El Señor le dice a Santa Catalina de Siena … Por culpa de los pastores malos son malos los súbditos» (III, cp.CXXII). Y ella exclama: «¡Ay de mí! ¡Basta de callar! Gritad con cien millares de lenguas. Veo que, por callar, el mundo está podrido y la Esposa de Cristo ha perdido su color» (cta. 16, a un alto prelado).
Valentina Orte
El pasado 12 de junio la Iglesia del Gesú en Roma, iglesia madre de la Compañía de Jesús, inauguró el nuevo altar de la iglesia. Con ello, como lo califica el sacerdote estadounidense John Zuhlsdorf, se ha cometido «uno de los mayores actos de vandalismo perpetrados sobre una de las obras maestras del Barroco».
Vandalismo artístico, estético, como puede apreciarse claramente por las fotografías, pero aún más importante es el vandalismo ético que supone haber colocado delante del antiguo altar mayor, uno de los más importantes símbolos de la masonería justo cuando todavía se está celebrando el “Año Ignaciano” (mayo 2021-julio 2022). Estremece pensar el poder que la secta ha alcanzado, ya que se permiten en el centro de la cristiandad, en la misma ciudad de Roma, a media hora de distancia del Vaticano, imponer su simbólico mamotreto.
El Gesù es el primer templo jesuita del mundo. Su nombre completo es «Iglesia del Santísimo nombre de Jesús», aunque todo el mundo la conoce simplemente como il Gesù. El propio San Ignacio de Loyola se encargó de las gestiones para su construcción y se emocionó cuando el mismísimo Miguel Ángel, el gran genio del Renacimiento, aceptó diseñarla. Pero todo quedó en nada, y el templo no llegó a realizarse hasta unos años después de la muerte
del fundador. Para entonces, se había celebrado el Concilio de Trento y la iglesia siguió con tal fidelidad sus indicaciones que se convirtió en la iglesia de la Contrareforma por excelencia.
Sin embargo, los jesuitas, conservadores y elitistas desde Trento comenzaron, a producir figuras intelectuales de talante muy renovador especialmente tras la Segunda Guerra Mundial: Pierre Teilhard de Chardin, John Courtney Murray, Karl Rahner o Henri de Lubac, bastarían para confirmar esa lista. Nos preguntamos si los jesuitas actuales con esta bárbara acción no buscarán también ser los abanderados en las reformas del Concilio Vaticano II siguiendo las indicaciones del Papa (que no olvidemos es jesuita) quien sostiene que el problema actual de la Iglesia es la no aceptación del concilio, en cuyo caso convendría que las altas jerarquías de la Iglesia se preguntaran también por las causas de esa no aceptación.
Austera en un principio, siguiendo la filosofía de la Contrarreforma, la iglesia del Gesù comenzó pronto a ser invadida por una fastuosa decoración barroca, con impresionantes frescos ilusionistas. En el lateral izquierdo, próximo al altar, se encuentra la tumba de san Ignacio, cercana a la capilla de la Madonna della Strada o Nuestra Señora del Camino, Patrona de la Compañía de Jesús y la primera ante la cual San Ignacio de Loyola y los otros fundadores de la Compañía oraban en Roma. Ante Ella, el 22 de abril de 1541, San Ignacio de Loyola y sus cinco compañeros (Salmerón, Laínez, Broet, Jay y Codure los primeros jesuitas), hicieron los votos solemnes ante esta imagen de la Santísima Virgen, a quien desde ese día la conocen como Madre de la Compañía de Jesús.
Bien, pues sin respeto a cuanto representa, ni al arquitecto Vignola, ni a la tradición de ser la primera iglesia jesuita de Roma y uno de los ejemplos más destacados del arte barroco romano, han decidido entronizar en lugar privilegiado, bajo la magnífica bóveda, una piedra cúbica masónica, uno de los principales símbolos sobre los cuales descansa la secta.
¿Qué es y qué representa la piedra cúbica?
Conviene aclarar que en masonería en principio se habla de la piedra bruta o piedra tosca que deberá ser convertida en cúbica a fin de ser útil para la construcción del templo interior. Esta piedra es el fundamento de la vida imperecedera en cada hombre desde los inicios de aprendiz. La expresión «desbastar la piedra en bruto» se refiere a la lucha incesante para eliminar las imperfecciones humanas, a fin de alcanzar el ideal de la piedra cúbica cuya máxima perfección es la piedra cúbica de punta, la “piedra filosofal” que solo alcanzan los más altos grados de la secta. Es decir, el paso de la «piedra bruta» a la «piedra cúbica» representa la elaboración que debe sufrir la individualidad para devenir «apta» a servir de «soporte» a la realización iniciática. Nos surge una reflexión: ¿Será una sibilina incitación para que los católicos desbasten su piedra y den el paso a su iniciación masónica? O quizás ¿es una cierta confirmación de que quienes han permitido la instalación ya están en la fase de perfección de las doctrinas de la secta?
La bóveda del Gesù muestra el triunfo del «nombre de Jesús», de cuyas letras proviene la luz de toda la composición. Dos círculos rodean a este centro de luz: el primero, de ángeles, y el segundo, formado por los santos del cielo. Fuera de ellos aparecen los réprobos, pintados entre sombras, desnudos, y desbordando el marco, creando un efecto tridimensional de gran realismo.
En el centro, debajo de la bóveda que glorifica a Jesús, colocan la piedra cúbica ¿Cómo homenaje a su divinidad? En absoluto, la masonería no le atribuye tal carácter, a lo más que llegan es a concederle el símbolo del maestro, la alegoría que representa el poder del amor y la virtud; es el luchador que combate la ambición con las armas de la Tolerancia y la Caridad y como éstos “son los únicos medios que debemos emplear para realizar la obra masónica, se deduce que Jesús es para los masones un símbolo de abnegación, un emblema de la Sabiduría, extirpando el error con la razón.” [1]
Dice un antiguo y recurrente aforismo alquímico: “el Arte ayuda a la Naturaleza”. Habla de la Piedra de fundamento, o piedra cúbica, que es el fundamento de la vida imperecedera en cada hombre. Su naturaleza original ha sido pulida gracias al Gran Arquitecto que hace en él los trabajos. Esta purificación interior, que culmina en la piedra cúbica, siempre fue asimilada por el hermetismo, la cábala y la alquimia, al aspecto femenino del Dios encarnado en el hombre; en términos católicos corresponde a la Virgen María. Los cabalistas la llaman Shejiná. Tal vez la religión griega pueda complementar esta explicación en la figura de la diosa Cibeles, la Magna Mater de los romanos. Su propio nombre delata su significado y su naturaleza. Así, Cibeles, −en griego kybelê (Κύβέλη), procede de kybos (κύβος), ‘cubo,’ y laas (λαας), ‘piedra’, lo que significa ‘piedra cúbica’− era representada, entre otras formas, como una piedra cúbica de color negro. Por lo tanto, dicen ellos, la Virgen María de los griegos es la piedra cúbica de la masonería[2].
El pastor presbiteriano James Anderson (1678-1739), el pastor anglicano John Theophilus Desaguliers (1683-1744) y el grupo fundacional de la masonería moderna se empeñaron en borrar todo rastro de catolicismo en ella, sin embargo, y aunque tal vez muchos masones lo ignoran y otros se niegan a reconocerlo, según algunos estudiosos, al realizar sus ritos y sistemas masónicos modernos, siempre están relacionándolos con la Virgen María a través de la piedra cúbica, lo cual no deja de tener un cierto puntito de ironía.
San Ignacio que combatía por la fe católica a vida o muerte, como escribe el P. Iraburu, creía que “entre la fe verdadera y la herejía está en juego la salvación temporal y eterna de los hombres y de las naciones. La formación doctrinal y espiritual ha de dar a los jesuitas una absoluta vacunación contra todos los errores vigentes en su tiempo: y para ello, han de conocerlos exactamente, sin deformaciones o exageraciones, y deben estar preparados para vencerlos con la fuerza de la verdad católica, es decir, con la fuerza de Cristo y de su Iglesia”.
¿Qué pensaría San Ignacio de Loyola si viera hoy que dentro de la Iglesia los principales centros difusores del error están precisamente situados en ciertos Seminarios, Facultadesde teología, Universidades, congregaciones, editoriales, librerías y otros centros católicos?, se pregunta el P. Iraburu. ¿Qué pensaría San Ignacio si viera una piedra cúbica en lugar de un ara sagrada en la iglesia que caracteriza a su orden? Recordamos la actitud de Jesús cuando expulsó a los mercaderes que en el Templo se dedicaban a todo, menos a invocar y rezar a Dios.
Lefebvre protestó por el modernismo introducido en todas las áreas de la Iglesia por el concilio Vaticano II. Fue suspendido a divinis por Pablo VI en 1986. En 1987 Lefebvre explicó al entonces cardenal Ratzinger, las razones de la actitud de la Hermandad Sacerdotal San Pío X (aprobada por el obispo de Friburgo) para oponerse a la nueva misa y a las nuevas doctrinas emanadas del Vaticano II y añadió que “aunque se les concediera cierta autonomía con los obispos o se les permitiera volver a la liturgia de 1962 en plenitud, o se les permitiera a los seminarios y la Fraternidad seguir funcionando como hasta ahora, ellos no colaborarían con las imposiciones del Concilio Vaticano II porque trabajaban en direcciones distintas: Ustedes trabajan por la descristianización de la sociedad, del ser humano y de la Iglesia! Y nosotros trabajamos por la Cristianización!! ¡¡Roma perdió la fe!!”
Consecuencia: En 1988 su grupo fue considerado cismático y excomulgado, pero en 2009 Ratzinger, ya Benedicto XVI, removió las excomuniones. (Nota: ¿sería éste un motivo más por el que los masones eclesiales, furiosos por la defensa de Benedicto XVI a Lefebvre y su ortodoxa cristianización, hicieron la vida imposible al Papa hasta provocar su renuncia?)
Sin embargo, a pesar de estas actitudes valientes, la sociedad actual mantiene una indiferencia y tergiversación de los valores que echa por tierra la enseñanza de Jesucristo y su Iglesia, tal como afirma el cardenal Sarah. Por eso nos advierte del peligro avisándonos continuamente:
¡ No luchamos sólo contra poderes visibles!
COMPARTE:
EMBÁRCATE EN LA LUCHA CONTRARREVOLUCIONARIA: Si quieres defender la cristiandad y la hispanidad, envíanos tus artículos comentando la actualidad de tu país hispano, o colaboraciones sobre la fe católica y la cultura, así como reseñas de libros, artículos de opinión… Ya superamos las 12.000.000 de páginas vistas anualmente en todo el mundo, únete a nuestro equipo de voluntarios y difunde la verdad compartiendo en redes sociales, o remitiendo tus colaboraciones a redaccion@tradicionviva.es . Puedes seguirnos en Telegram: t.me/tradicionviva / Facebook: @editorial.tradicionalista / Twitter: @Tradicion_Viva / Youtube: youtube.com/c/tradicionvivaTv / Suscríbete a nuestro boletín digital gratuito, pulsa aquí.
TE NECESITAMOS: Somos un espacio de análisis lejos de los dogmas de la corrección política; puedes colaborar haciendo una DONACIÓN (pulsando aquí)