sin duda, tenemos mucho trabajo por delante. Es muy probable que tardemos años en enmendar el daño que estos últimos dos años han causado en nuestros hijos, tanto de forma física como psicológica. Pero como primer paso, debemos proteger a los niños de los problemas de por vida que han causado estas vacunas experimentales.
Si permitimos que decenas de miles de niños, quizás incluso millones, sufran las consecuencias permanentes, lo que provocará discapacidades y problemas de por vida, la devastación psicológica será inimaginable.
Este artículo se publicó originalmente en https://articulos.mercola.com/
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