El economista Hans-Werner Sinn asume que Alemania se enfrenta a una prolongada crisis económica. El Estado alemán probablemente se verá abrumado por hacer frente a esta crisis. Sinn recomienda que los jóvenes vuelvan a las imágenes familiares tradicionales porque, a diferencia del estado, la familia será una comunidad confiable de solidaridad en los años y décadas difíciles que se avecinan.

Los «buenos tiempos» en Alemania terminarían «por un período más largo» debido a la situación demográfica, numerosos errores políticos y las consecuencias de las crisis del coronavirus y Ucrania. En esta situación, se debe transmitir el siguiente mensaje a la gente:

«Cuídense. No creas que el Estado puede hacerlo. El Estado se verá irremediablemente abrumado con las tareas sociopolíticas. […] A los jóvenes solo se les puede aconsejar: Piense en las imágenes familiares tradicionales, vea que tiene hijos para que pueda envejecer con estos niños. La cohesión familiar será cada vez más importante ante las dificultades del Estado». ¹

Los etólogos humanos consideran a la comunidad de varias familias relacionadas, ahora conocida como el «grupo local» y anteriormente llamada el «clan», como la forma más estable y antigua de comunidad humana. Los clanes son comunidades más grandes que consisten en varios clanes. ²

Hoy en día, el concepto de familia extensa tiene connotaciones predominantemente negativas debido a las acciones criminales de estructuras familiares muy alejadas de la cultura. Sin embargo, incluso en el espacio cultural europeo, las familias numerosas se encuentran entre las estructuras más resistentes de todas. Estas familias también fortalecen la resiliencia de una comunidad porque representan una estructura de solidaridad que está disponible incluso cuando las instituciones estatales fallan o están sobrecargadas. Cuantas más personas forman parte de una estructura familiar intacta, menos carga tiene que soportar una comunidad en tiempos de crisis, y más personas sobreviven indemnes a esos momentos.

Ya el filósofo cristiano primitivo Clemente de Alejandría (c. 150-215) observó que la falta de familias intactas debilitaba decisivamente a una comunidad. Donde hay muy pocas familias intactas, también hay una «falta de hombres», que en situaciones de crisis puede llevar a la «desaparición de las ciudades y del mundo habitado que las componen». Para los cristianos, esto es inaceptable, ya que tienen que preservar la creación. ³

El ex juez del Tribunal Constitucional Federal Udo Di Fabio testificó sobre la validez atemporal de esta observación cuando enfatizó la importancia de la familia para la resiliencia de la comunidad en 2005. El futuro de las sociedades occidentales dependerá de que «muchos jóvenes nazcan y crezcan en un ambiente feliz, aprendan valores liberales y vitales, competencia moral, sabiduría de la vida, tradición e historia, religión y dignidad a una edad temprana». ⁴

Poco antes de su muerte, el teólogo protestante Dietrich Bonhoeffer predijo que en vista de los trastornos creados por las ideologías utópicas y materialistas, la importancia de la familia aumentaría nuevamente a largo plazo. En los «años de agitación, el mayor regalo será sentirse seguro en un buen hogar parental». Este será «el sólido muro protector contra todos los peligros externos e internos». ⁵

El poeta Rainer Maria Rilke expresó esto con las siguientes palabras:

«Porque he aquí: vivirán y se multiplicarán
y no serán conquistados por el tiempo,
y crecerán como las bayas del bosque que contienen
el suelo bajo caramelos.

Porque bienaventurados los que nunca se fueron
y se quedaron quietos bajo la lluvia sin techo;
a ellos vendrán todas las cosechas,
y su fruto estará lleno mil veces.

Durarán sobre cada fin
y sobre imperios cuyo significado se está desvaneciendo,
y se levantarán como manos
descansadas cuando las manos de todos los estados
y todos los pueblos estén cansadas». ⁶

Las ideologías marxistas o neomarxistas y posmodernas, por otro lado, rechazan a la familia tradicional y luchan contra ella. Según Friedrich Engels, la primera lucha de clases de la historia fue entre el hombre y la mujer. ⁷ El psicoanalista Wilhelm Reich, que fue fuertemente recibido en el movimiento del 68, describió a la familia como el «núcleo reaccionario central» porque promovía la supresión de impulsos. ⁸ El filósofo aún más influyente Max Horkheimer describió a la familia como el «núcleo del fascismo». Al «aprender a amar a sus padres con el corazón», un niño también aprende a reconocer la «relación burguesa de autoridad». Esto dificulta el trabajo de las ideologías revolucionarias, por lo que Horkheimer rechaza abrumadoramente la institución de la familia tradicional. ⁹ 

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Este artículo se publicó originalmente en alemán en https://renovatio.org/

Fuentes

1. «‘El Estado se verá irremediablemente abrumado’», Münchner Merkur, 23.04.2022, p. 3.
2. Christa Sütterlin: «Ahnen, Götter und Helden. Por qué necesitamos monumentos», SpektrumSpezial, nº 02/2017, pp. 7-9.
3. Clemens von Alexandrien: Teppiche. Wissenschaftliche Darlegungen entsprechend der wahre Philosophie (Stromateis),Múnich 1936, p. 252 y ss.
4. Udo Di Fabio: Die Kultur der Freiheit, Múnich 2005, pp. 271-272.
5. Dietrich Bonhoeffer: Widerstand und Ergebung. Briefe und Aufzeichnungen aus der Haft, Gütersloh 2016, p. 152.
6. Rainer Maria Rilke: Das Stundenbuch, Berlín 2016, pp. 79-80.
7. Friedrich Engels: Der Ursprung der Familie, des Privateigenthums und des Staats, Stuttgart 1894.
8. Wilhelm Reich: Die Massenpsychologie des Faschismus, Kopenhague 1933.
9. Max Horkheimer: «Autorität und Familie», en: ders: Gesammelte Schriften, Band 3: Schriften 1931–1936, 2ª ed., Frankfurt a.M. 2009, pp. 336-420.

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