(Gaudium Press) La bendición de parejas homosexuales es una “moda” que está transmitiéndose de Alemania a otros lugares del mundo.

Rechazando de plano el responsum de la Congregación de la Doctrina de la Fe de marzo del año pasado, que especificaba que sacramentales como la bendición no podían impartirse a uniones que implicaban una praxis sexual fuera del matrimonio, y que ese tipo de “bendiciones” son una falsa e ilegítima imitación de la bendición nupcial, en Alemania se realizaron centenas de esas ceremonias en iglesias católicas, evidenciando algo que es cada vez más reconocido, y es el poco caso que la Iglesia alemana está haciendo de la autoridad jerárquica y de la tradición de la Iglesia.

Pero esa sombría “moda” ha traspasado las fronteras teutónicas, y ahora quiere cobrar derechos de ciudadanía en Italia.

Se quiere ocultar lo que realmente pasó

Informa la Nueva Brújula Cotidiana que en la iglesia de San Lorenzo, diócesis de Bolonia, una pareja de hombres que había realizado una unión civil, recibió luego la “bendición” en esa iglesia por parte de varios sacerdotes, uno de ellos el P. Gabriele Davalli, responsable de la pastoral familiar de la arquidiócesis de Bolonia.

Los hechos no solo fueron la ‘bendición’, sino que se quiso revestir todo el acto con una parafernalia simulando una boda, es decir, flores, gente ataviada como para un matrimonio, cantos, pareja en primera fila, etc.

El P. Davalli, que también dirige el acompañamiento para los llamados católicos LGBT, preguntado por la Nueva Brújula Cotidiana, quiso bajar el polvo de la polémica.

“Si os estáis refiriendo a los dos chicos que se habían casado civilmente, Pietro y Giacomo, participaron como todas las personas que estaban en la iglesia”. Sin embargo, no fue enteramente así como refiere el sacerdote. La pareja en determinado momento subió al altar, donde se les entregó un delantal, supuestamente símbolo de su servicio en el grupo de los católicos LGBT.

No pudiendo celebrar una misa de bodas, los sacerdotes celebraron una de acción de gracias, algo que también contraría la doctrina católica, pues no se puede ofrecer un agradecimiento por el pecado. Pero a esto, también quiso bajar el volumen el P. Davalli, cuando dijo “Cada misa es una acción de gracias”

Con información de Infocatolica

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