Resulta evidente que las autoridades sanitarias han tenido las manos atadas pues es dificil enfrentarse al lobby homosexualista para erradicar la viruela del mono. Así la sociedad ha podido comprobar como para evitar su expansión hubiera sido pertinente prohibir las fiestas del orgullo gay, y sin embargo se ha visto como los poderes públicos, y en especial las administraciones locales ha propiciado la celebración de fiestas y encuentros inmorales.

En España, ya se ha notificado un total de 2.835 casos de viruela del mono, según los datos a 15 de julio de la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica (RENAVE), que coordina el Ministerio de Sanidad. De los casos de los que se dispone información, un total de 2.347 son hombres y 20 mujeres. La edad oscila entre 3 y 76 años, con una media de edad de 37 años.

De 867 de los que se dispone información de vía de transmisión, el 91,8 por ciento fue por contacto estrecho en el contexto de una relación sexual y en el 8,2 por ciento por contacto estrecho no sexual, es decir que hubiera sido pertinente el confinamiento de los homosexuales para evitar una indeseada expansión de la viruela, pero claro ¿quién pone el cascabel al gato, cuando el gato tiene todos los apoyos de las élites económicas y políticas?

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