Me he enterado por otros medios de lo que ha ocurrido en la Diócesis de Matagalpa en Nicaragua. Se llama persecución religiosa, que es paradójica en una país católico como Nicaragua. También fue extraña, y lo es hoy,  en ese otro país aún católico -hoy a su manera- llamado España. ¿Qué tienen ambos países en común? Al final lo diremos.

Ocurre que hay personas inquietas en la red que nos envían sin cesar información fidedigna. Parecen pesados, pero su actuación es cada vez más necesaria. Esto también debiera hacerlo «Ahora Información» -es una dolorida queja-, y aquí estas líneas aún con cierto retraso.

Además del tristísimo hecho de la persecución religiosa en Nicaragua, desde allá nos viene a advertencia de lo que sufriremos los españoles. Estamos muy equivocados si creemos que no nos llegará el turno. Pronto nos llegará abiertamente… tras perder la nueva «batallita» -planteada en diminutivo y para perder- de la «patria potestad» de cualquier padre sobre sus hijos. Ayer  muchos se organizaron e hicieron frente a Educación para la Ciudadanía. ¿Y hoy hacen frente a algo mucho peor? ¿Es que hay que tolerar la corrupción de menores en los colegios, por muy «demócrata» que sea el Gobierno filocomunista? ¿También cuando llegue la persecución abierta, la convertiremos en «batallita» menor?

Pues bien, no nos desviemos, y tomemos el tema en su enorme seriedad implícita en España y explícita en Nicaragua.

La policía de Nicaragua irrumpió la noche del pasado 1º de agosto en la parroquia de la Divina Misericordia, y en su capilla del Niño Jesús de Praga -sí, al que tanta devoción tenía Carlos VII-, en el municipio de Sébaco, diócesis de Matagalpa, pera cerrar una de las cinco radios católicas clausuradas el lunes por el Gobierno del presidente Daniel Ortega. Prácticamente han cancelado todas las radios de la diócesis de Matagalpa. ¿Cómo fué? Pues la Policía del Estado entró a la fuerza en el lugar sagrado, y agredió a los fieles que iban a socorrerlo, con disparos al aire y bombas lacrimógenas. Tras ocurrir el hecho, el sacerdote Uriel Vallejos ha declarado: «estoy siendo asediado». Y el dignísimo obispo Rolando Álvarez ha denunciado: «Nos han cerrado todas nuestras radios. Pero la palabra de Dios, no la callarán». En la Santa Misa ha narrado el hecho y la más absoluta sinrazón administrativa que alega el Gobierno para justificar lo injustificable desde todos los puntos de vista. Un obispo ejemplar. Hay un vídeo en la red con sus palabras desde su cátedra episcopal…

Venga ahora alguna enseñanza para nosotros, acá en España. El comunismo se ha trasladado del frío ruso al calorcillo bananero. Tiene fuerza porque China y el NOM estarán detrás. Cuba, Venezuela, Nicaragua, Perú, México, Chile, Colombia…. y sobre todo España -ha sido rápido ¿eh?-, son la cara divertida, informal y pasional -bananera le llaman- del comunismo, que es tan propiamente racionalista que nuestro mundo occidental de ocio no lo traga.

El comunismo está llegando -ha llegado- de nuevo, rodeado de fiesta y desenfado, de gente bocazas y vividora, servil, de «tropas» de ignorantes y «trepas», y desde luego con historietas muy divertidas. Sí, ha sido demasiado rápido el acceso del comunismo en América. Unos serviles impresentables detentan todo el poder, que realmente lo tienen otros. Los ambiciosos de vanidad, sobre todo son ignorantes y si se corrompen, son fácilmente utilizados -encumbrados, aplaudidos y despedidos- por los verdaderos comunistas, y el NOM, que es prácticamente lo mismo. El «ingenuo» socialista Boyer contra Rumasa en España, era un aprendiz de brujo y habrá que revisar lo que hizo quién se benefició. Y el ladrón Roldán. Y tantos. Hoy llega el turno a Cháves y Griñán, y su indulto. He aquí el significado del probable indultapenas del doctor Sánchez: pagar a los que han servido al nuevo amo. Más aún, crear una imagen «divertida», también es la función del doctor al quitarse la corbata para ahorrar energía. Como distracción «divertida» en su cinismo, recordemos, por ejemplo, el affaire de la vicepresidente chavista e inefable doña Delcy Rodríguez con 40 maletas de «documentación sensible» (¡oh cariño!)  revisadas ante el tal don José Luis Ábalos (hoy apartado) ministro torpe de Transportes.

El comunismo se reviste con un atrevimiento muy latino, y se oculta tras él.  A alguno puede hacerle gracia, pero es seguro que trae añadida con seguridad la opresión, esclavitud y miseria. ¿Nadie ha pensado que España es una potencia espiritual -católica, de ideales y de lo inmaterial-, y que lo fue material hasta avanzado el s. XX, como para que el NOM la ocupe como nuevo Napoleunchu, la distraiga, la paralice y la utilice para arrebatar al mundo libre -si es que hoy queda-… el mismo Nuevo Mundo?

¡Pobre España e Hispanoamérica! Al menos, esto demuestra el poderío e importancia que tiene la cultura hispanoamericana. Pobre Nicaragua y España… porque pobre Iglesia de Cristo. Sí, estamos tristes pero con Esperanza.

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Allá los liberales aburguesados con el comunismo, que su condescendiente y a la larga imposible, laissez faire – laissez passer, ha traído en Navarra y España entera. Pero con ellos, desde luego todos sufriremos el filocomunismo. Pagarán justos por pecadores. Además, quizás tales liberalones se adapten, y este es otro quid de la cuestión. Nosotros no podremos ni querremos adaptarnos, ni ser una pieza «ingenua» del armazón esclavista del nuevo comunismo. Este es un quid inmediato, que nuestros padres o abuelos no toleraron, aunque hoy sean otras las circunstancias. Si el Liberalismo -que trae el socialismo- se oculta tras el «trono» aterciopelado, liberal alias republicano, resulta que el comunismo se oculta tras una aparente diversión y hasta utiliza el apasionamiento por la justicia de la calurosa, confiada y despreocupada gente de nuestras latitudes.

Para acabar: ¿qué enseñanza cierra la exposición de los hechos de Nicaragua en ACIPRENSA, edición PSJHS, con la cortesía de la Diócesis de Matagalpa, faceboook?

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«Que el Señor ilumine los corazones de cada gobernante de este planeta, para que vean que el único rey y señor del universo es Nuestro Dios. Aquí están ellos para servirle al pueblo, pero Dios los ha colocado ahí. Oremos al Señor, Alabado sea Jesús».

Esto nos recuerda la enseñanza infalible de Pío XI en «Quas Primas», sobre la verdadera realeza de Cristo Rey. Con total independencia de la forma de gobierno y de la manera de alcanzarlo, resulta que el gobernante de cualquier parte del mundo debe servir, y saber que inevitablemente Dios juzga sus acciones. Así reina Jesucristo. Este es -también- el alma de toda soberanía temporal. Por eso, Dios es el principal protector del débil y del que nada tiene. Ya lo ha dicho hace pocos años un representante del pueblo en Perú y una en Brasil, y hace poco otro en Cataluña; pues que viva Cristo Rey.

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