El psiquiatra juvenil Alexander Korte describe la transexualidad entre los jóvenes en una entrevista con el diario «taz» como un «fenómeno de la época» . Esto afecta principalmente a niñas psicológicamente vulnerables que carecen de modelos femeninos positivos. El número de diagnósticos de transexualidad entre los jóvenes crece exponencialmente en las sociedades occidentales. Los afectados deben ser ayudados de manera efectiva en lugar de confirmar su «imagen corporal desordenada» y sugerir intervenciones médicas irreversibles con consecuencias de largo alcance, a menudo dañinas, por razones ideológicas.

• Alrededor del 85 por ciento de las personas que se identifican como transgénero son niñas. Estos son particularmente susceptibles a la influencia y se abordan por el hecho de que «en ciertas escenas está de moda ser trans». Los medios que informaron «eufóricamente» sobre una «transición médica supuestamente sin complicaciones» reforzaron esto. Por otro lado, se oculta en gran medida que las intervenciones médicas correspondientes son irreversibles y que los afectados necesitan tratamiento médico y psiquiátrico de por vida debido a la depresión.
• Es muy poco probable que las percepciones de las adolescentes de ser trans tengan una base genética, pero se ven favorecidas por factores como el trauma sexual de sus madres. A menudo no pueden estar disponibles como un “modelo femenino positivo” para sus hijas, quienes posteriormente desarrollaron disforia de género o “disforia de género de inicio rápido” al comienzo de la pubertad porque tenían un “rechazo de la feminidad” interno y, por lo tanto, son abrumados por identificarse positivamente con su rol de género.
• Contrariamente a las afirmaciones de los activistas trans, la transexualidad es un «trastorno mórbido». El «desafortunado debate de despatologización», que rechaza una clasificación correspondiente porque se percibe como hiriente, «no lleva a ninguna parte» y «perjudica a los afectados». Es un «tonto» aceptar la «inefable narrativa de ‘nacido en el cuerpo equivocado’ sin cuestionamientos» porque la percepción correspondiente se basa en una «imagen corporal perturbada» en la que se debe confirmar que los afectados son tan poco como los anoréxicos que, a causa de su trastorno sufren de la idea errónea de tener sobrepeso.

Una verdadera «transposición de identidad de género duradera en el tiempo en el sentido de transexualidad» solo afectaría a un «pequeño subgrupo de jóvenes con disforia de género». La gran mayoría de los jóvenes que actualmente se identifican como transgénero solo piensan que son transgénero, pero no lo son. Por lo tanto, es un «gran error» cambiar la legislación (como lo planea el actual gobierno federal) de tal manera que los jóvenes puedan elegir ellos mismos su identidad de género registrada o someterse a procedimientos médicos irreversibles incluso en contra de la voluntad de sus padres.

El transactivismo motivado políticamente por la identidad daña a los afectados en lugar de ayudarlos. En cambio, se debe transmitir a los afectados “que no se dejen engañar por una fase de incertidumbre”.¹

Ya en 2019, Korte advirtió que la cantidad de niños y niñas que se perciben a sí mismos como «transgénero» o que sufren de incongruencia de género y disforia de género y no pueden identificarse con su género biológico ha aumentado considerablemente en los últimos años. Hace unos años, estos casos habrían representado una “rareza absoluta”.

• El tema transgénero está «muy publicitado». Hay «una serie de chicos trans» que actúan como «influencers» en las redes sociales y, por lo tanto, influyen en otros jóvenes. Aquí se pueden observar “efectos de imitación” de la dinámica de grupo. Al identificarse como «transgénero», los jóvenes podrían llamar la atención y «expresar su sufrimiento individual de una manera cada vez más aceptada en nuestra cultura».
• Habría varios problemas diferentes detrás de esta identificación. En muchos casos hay una situación familiar difícil. En los niños, la falta de una figura de identificación masculina positiva puede contribuir a los trastornos de percepción de género.²

El cardenal Gerhard Ludwig Müller criticó recientemente la ideología transgénero y el activismo asociado con ella en un comunicado . Esta ideología niega la imagen humana natural, propaga la “automutilación de mente, alma y cuerpo” y daña a niños y jóvenes. La identidad de género del hombre no está disponible y debe ser afirmada por él. Los seres humanos “existimos personalmente como seres físicos”, y dado que “la sexualidad masculina o femenina es parte de la expresión de nuestro cuerpo individual, tampoco podemos cambiarlo en esencia, sino desarrollarnos positivamente en él o rebelarnos contra él en perjuicio nuestro”:

“El hombre solo puede decidir libremente si quiere autodestructivamente destriparse total o parcialmente o mutilarse. La tarea decisiva en el momento de nuestro crecimiento como niño y joven adulto es decirnos ‘sí’ a nosotros mismos en la totalidad de cuerpo y alma sin complejos de inferioridad».

Si «la automutilación de mente, alma y cuerpo se ofrece a la venta ideológica y políticamente como una supuesta ‘autodeterminación’», entonces esto es «nada menos que un grave pecado contra el bienestar y la salvación de los niños y jóvenes». personas que están en un proceso de maduración y búsqueda de su condición de identidad». 

Este artículo se publicó originalmente en alemán en https://renovatio.org/2022/05/transsexualitaet-als-zeitgeistphaenomen/

Fuentes

1. Kaija Kutter/Jan Feddersen: «‘No sé qué se entiende por identidad trans», taz – die tageszeitung , 30 de abril de 2022, p. 32.
2. Maik Großekathöfer/Barbara Hardinghaus: «‘Hazlo, de lo contrario me mataré’», Der Spiegel , 19/01/2019, p. 48.

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