Tanto EEUU como Europa han divulgado a bombo y platillo las «fuertes» sanciones a Rusia, siendo una de las principales la exclusión del sistema SWIFT de los bancos rusos; sin embargo dicha desconexión es parcial, no total.

Efectivamente en el acuerdo alcanzado por Estados Unidos, la Unión Europea, Canadá y el Reino Unido se decide desconectar «determinados bancos rusos» del sistema internacional de pagos, para ser más exactos, solo se desconectan siete bancos rusos, y lo que es más importante no son desconectados ni Sberbank, ni al Gazprombank; el motivo de la no desconexión de dichos bancos es la propia hipocresía de los gobiernos occidentales: POR ESTOS BANCOS LOS EUROPEOS REALIZAN LOS PAGOS DEL GAS Y EL PETRÓLEO RUSO.

Europea queda de esta forma en evidencia ante el mundo: dice sancionar a Rusia por el conflicto de Ucrania, pero para proteger sus necesidades energéticas decide seguir comprando el petróleo y gas ruso, es decir PUTIN seguirá siendo el «proveedor oficial» de la energía europea.

Este hipocresía resulta más evidente si tenemos en consideración que Europa tiene alternativas reales al gas y petróleo ruso, pues sin ir más legos su aliado USA podría proporcionales dichas energías, ahora bien a un coste un 40 % más elevado, de esta forma se ponen en evidencia el «humanitarismo» europeo, pues la salvación del pueblo ucraniano para los líderes del viejo continente no merece una sobrecoste del 40 % en su gasto energético.

Es necesario recordar que el sistema de transacciones Swift es la base del sistema financiero global y lo usan 11.000 bancos en 200 países o territorios para poder hacer transferencias, por lo que la exclusión de dicho sistema de siete entidades bancarias no afectará principalmente al gobierno ruso, sino a la población rusa, que se convierte de este modo en otra víctima inocente de conflicto en Ucrania.

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