POR COLE KINDER
En los últimos años, los católicos estadounidenses han encontrado que nuestro país está violentamente en desacuerdo con muchas de nuestras creencias firmemente arraigadas, desde el matrimonio tradicional hasta la defensa de la familia y la defensa de los no nacidos. En respuesta, muchos de nosotros hemos buscado en el mundo exterior un país cristiano que emita un rayo de esperanza.
Algunos católicos conservadores han encontrado en Rusia un aliado potencial. Sin embargo, dada la invasión rusa de Ucrania, quizás debamos mirar un poco más de cerca.
Es cierto que la Rusia del presidente Putin defiende la familia y el matrimonio tradicional , pero también lo hace la Ucrania del presidente Zelensky. Ambos países son casi iguales en cuanto a los «derechos de los homosexuales», y ambos se oponen con vehemencia al «matrimonio» entre personas del mismo sexo. En este tema, ambos países son bastante conservadores.
Cuando se trata del aborto, el presidente Putin y el presidente Zelensky supervisan países muy abiertos al aborto legalizado. Rusia tiene la tasa de aborto per cápita más alta del mundo , mientras que el presidente Zelensky desea que el aborto sea más accesible en Ucrania. El presidente Zelensky también quiere que se legalicen la prostitución y otras prácticas inmorales. Si bien la prostitución también es ilegal en Rusia, solo se castiga con una multa mínima . Así, la prostitución es muy popular e incluso elogiada por el propio presidente Putin.
Rusia y Ucrania, aunque ambas son cristianas en algunos temas, son muy parecidas a cualquier otra nación en lo que respecta a sus leyes: cristianos de cafetería y no cristianos en los temas más importantes.
Sin embargo, incluso con todos estos hechos, escuchará que Rusia es un país cristiano, como si Ucrania lo fuera menos. Escuchará la justificación de la agresión de Rusia como una especie de cruzada cristiana contra el ateísmo occidental. Pero tal perspectiva no se alinea con los hechos.
Al observar la demografía, Rusia es en realidad menos cristiana que Ucrania . Además, y lo que es más importante, Rusia también es menos católica que Ucrania. Ucrania no solo tiene un mayor porcentaje de católicos (~7,8% a ~0,5%) sino que también tiene más católicos totales (~3.354.000 a ~717.101).
Además, Ucrania es el hogar de la Iglesia Católica Oriental más grande , la Iglesia Católica Griega de Ucrania. Su antigua iglesia madre está en Lviv, donde Estados Unidos y muchos aliados occidentales han estado colocando sus embajadas . Lviv es una ciudad de mayoría católica griega ucraniana. Otros dos oblasts (provincias) en el oeste de Ucrania también son en su mayoría católicos. Lviv ha sido y sigue siendo el hogar de la Iglesia Católica Romana (rito latino) y la Iglesia Católica Armenia (otra Iglesia Católica Oriental) en esta región de Ucrania.
La Iglesia católica griega de Ucrania no solo es la Iglesia católica oriental más grande, sino que también proporciona una conexión directa con la cristianización de la Rus de Kiev como una de las iglesias sucesoras de la conversión al cristianismo de San Gran Príncipe Vladimir I de Kiev. 988. Por lo tanto, las raíces católicas de los ucranianos son profundas.
Además de la Iglesia greco-católica ucraniana, Ucrania también tiene la Iglesia greco-católica rutena, con su iglesia madre en Pittsburgh, Pensilvania, EE. UU. Esta iglesia es para rutenos/rusinos, otro grupo eslavo oriental que constituye una minoría considerable en Ucrania, además de otras áreas de las montañas de los Cárpatos donde viven. Esta área se llama Carpatho-Ruthenia e incluye Ucrania, Eslovaquia, Polonia, Hungría y Rumania, y en realidad se encuentra en la misma región de donde son originarios los croatas blancos, una de las tribus que fundó la fuerte nación católica de Croacia.
En Ucrania, los rutenos habitan en el óblast de Zakarpatska en el oeste de Ucrania, donde la Iglesia católica griega rutena es la principal jurisdicción católica allí. La Iglesia Católica Griega de Rutenia puede rastrear sus orígenes hasta que San Cirilo y Metodio convirtieron a los eslavos de la Gran Moravia al cristianismo en 863.
Es cierto que también existe una Iglesia greco-católica rusa, pero nunca ha obtenido tanta membresía o sentido de identidad nacional como la Iglesia greco-católica ucraniana.
Debido a las fronteras cambiantes de Ucrania, los ucranianos en un momento vivieron bajo el dominio de los Habsburgo en lugares como Lviv y, por lo tanto, tienen raíces católicas más profundas. Gran parte de la diáspora ucraniana, especialmente en los Estados Unidos, es parte de la Iglesia católica griega ucraniana. No se puede decir lo mismo de Rusia, donde no hay ciudades, regiones o historia significativas donde la Iglesia católica griega rusa desempeñe un papel importante.
Como se puede ver, existe una profunda afinidad entre los ucranianos y la Iglesia Católica que no está presente en Rusia. Y estos católicos suelen ser los más ferozmente patriotas de Ucrania. Hay una razón para eso. Los ucranianos a menudo han mirado hacia el oeste, como lo hicieron bajo el Reino de Galicia-Volhynia cuando buscaron protección de los mongoles en el siglo XIII. Este reino y la región de Galicia se centraron en Lviv como su capital.
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Lviv y las otras regiones ucranianas católicas de Occidente también fueron clave en la lucha por la independencia de Ucrania en el Movimiento «Rukh» que vio a Ucrania lograr la independencia de la brutal URSS dirigida por Rusia en 1991, con el 92,5 por ciento de los votos y una considerable mayoría en todos los oblasts excepto en la República Autónoma de Crimea y una ciudad con estatus especial, Sebastopol, donde todavía había una mayoría pero con una participación extremadamente baja.
Los católicos ucranianos y sus compatriotas buscaban la independencia de los abusos que los imperios dirigidos por Rusia habían cometido contra el pueblo ucraniano a lo largo de los años. Tomemos como ejemplo al clero católico en la Unión Soviética. Hubo muchos mártires y confesores, como 128 obispos y monjas de la Iglesia greco-católica rutena que fueron enviados a gulags y 36 sacerdotes greco-católicos rutenos que fueron asesinados.
Mientras tanto, la Iglesia católica griega ucraniana fue ilegalizada por la Unión Soviética entre 1946 y 1989. En 2014 , en Crimea, muchos clérigos católicos se vieron obligados a marcharse tras la toma del poder por parte de Rusia. Algunos pueden pensar que estos abusos se debieron simplemente al comunismo. Pero, de hecho, como se ve en este ejemplo de Crimea, también parece ser un problema de la Federación Rusa.
La invasión rusa de Ucrania vendrá con mucha angustia católica . Como fieles católicos, debemos recordar que la búsqueda de otros grandes experimentos eslavos no se ha jactado con orgullo de nuestra Iglesia o de la mayoría de las demás en el pasado reciente. Rusia a menudo tiene objetivos revanchistas, y si bien puede parecer que Rusia se detendrá en Ucrania, siempre existe la preocupación de que su invasión pueda extenderse a otras partes de la antigua Unión Soviética y el Pacto de Varsovia.
Los países católicos como Polonia, Eslovaquia y Hungría podrían ser los siguientes en la fila para el ataque ruso. Más allá de eso, otros países católicos como Croacia y Eslovenia están a tiro de piedra. La católica Lviv ya está en el fuego cruzado. Para los católicos, la amenaza de Rusia es muy real, no solo dentro de Rusia.
Los católicos no solo deben dudar en apoyar una invasión de Putin porque las guerras innecesarias están en contra de nuestra Fe, sino que también debemos estar en contra de una invasión de Ucrania por parte de Putin porque nuestra Fe es fuerte en Ucrania. Si los católicos conservadores desean un mundo más católico, entonces deberíamos hacer todo lo posible para apoyar a Ucrania, uno de los pocos países con una herencia verdaderamente católica.
Este artículo se publicó en inglés en https://www.crisismagazine.com/
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