Que países como Dinamarca o el Reino Unido hayan decidido poner fin o suavizar las ridículas restricciones a las libertades impuestas a causa a la falsa pandemia o incluso anuncian que la misma está pronta a desaparecer, sólo quiere decir dos cosas: Que no disponen de efectivos policiales suficientes para imponer su cumplimiento o que no están seguros de la lealtad de sus fuerzas armadas o policiales; o peor aún que sus dueños y señores: los banqueros que giran como satélites en la órbita de los Rothschild han decidido recurrir a una nueva gran guerra para seguir exterminando a la población mundial, mayormente la europea.
En Italia, un fuego se desató en la estación romana de carabineros de Salvo D’Acquisto el mismo día que Draghi, el chico de los recados de los Windsor-Rothschild, pretendía imponer la vacunación obligatoria entre las filas de la policía italiana. En ello ve Cesare Sacchetti una severa advertencia al gobierno italiano para que deje de presionar a sus fuerzas policiales. Ya sabemos que la masonería, a la que la mayoría de los dirigentes europeos pertenece, elige a sus políticos títere en base a dos razones fundamentales: que carezcan completamente de méritos y de escrúpulos. ¿Será por eso que Ursula von der Leyen se dedica a vaciar las arcas de la Unión Europea comprando millones de dosis de la vacuna venenosa y genocida que quiere hacer obligatoria mientras se cartea con el director de la compañía farmacéutica Pfizer?
La crisis en Ucrania estalló con el golpe de estado de 2014 que apartó del poder a Viktor Yanukovytch que era demasiado honesto y conciliador para el estado profundo jázaro, un golpe de estado instigado según algunos por el gobierno estadounidense, sólo que el gobierno estadounidense no es estadounidense, es israelí. Hace mucho que Estados Unidos no es más que una colonia del reino jázaro de Israel y todas las guerras que libra o los golpes de estado que provoca. los provoca en el exclusivo beneficio de dicho reino del que Jacob Rothschild es el rey.
No deja de ser sintomático que uno de los agentes que instigó el conflicto o la guerra civil en Ucrania no fuera otro que el senador John McCain que le debe su carrera política a los buenos oficios de lo familia Bronfman. Conocidos como “los Rothschild de Nueva York.” los Bronfman son ,en palabras de Michel Collins Piper, al que parafraseo en el siguiente párrafo, la casa real del Establishment judío o mejor dícho, jázaro o askenazi en los Estados Unidos.
Los Bronfman hicieron su fortuna con el contrabando de alcohol durante los años de la ley seca en Estados Unidos, fue en aquella época cuando forjaron sus vínculos con la organización mafiosa dirigida por el judío asquenazi o jázaro nacido en Rusia y radicado en Nueva York, Meyer Lansky, con Lucky Luciano y Frank Costello como adláteres.
Mc Cain aterrizó en Arizona como el cónyuge de Cindy Hensley, hija de Jim Hensley que fue quien patrocinó su carrera política. Pero Hensley no era en realidad más que unos de los secuaces de Kemper Marsley máximo representante en Arizona de la organización mafiosa dirigida por Meyer Lansky, socio como ya hemos dicho de los Bronfman. Uno de los Bronfman, un tal Edgar fue el director del World Jewish Congress (que debería llamarse el congreso mundial jázaro) y apostaríamos a que dicha familia “real” mafiosa sigue dirigiendo entre bastidores dicha organización. Que la gente no conozca en absoluto a la mafia jázara, pero sí que esté sumamente familiarizada con la mafia italiana o la rusa que no son más que dos de sus tiernos vástagos da una idea de quien controla los medios de desinformación mundial.
Este tipo de revelaciones hace completamente verosímil que como afirman algunos el illuminati judío y masón Mazzini fuera el fundador la mafia siciliana que luego abriría sus filas a un napolitano como Capone gracias a la influencia de los Bronfman y los Lansky.
Ahora vemos pues a la mafia jázara o askenazi extender de nuevo sus tentáculos en el este de Europa para convertirlo una vez más en el trágico escenario de una nueva conflagración devastadora y apocalíptica que acabe para siempre con lo poco que queda de la civilización europea.
Que los comunistas de China, otra colonia israelí, hayan reintroducido, por cierto, los test anales para detectar el covid, (la mascota de las últimas olimpiadas) con ocasión de los juegos olímpicos de invierno, no tiene nada de extraño; todo lo que tenga que ver con la plandemia, la inminente guerra y los negocios sucios de los Rothschild y sus financieros vasallos, es anal, y anal no de cualquier ano, sino del ano de Satanás que es ano al que todo el mundo rinde tributo o besa cada vez que “predica” la plandemia o atiza las llamas de la guerra en Ucrania. Es Satanás en persona quien rige los destinos de Europa y el mundo entero desde que el patriarca de los Rothschild fuera coronado en la sombra como el rey de reyes. Repárese en la espantosa y abominable blasfemia implícita en el título honorífico conferido por las huestes diabólicas con el beneplácito de la prensa cautiva del momento y ahora de todos los politicastros de izquierda, de centro o de derecha que gobiernan o desgobiernan a europeos y estadounidenses.
Jose Francisco F-Bullón.
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