(Gaudium Press) Se van conociendo más detalles de la persecución religiosa de la fiscalía de Finlandia, en la persona de la ex ministra Paivi Rasanen. Están encausados la ministra y el obispo luterano Juhana Pohjola. Se les acusa de divulgar públicamente la enseñanza de la Biblia sobre la homosexualidad. El próximo 30 de marzo se dictará sentencia.

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La fiscalía de ese proceso afirma que los homosexuales fueron insultados en un folleto, un tuit y un programa de radio. En consonancia con la enseñanza cristiana, la ex-ministra Rasanen considera los actos homosexuales como pecado, y está lejos de ser ‘homofóbica’ pues en diversas circunstancias ha declarado la dignidad intrínseca de toda persona, incluyendo los homosexuales.

Pensar lo que quiera, pero dentro de su cabeza

El lunes pasado tuvo lugar en el Tribunal de Helsinki la segunda sesión del juicio contra la diputada, y ahí, la fiscal Anu Mantila dijo que si bien Rasanen tiene libertad de religión, eso no excluye su responsabilidad en el uso de la Biblia.

Dijo la fiscal que cada uno puede pensar lo que quiera, pero que la expresión de la fe puede ser restringida: “Subrayo que la libertad de pensamiento y de conciencia no tiene restricciones. Este tribunal no se ocupa de las opiniones religiosas sobre la Biblia y la homosexualidad. Se ocupa de la expresión de estos puntos de vista”, es decir, la fe solo en la cabeza de cada cual.

Expresó también la fiscal que al juzgar los hechos de un homosexual se juzgan también la identidad del homosexual.

Por su parte el abogado de Rasanen, Matti Sankamo, expresó que para difamar e insultar es necesario tener intención de ofender y hacer acusaciones infundadas, algo que no ocurre en el caso de Rasanen.

Para caer en el tipo penal, se debería haber hecho algo como difundir información, opinión u otro mensaje en el que se considere deseable la violencia o la discriminación, se compare a las personas con animales o parásitos, y se califique generalmente a las minorías de criminales. “Está bastante claro que éste no ha sido el caso en los escritos de Räsänen”.

Interferir en este tipo de debates, expresó también el abogado, “llevaría a un efecto de silenciamiento, que es un peligro para una sociedad abierta y un orden democrático”.

Proscribir el cristianismo

Por su parte el abogado del obispo anglicano afirmó que “Uno debe tener derecho a expresar su opinión basándose en la Biblia. Esto es libertad religiosa”.

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“La distinción entre el hombre y sus actos es una norma universal y una enseñanza cristiana básica sobre la creación y la redención”, declaró.

“A través de sus interpretaciones, la fiscal pretende silenciar y criminalizar la enseñanza bíblica de los acusados y la ética sexual general del cristianismo”.

“Aceptar la interpretación del fiscal llevaría a la criminalización de la confesión pública del cristianismo. No es posible imponer una restricción tan profunda en el ámbito central de la práctica religiosa”, concluyó el abogado.

Con información de Infocatolica

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