Dicen que la vida es dura porque, en el mejor de los casos, deja constancia de nuestra pequeñez, se nos va a manos llenas, y además se lleva a los familiares, amigos y personas que admiramos. Sí, ha fallecido don Luis Hernando de Larramendi Martínez, y es duro asimilarlo. Fue un magnífico mecenas de investigadores y el mundo de la cultura.
Conocí a don Luis con motivo de la creación e impulso de lo que luego ha sido museo del Carlismo en Estella (Navarra). Vimos coronado el proyecto el día de su inauguración el 23-III-2010. El Parlamento de Navarra había aprobado por unanimidad su creación en 1997, pero fue gracias a los desvelos de don Luis, que a su vez nos movió a nueve personas de diferentes sensibilidades, por lo que el proyecto fue adelante. El llevó sobre sus espaldas importantes trabajos y gestiones desde los orígenes. La Fundación Ignacio Larramendi, de la que era presidente, también puso su generosidad económica, por lo que el Museo y los beneficiarios que somos todos, debemos estar muy agradecidos. Conservo la abundante documentación que nos enviaba y recuerdo las reuniones en Pamplona y otros lugares. Sobre esto nos cuenta don Luis en “Museo del Carlismo: intrahistoria y reflexiones” (Aportes, nº 75, 2011, p. 103-108).
Tengo presente la visita que el grupo inicial hicimos al antiguo palacio del Gobernador en Estella, cuando las obras de restauración ya estaban algo avanzadas. Fue la primera semana de abril de 2001. Por la tarde subimos a la basílica de Ntra. Sra. del Puy y pudimos contemplar el hermosísimo manto blanco con dorados, donado a la Virgen por doña Berta, esposa en segundas nupcias de don Carlos VII. Coro y su padre nos lo extendieron delante de la imagen de la Ntra. Sra. del Puy.
Siempre admiré en don Luis su saber hacer, su saber estar, y su enorme generosidad. Actuaba con cabeza y era muy emotivo. Era activo, y generoso. Su lealtad se delataba en el trato con él, y él la manifestaba en obras. Un caballero donde la sencillez y discreción eran su mayor elegancia. Admiró con hechos y rindió siempre homenaje a su abuelo don Luis –político carlista que dejó una huella de todos conocida y del que reeditó Cristiandad, Tradición, realeza de 1952- y a su padre don Ignacio, que, además de su enorme creación empresarial, transmitió a sus nueve hijos un hermosísimo legado en defensa de la historia de España, los valores cristianos y el Carlismo.
Gracias a la Fundación Ignacio Larramendi, que presidía don Luis, muchos investigadores han podido enfrascarse en sus trabajos y entre todos han ofrecido y ofrecen un conocimiento histórico que camina en verdades, con una clara prevalencia de la objetividad y la libertad académica, abierto a temas muy variados, incluidos la tradición española y concretamente el Carlismo. También podría dar testimonio de ello don Carlos Etayo Elizondo en su periplo de viajes americanos.
Don Luis retomó y expandió con un gran éxito la revista “Aportes” (inicialmente revista de historia de siglo XIX), revista que algún autor tan mal ha comprendido según escribe. Fue una magnífica iniciativa del dr. Francisco Asín Remírez de Esparza, que creó y mantuvo durante años para que nadie, si quería investigar sobre ciertos temas, tuviesen que seguir otro guión, otra dependencia en la endogámica y politizada universidad española, que la del auténtico investigador. La revista pasó a llamarse “Aportes. Revista de historia contemporánea”. Autores jóvenes, a los que la endogamia e ideologización de las cátedras españolas podían vedar el camino, fueron acogidos por la revista.
Ahí está también el Premio Internacional de Historia del Carlismo “Luis Hernando de Larramendi”, la edición de un gran número de títulos premiados, y otras iniciativas editoriales en solitario o en colaboración. Gracias al mecenazgo de don Luis, a los medios y organización que facilitó, en España se ha investigado más, se ha editado y difundido más, y sea trabajado más por el saber y la cultura.
Dos de las grandes y bellísimas obras que atendió fue el libro Requetés. De las trincheras al olvido (2010) y La cámara en el macuto. Fotógrafos y combatientes en la guerra civil española (2018), obras colectivas del dr. Pablo Larraz Andía y Víctor Sierra-Sesúmaga.
Mecenas desinteresado donde los hubiere a través de una Fundación, persona inigualable, ha sido y es para nosotros un don de Dios, de él mismo por darse, y un don de su extensa familia que siempre le acompañó en sus pasos. Va a dejar un gran vacío entre nosotros. Miembro activo de ACdeP, se ocupó de su Secretariado Internacional. Amigo del bien común, está entre los principales mecenas en el mundo de la investigación en España. Católico de veras, tradicionalista o carlista de cabeza y corazón, amó profundamente con obras la Causa de la tradición de las Españas. Quiso servir y sirvió a la verdad bien fundada por encima de todo, con sencillez para decirla y escribirla. Gracias, don Luis.
José Fermín Garralda Arizcun
COMPARTE:
EMBÁRCATE EN LA LUCHA CONTRARREVOLUCIONARIA: Si quieres defender la cristiandad y la hispanidad, envíanos tus artículos comentando la actualidad de tu país hispano, o colaboraciones sobre la fe católica y la cultura, así como reseñas de libros, artículos de opinión… Ya superamos las 12.000.000 de páginas vistas anualmente en todo el mundo, únete a nuestro equipo de voluntarios y difunde la verdad compartiendo en redes sociales, o remitiendo tus colaboraciones a redaccion@tradicionviva.es . Puedes seguirnos en Telegram: t.me/tradicionviva / Facebook: @editorial.tradicionalista / Twitter: @Tradicion_Viva / Youtube: youtube.com/c/tradicionvivaTv / Suscríbete a nuestro boletín digital gratuito, pulsa aquí.
TE NECESITAMOS: Somos un espacio de análisis lejos de los dogmas de la corrección política; puedes colaborar haciendo una DONACIÓN (pulsando aquí)