El pasado 9 de agosto fue el Día Internacional de los Pueblos Indígenas y la Unión Europea no dejó pasar la ocasión para emitir un delirante comunicado que pasamos a transcribir para después realizar algunas precisiones:

Declaración del Alto Representante en nombre de la Unión Europea

En el Día Internacional de los Pueblos Indígenas del Mundo, la UE se solidariza con los más de 476 millones de pueblos indígenas de todo el mundo, ya sean los pueblos san y khoekhoe de Sudáfrica, los aymara de la Cordillera de los Andes, los maoríes de Nueva Zelanda, los saami del norte de Europa que habitan Sápmi o los inuit de Groenlandia.

Reiteramos nuestro firme compromiso con el respeto, protección y cumplimiento de los derechos de los pueblos indígenas tal como se establece en la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas y en el derecho internacional de los derechos humanos. Los pueblos indígenas habitan casi una cuarta parte de la superficie terrestre del mundo. Son custodios y defensores fundamentales de más del 80 % de nuestra diversidad biológica y tienen un conocimiento profundo de la gestión sostenible de la tierra. Al mismo tiempo, se encuentran entre los más afectados por los severos impactos del cambio climático y la degradación ambiental.

Las identidades de los pueblos indígenas suelen estar estrechamente vinculadas a sus tierras y sus idiomas. Las lenguas indígenas son sistemas de comunicación complejos desarrollados durante milenios. La UE da la bienvenida al Decenio Internacional de las Lenguas Indígenas (2022-2032). Más de 4000 lenguas indígenas están amenazadas porque muchas de ellas no se enseñan en las escuelas ni se utilizan en el ámbito público.

La UE se compromete a promover la participación de los líderes indígenas y los defensores de los derechos humanos indígenas en los procesos de desarrollo y en los principales foros mundiales de toma de decisiones. Sigue siendo fundamental aplicar el principio de consultar con los pueblos indígenas de buena fe para obtener su consentimiento libre, previo e informado en las decisiones que los afectan. La UE también está tomando medidas para lograr normas más eficaces sobre conducta empresarial responsable para fomentar un comportamiento empresarial sostenible y responsable, incluso en tierras indígenas.

La UE ha planteado reiteradamente la situación de los defensores de los derechos humanos. Al menos 358 defensores de los derechos humanos fueron asesinados en 2021. Casi el 60% eran valientes defensores de la tierra, el medio ambiente o los derechos indígenas, y más de una cuarta parte eran indígenas. Cada uno de ellos es demasiado. La UE seguirá aprovechando sus políticas, diálogos, instrumentos de financiación y todas las demás herramientas para apoyar a los pueblos indígenas y acabar con la impunidad.

Valoraciones al comunicado 

Resulta cada día más evidente la irrelevancia de Europa en el mundo. Los últimos acontecimientos tras la crisis sanitaria de la COVID, y tras el conflicto de Ucrania han puesto de manifiesto la dependencia del bienestar europeo de China, y nuestra dependencia política, económica y militar de Estados Unidos. 

Las élites europeas llevan años imponiendo una concepción de la sociedad incompatible con la historia y tradición europea, llevan años negando nuestra herencia cristiana, y llevan años apoyando ideologías contrarias a los principios morales más elementales y atentatorias de los principios científicos y racionales.

Constituye un sarcasmo que una Europa que desprecia su pasado, tradiciones y  legado, manifieste su defensa de los pueblos indígenas. 

Advertisement. Scroll to continue reading.

TE NECESITAMOS: Google nos ha censurado la publicidad por ser peligrosa nuestra información. Somos un espacio de análisis lejos de los dogmas de la corrección política por lo que puedes  colaborar haciendo una DONACIÓN (pulsando aquí)

La Europa multicultural que las élites están imponiendo no es más que un engaño, pues el famoso multiculturalismo no es en realidad el respeto a la diversidad cultural de los pueblos europeos, sino la imposición de una sociedad uniforme que lamina las sanas diferencias nacionales y regionales, y que trata de sustituir nuestro pasado cristiano, romano y griego, por una nueva cosmovisión destructora del individuo y de las comunidades. La uniformidad artificial con la que Europa pretende allanar las naturales diferencias de los diferentes pueblos europeos que desde Carlomagno encontraban su principal vínculo de unión en la defensa de la única religión verdadera amenaza con destruir el legado de nuestros mayores, y el provenir de nuestros hijos. 

No deja de resultar una ironía que Europa apoye a supuestos pueblos indígenas, que pretende respetar sus lenguas, costumbres y religiones, y sin embargo lleve décadas embarcada en la aventura de destruir nuestra religión católica, y nuestras tradiciones más queridas. La reivindicación de los pueblos indígenas en realidad no supone el reconocimiento de los legítimos derechos de otros pueblos, sino un soterrado ataque a nuestra herencia judeocristiana debido al odio manifiesto que nuestras élites globalistas sienten por la verdad encarnada en Nuestro Señor Jesucristo. 

COMPARTE: