A pesar de que la mayor parte de la población siga creyendo que hablar de la influencia de la Masonería, (mala influencia, a pesar de sus protestas de considerarse buenos, honestos, sinceros y fieles; como proclaman sus Estatutos –Nueva York 1826-),es lo cierto que la gente estima que quien juzga a la masonería como asunto negativo, son personas raras y conspiranoicas.
Quizá por esa campaña propia para ser considerados tan benéficos han conseguido infiltrarse en todas las áreas de la sociedad, incluida, por supuesto, la literatura, de modo que a lo largo de su historia la masonería ha tenido figuras importantes que han escrito obras estimadas por su membresía fundamentales para el desarrollo de su ideología.
Así que unidos por el afán de infiltración y por esa notable presencia que la Masonería tiene en la literatura, programaron para el 1 de marzo de 1919, la V edición de las Jornadas de la Masonería en Córdoba, que se desarrollarán en la sede de Casa de Sefarad, organizadora del evento junto con la Logia Simbólica Maimónides número 173, y con el objetivo de «naturalizar» las relaciones de la masonería con la sociedad, la entrada se anuncia libre. El gran oficial de Comunicación de la Gran Logia Provincial de Andalucía Manuel Barea manifestó su agradecimiento a Córdoba, a la Casa Sefarad (Sebastián De la Obra) y a la Logia Maimónides (Jesús Prieto) y el gran maestro de la Gran Logia Provincial de Andalucía, Giles David Crawford.
La primera ponencia, dedicada a Lorca[1] corrió a cargo de Josué Bonnín de Góngora, maestro masón, pianista, concertista, compositor musical y escritor autor de libros como ‘Mozart: su música y su vida iniciática’ o ‘Simbología masónica en Poeta en Nueva York’. El catedrático de Historia Antigua de la Universidad de Salamanca y maestro masón del grado 33, Manuel Salinas, disertó sobre las ideas masónicas en la literatura ilustrada.
Algunos escritores han generado obras en las que se nota algún tipo de espíritu o inspiración masónicos. En esos títulos suelen aparecer los valores esenciales que predicaba la histórica Masonería, como la fraternidad, la igualdad, la paz social, la filantropía, la libertad de conciencia o la compasión respetuosa, y no suelen hallarse exentas de un simbolismo más o menos patente. Sin embargo, desde un punto de vista racional, resulta muy difícil determinar y concretar las líneas de influencia puramente masónicas, dada la universalidad de los valores aludidos; en realidad, la presencia de los mismos nada tiene que ver directamente con el hecho de que el autor sea o no iniciado en la Francmasonería. Por lo tanto, debemos señalar que no existe ni de lejos una literatura masónica propiamente dicha, señalaremos, sin embargo dos grupos: por un lado los favorables y propicios y por otro, los contrarios a la Masonería.
Escritos Propicios a la Masonería:
Hasta hace pocos años hablar de masonería y de literatura suponía en gran medida referirse al siglo XVIII que fue un período en el que, especialmente el teatro y la poesía, los dramas, comedias y óperas masónicas conocieron un notable desarrollo como fórmula de defensa de la masonería o simplemente como subterfugio para dar a conocer supuestos o reales misterios y secretos. Basta recordar la amplia bibliografía masónica en los años previos a la revolución francesa para constatar un hecho de por sí evidente tanto en Francia como en Italia, Alemania, Inglaterra, Austria, etc. Entre las obras más importantes que presentan a la secta favorablemente, reseñamos algunas a modo de ejemplo:
*Constituciones de los francmasones (1723) autores James Anderson y Jean Théophile Désaguliers ; *Moral y Dogma, El Significado de la Masonería y sus Enseñanzas: ambos de Albert Pike; *Los Masones: la sociedad secreta más poderosa de Jasper Ridley ; *Masones y templarios, de Michael Baigent y Richard Leigh; *La iconografía masónica y sus Fuentes, autor Sánchez Ferré, Pere; * Derecho masónico: Rodolfo Mantilla Jácome, Mario Guevara Mendoza Carlos Mario Frías Rubio.
Por su parte, el poeta Giovanni Pascoli (1855-1912) mereció en 1962 un especial recuerdo de Michelangelo Raitano con la reproducción, entre otros documentos, del Acta de la sesión en la que fue iniciado Pascoli, así como de su testamento masónico fechado el 22 de octubre de 1882. Del también poeta y premio Nobel Salvatore Quasimodo (1901-1968) hay que destacar el trabajo de Gianni Rabbia, Ecchi iniziatici nella poesia di Salvatore Quasimodo publicado sucesivamente en Foggia (1987) y en Torino (1988) y los posteriores de Aldo A. Mola, Il fratello Quasimodo un ‘Premio Nobel’ di cui andare orgogliosi (Torino, 1998) y de Danilo Candelero, Salvatore Quasimodo massone. Nel trentennale della sua morte (Roma, 1999).
Además de los casos citados, Carducci, Pascoli y Quasimodo, hay que citar otros autores como Giovanni Faldella (1846-1928), Giovanni Bovio (1841- 1903), Guido Gozzano (1833-1916) y Alberto Salustri, conocido como Trilussa, fallecido en 1950.
Y por supuesto, los muy conocidos libros del profesor jesuita José Antonio Ferrer Benimeli o los de José-Leonardo Ruiz, catedrático de Historia Contemporánea de la Hispalense, vicepresidente del Centro de Estudios Históricos de la Masonería. Ambos, que, como corresponde a personas vinculadas con la secta, tratan de quitar importancia al negativo papel desempeñado por la masonería a lo largo de la Historia: “La masonería está sobrevalorada. Quien de verdad le dio importancia como entidad transformadora de la realidad fue la propia Iglesia con sus ataques, especialmente sus sectores más reaccionarios. Al considerar que la masonería estaba detrás de todos los movimientos revolucionarios y los cambios sociales, le otorgó un papel que realmente no tuvo. Al final, a los masones les gustaban estos ataques, porque les colocaba en una posición de protagonismo social y político que no les correspondía”, afirma el professor Ruiz.
Francesco De Sanctis (1817-1883), literato y político, que fue masón y participó en la Constituyente masónica de Florencia en 1869, donde poco después alcanzó el grado 18 del Rito Escocés Antiguo y Aceptado, es autor de una conocida historia de la literatura italiana y es recordado como uno de los máximos críticos literarios. Otros autores italianos, como Benedetto Croce (1866-1952) y Gabriel d’Annunzio (1863-1938) en su relación con la masonería han merecido la atención en el primer caso de Pirro Vicenzo, y en el segundo de Renzo de Felice.
Añadiremos a Alexander Pope, Jonathan Swift, Mark Twain, Sir Arthur Conan Doyle, Rudyard Kipling, James Joyce, Ruben Darío. Por último, no podemos dejar de mencionar La masonería en la literatura. Una panorámica general. En él, José Antonio Ferrer Benimeli, trata ampliamente el tema, con la solvencia que le caracteriza.
Escritos Contrarios a la Masonería:
El primer corpus conocido está compuesto por seis escritos publicados entre 1747 y 1753. Posee cierto grado de cohesión interna en la medida que cada impreso nuevo incorporó al anterior o al menos hizo referencia de éste. A pesar de que poseen algunos elementos originales, están fuertemente influenciados por la literatura producida en Italia, fundamentalmente por las bulas papales.
En realidad se trata de impresos de divulgación, todo parece indicar que estaban dirigidos fundamentalmente a sacerdotes con el fin de instruirlos con argumentos teológicos para refutar las máximas masónicas y también para desmentir las representaciones de honorabilidad y respeto a la religión con que los masones se proyectaban en el orbe europeo. De hecho, el impreso hispánico se inscribió en un espacio de circulación católico conformado por Italia, España y en menor medida Portugal y Bélgica, haciendo de la literatura antimasónica un vehículo de difusión y profundización doctrinal de las condenas pontificias.
En lo referente a los autores y sus obras, la primera publicación fue un texto anexo al libro “Opúsculo Moral” perteneciente al agustino José Faustino Cliquet. Su trabajo, además de ser un vehículo de difusión y respaldo a la condena pontificia de Clemente XII, homologa la figura del masón con la del “libertino”, Igualmente, se refiere a los masones como herejes y como una “secta perniciosa y pestilencial”, anunciando el carácter de “secta herética”.
Especial interés tiene la traducción y edición de una carta pastoral publicada en 1751 por el obispo de Ventimiglia Pedro María Justiniani, la cual fue reproducida en Barcelona y luego en la Obra de Fray Joseph Torrubia en Madrid. Ese mismo año aparece de la mano de Juan Madre de Dios, lector de teología y secretario general de la Orden de Descalzos de la Santísima Trinidad, la primera síntesis del saber católico referente a la masonería: “Adumbratio Liberorum Muratorum”
La obra de Juan Madre de Dios, al igual que los escritos que le precedieron, buscaba homologar a la masonería con las sectas bíblicas, principalmente con basilidianos, gnósticos y audeanos: Una vez más, queda en evidencia el espacio de circulación del impreso antimasónico católico, cuyo centro de producción se encontraba en Italia haciendo de España un satélite y una caja de resonancia de la política pontificia.
Rodríguez Morzó, Zeballos y Mier, además de denunciar la impiedad y la irreligión que la filosofía masónica predica, dice que va también a revolver el orden público, a derribar a los soberanos, y a disipar a los magistrados y gobiernos establecidos, y si pudiera, a destruir a la humanidad. Torrubia con su Centinela contra francmasones, tuvo el “honor” de que fuera el único libro relacionado con la masonería, incorporado al índice de libros prohibidos en España, tal como recoge Marcelin Defourneaux, en Inquisición y censura de libros en la España del siglo XVIII.
En el siglo XIX español se publicaron una serie de libros antimasónicos, que al margen de sus contenidos, pretendían servir de posible justificación intelectual de la grave represión animada por el Rey Fernando VII.
Pero quizá los que con su literatura más han influido en la sociedad son las siguientes personalidades:
John Henry Newman : Un duro adversario contra el materialismo y el liberalismo. Consideraba la conciencia como instancia superior que unifica el yo de cada católico en una única lealtad insobornable a Dios. A partir de ahí ni la patria ni la santa madre Iglesia pueden obligar a nada que vaya en contra de la conciencia de las personas. Y esa concepción de la conciencia es el valladar para hacer frente a tantos imperios de la opinión, la propaganda, lo políticamente correcto, la ley o las costumbres que se nos ponen por delante y, subrepticiamente, por encima. Debemos defender la objeción de conciencia, por supuesto, contra el liberalismo o los sistemas totalitarios y las doctrinas invasivas de todo tipo, la conciencia es la objeción.
Robert Hugh Benson: Sacerdote anglicano y que, con el tiempo, como tantos otros intelectuales británicos acabó en la Iglesia católica y ordenándose sacerdote católico. De entre sus libros es importante señalar Los Espiritistas, Alba Triunfante o El Señor del Mundo, una novela sobre el Apocalipsis, una narración sobre un tiempo futuro, que en muchos aspectos ya es el presente de nuestra sociedad. Presenta un mundo globalizado y tecnológico que ha negado a Dios, y una religión que se ha difuminado en un humanitarismo sin alma. Una sociedad relativista y materialista en la que no cabe la Iglesia. Cuando ya está todo preparado, un gran líder político, de apariencia humanista y solidaria, logra unificar casi todo el planeta hablando de paz pero ocultando detrás un gran mal.
C.K.Chesterton: En “El hombre común y otros ensayos sobre la modernidad” presentauna recopilación de cuarenta y cuatro artículos en los que dice que la emancipación moderna «ha brindado una especie de libertad excéntrica a ciertos hobbies de los hombres de fortuna o, en ocasiones, a algunas de las locuras más humanas de la gente culta», mientras que ha prohibido «el sentido común, como lo hubiera entendido la gente común», «en nombre del progreso, en nombre del Infanticidio».
Hillaire Belloc: Escritor y político inglés, católico. En “María Antonieta” muestra aspectos poco conocidos o interesadamente descuidados por la historiografía dominante como la influencia de la masonería en la Revolución o su sesgo profundamente anticristiano.
Evelyn Waugh En “Retorno a Brideshead” Waugh presenta a Crowley bajo un personaje que se exhibe en sociedad como mago y bajo el nombre de “Doctor Kakophilos” (el amigo de lo malo, individuo que inspira repugnancia a los dos personajes que, en cierta velada, achispados por el champán, caen bajo la sugestión que ejerce el satanista por el que no ocultan su desprecio y que, pese a las reticencias, a la postre los conduce a su habitáculo donde los somete a una experiencia de magia. La frase del Doctor Kakophilos “Hacer lo que quieras será toda la ley” es una de las máximas del mismo Crowley.
En la trama de este relato se pone de manifiesto que Waugh no cuestiona la existencia y los efectos de la magia negra, en la que murió en extrañas circunstancias Frederick Loveday, lo más importante del mismo es el desenlace, en el que asistimos al Triunfo de Cristo sobre los poderes ocultistas, pues es la Santa Misa la que derrota los efectos mágicos de las invocaciones del ocultista satánico.
Benito Pérez Galdós: En sus Episodios Nacionales narra en una colección de cuarenta y seis novelas históricas que fueron redactadas entre 1872 y 1912 los sucesos ocurridos en España El dedicado a la masonería se titula El Grande Oriente Español, la acción transcurre en el Madrid del año 1821, es decir, narra el periodo que se conoce como Trienio Liberal (1820–1823). Además de tener como telón de fondo la masonería que en esos años tuvo su apogeo, narra la organización de Los comuneros, una institución similar creada en España y que contaba con los liberales más radicales.
Antony Cyril Sutton (1925–2002) fue un economista e historiador británico, notable por sus estudios sobre la importancia de la inversión y la tecnología occidentales en el desarrollo de la Unión Soviética, así como la supuesta financiación de la gran banca de Wall Street a los bolcheviques, los nazis y a Franklin Delano Roosevelt[2]. En sus libros denunciaba la infiltración de la masonería en la estructura del poder político para promover intenciones subversivas, cómo utilizar las logias para lanzar ideas que transforman la sociedad, actuando como lobbys[3]. En opinión de Sutton el propósito de estas actuaciones era muy simple: establecer y exportar al mundo entero un sistema que llamaba «Socialismo Corporativo», bajo el cual la sociedad civil está sometida al control totalitario del Estado, y éste a su vez al de la gran banca, dirigida por hombres que tienen absoluto poder político y económico, de modo que todo esté bajo su dominio.
Así han manipulado la sociedad según su interés y han promovido en todos los países del mundo un interés enorme por legalizar el aborto, la eutanasia y se empieza a oir voces a favor de la eugenesia, etc. Todo esto se ejecuta con base en una línea editorial bien trazada que es viralizada a través del aparato mediático que ofrecen las empresas transnacionales de la comunicación, siempre aliadas a los intereses de la secta y sus aliados en el grupo hegemónico.
Naturalmente, sus ideas e investigaciones fueron consideradas un problema porque llega a conclusiones incómodas para muchos empresarios y economistas que conforman el lobby mencionado. Por esta razón su obra tiende a ser desestimada como extremista o, más a menudo, simplemente ignorada. Para el periodista francés Pierre de Villemarest, «Sutton fue el único autor que escudriñó en los contratos y demostró que gracias a ellos los totalitarismos nazi y soviéticos han podido vivir y sobrevivir económicamente».
En 1973 tuvo la valentía de publicar una versión, bien que condensada, de su estudio con fines divulgativos titulado National Suicide: Military Aid to the Soviet Union («Suicidio Nacional: la ayuda militar a la Unión Soviética»), en la cual atacaba el programa Nixon-Kissinger de ayuda a los soviéticos, mientras que éstos ayudaban a los nord-vietnamitas en sus esfuerzos de guerra. En su libro, Sutton llegaba a la conclusión de que los soldados americanos morían en Vietnam[4] gracias a su propia tecnología estadounidense, y que la guerra no tenía tanto interés en detener el avance del comunismo como en generar ventas multimillonarias de armamento para el complejo industrial-militar. Naturalmente, la secta no podía consentir la divulgación de esos planes y fue expulsado de la Hoover Institution, cuyo director, Glenn Campbell (1960-1989), le consideraba «un problema».
Maurice Caillet ofrece un testimonio que muy pocos se atreven a contar. Llegó a altos grados en el Gran Oriente de Francia lo que le facilitó un gran conocimiento sobre rituales, tenidas, significados ocultos… Y como trasfondo, la cara oculta de una institución tanto más cuestionada cuanto más presume de humanismo y tolerancia. Caillet es el único ex-masón vivo que sale a la luz para explicar, a pesar de las presiones y amenazas que ha sufrido, su entrada en la Masonería, la actividad que desarrolló durante los quince años que permaneció en la misma, su responsabilidad como Venerable de la Logia, los contactos e influencia que logró recabar para ascender en su vida profesional, el juramento que obliga a defender a otros “hermanos” masones, la incidencia de la Organización en la política… en fin, la historia y finalidades actuales de la que es la mayor y más poderosa institución secreta del mundo.
Malachi Brendan Martin: fue un sacerdote católico irlandés y escritor en la Iglesia Católica. Ordenado originalmente como sacerdote jesuita, se convirtió en profesor de paleografía en el Pontificio Instituto Bíblico del Vaticano.Secretaio del cardinal Bea (en realidad Behayim, criptojudío y masón, «eminencia gris» del Concilio Vaticano II). Se desilusionó con los tejemanejes en el Vaticano y solicitó le eximieran de ciertos votos que le ligaban a los jesuitas, pero mantuvo con firmeza su condición de sacerdote. Escribió más de 17 libros relacionados con la información que le facilitó su destacado puesto. Entre ellos: Los Jesuitas, La Casa de los Vientos, El ultimo Papa,….en todos pone de relieve la maligna labor de la masonería. Murió de forma extraña y sin que se encontrara culpable como suelen hacer con los enemigos de la secta.
- [1] Según el profesor López Casimiro existe cierta vinculación del poeta a las logias granadinas
- [2] Fue iniciado masón el 28 de Noviembre de 1911 en la Logia “Holland Lodge 8 de Hyde Park, Nueva York. Alcanzó el grado 32 del Rito Escocés, integró el Cypress Shrine Temple en Albany, New York.Fue Representante de la Gran Logia de Georgia en 1930, y primer Gran Maestro Honorario de la Orden Internacional De Molay.
- [3] Northrop Grumman, que comercializa aviones de guerra; General Dynamics, fabricante de aeronaves y tanques, y L-3 Communications, proveedor de sistemas de vigilancia y comunicación. Lockheed Martin, Boeing, Raytheon, Martín, Raytheon, General Dynamics, Mc. Donnel Douglas, Boeing, Northrop … masonería internacional, que son los mismos: los Rothschild, los Rockefeller, Gates, Soros……
- [4] Supuesta provocación de Vietnam en el Golfo de Tonkin dio pie para que el presidente estadounidense Lyndon B. Johnson (masón del grado 33, miembro del CFR). respondiera con un ataque militar el 7 de agosto de 1964. Lo que nos recuerda, por lo de la provocación, ciertos paralelismos con la Guerra de Cuba.
COMPARTE:
EMBÁRCATE EN LA LUCHA CONTRARREVOLUCIONARIA: Si quieres defender la cristiandad y la hispanidad, envíanos tus artículos comentando la actualidad de tu país hispano, o colaboraciones sobre la fe católica y la cultura, así como reseñas de libros, artículos de opinión… Ya superamos las 12.000.000 de páginas vistas anualmente en todo el mundo, únete a nuestro equipo de voluntarios y difunde la verdad compartiendo en redes sociales, o remitiendo tus colaboraciones a redaccion@tradicionviva.es . Puedes seguirnos en Telegram: t.me/tradicionviva / Facebook: @editorial.tradicionalista / Twitter: @Tradicion_Viva / Youtube: youtube.com/c/tradicionvivaTv / Suscríbete a nuestro boletín digital gratuito, pulsa aquí.
TE NECESITAMOS: Somos un espacio de análisis lejos de los dogmas de la corrección política; puedes colaborar haciendo una DONACIÓN (pulsando aquí)