Dos formas de entender la vida, de enfocarla, de darle o no sentido, de sentir, pensar, obrar, actuar, de pertenecer o no, dos formas distintas de ver, de escuchar, de ser, dos formas muy distintas, antagónicas:
Una contanto con Dios, que es la Vida misma y el origen, guía y meta de nuestra vida y de la vida de todos los seres humanos y de todo el universo. De Él venimos y hacia Él nos dirigimos.
Otra prescindiendo de Dios. Y sin Dios, que es el Señor de la vida y de todo lo creado, caemos en la cuenta de que estamos en la nada, de que no existimos ni vivimos verdaderamente, porque desde lo más profundo de nuestro corazón brota el pecado y sus consecuencias.
¿Dónde está esa raíz del pecado y en qué consiste?
Está en la conciencia y en el corazón de cada persona humana y consiste en preferir las tinieblas a la luz, preferir el reino del hombre al reino de Dios, preferir los ídolos antes que a Dios mismo.
Consiste en no creer en Dios ni en su Hijo Jesucristo ni en el Espíritu Santo.
El pecado nos hunde en la nada y en el absurdo más terrible, pues consiste en no hacer caso a la voz de Dios y en hacer lo que a nosotros nos place, nos gusta, nos estimula, pero sin contar con Dios para nada, o tenerlo como un objeto de adorno (perdón por la expresión)
Así viven muchos de nuestros contemporáneos hoy: prescindiendo de Dios.
La vida de estas personas, aunque no lo parezca a primera vista, es un infierno, porque el infierno es la ausencia de Dios. Y el cielo es Dios mismo, vivir en Dios, contar con Él, escucharle, obedecerle, hacerle caso, poner en práctica su Palabra.
Escribió Santa Isabel de la Trinidad: «el cielo es Dios y Dios está en mi corazón; luego mi corazón es el cielo. Ya no he de buscar a Dios fuera de mí misma, sino en mi corazón, que es donde habita»
Lo que el ojo no vió ni el oído oyó ni el hombre es capaz de pensar, Dios lo ha revelado a los que le aman gracias a la acción del Espíritu Santo, porque el Espíritu es la verdad, la Verdad, y además es Señor y Dador de Vida (Dóminum et Vivificántem)
También nos dijo el Señor Jesús: «el Espíritu es quien da vida, la carne no sirve para nada»
Y San Pablo: «el que siembra para la carne, de la carne cosechará corrupción, y el que siembra para el Espíritu, del Espíritu cosechará vida eterna»
Entre la forma de vida del sí a Dios y la forma de vida del no a Dios puede haber una vía intermedia: la indiferencia o el pasotismo. Caer en esta actitud también es peligroso, pues, como dice la Sagrada Escritura: «los que se alejan de tí, Señor, se pierden. Tú recompensas a los que te son leales y destruyes los planes de los perversos»
Siguiendo la doctrina de San Ignacio de Loyola: cada uno ha de decidirse: si quiere militar bajo la bandera del mal o si quiere militar bajo la bandera del bien. Militan bajo la bandera del bien los que tienen a Cristo como Rey. Militan bajo la bandera del mal los que tienen un señor distinto o diferente de Cristo, porque sólo Cristo es el Señor, el Rey de los reyes y el Señor de los señores.
A Dios, nuestro Creador y Salvador, que nos lo ha dado todo, ¿no le daremos nosotros espontánea y libremente nuestro corazón y toda nuestra vida?
"Tomad, Señor, y recibid toda mi voluntad, mi memoria, mi entendimiento y todo mi ser con todas sus facultades. Vós me lo distéis, Señor. A vós, Señor, lo torno. Dadme vuestro amor y gracia, pues ésto me basta"
Que toda nuestra vida sea, por gracia de Dios, un canto de alabanza a la gloria de la Stma. Trinidad: así caminaremos hacia el Padre por medio del Hijo en el Espíritu Santo.
Y viviendo así haremos más humana, fraterna, cristiana y solidaria la vida de los hombres.
Nuestra meta es el Cielo. No deberíamos olvidarlo.
José Vicente Martínez.
COMPARTE:
EMBÁRCATE EN LA LUCHA CONTRARREVOLUCIONARIA: Si quieres defender la cristiandad y la hispanidad, envíanos tus artículos comentando la actualidad de tu país hispano, o colaboraciones sobre la fe católica y la cultura, así como reseñas de libros, artículos de opinión… Ya superamos las 12.000.000 de páginas vistas anualmente en todo el mundo, únete a nuestro equipo de voluntarios y difunde la verdad compartiendo en redes sociales, o remitiendo tus colaboraciones a redaccion@tradicionviva.es . Puedes seguirnos en Telegram: t.me/tradicionviva / Facebook: @editorial.tradicionalista / Twitter: @Tradicion_Viva / Youtube: youtube.com/c/tradicionvivaTv / Suscríbete a nuestro boletín digital gratuito, pulsa aquí.
TE NECESITAMOS: Somos un espacio de análisis lejos de los dogmas de la corrección política; puedes colaborar haciendo una DONACIÓN (pulsando aquí)