POR POR JAVIER TORRES, artículo publicado originalmente en https://gaceta.es/

Da igual la cadena, si es pública o privada. El informativo de cualquiera de los grandes canales de televisión es tan previsible que no hace falta ni verlo para saber qué nos van a contar. Es como ver Titanic por primera vez, el espectador sabe que, por mucho que innove el director, el barco se acabará hundiendo. Y esta homogeneidad en las noticias debería extrañar cuando hay más canales que nunca.

A continuación, la escaleta del informativo arquetípico de nuestros días:

Apertura:

Rótulo: Emergencia climática. Los clásicos del periodismo enseñaban que noticia es «lo no usual», por ejemplo, que niño muerda a perro. Pero hoy se han invertido los términos supeditados a la agenda ideológica. De modo que es noticia que haga calor (o mucho calor) en España durante el verano. Llevamos casi una década escuchando que es «el julio más caluroso de la historia», pero es un eslogan, porque no lo demuestran comparando datos con años anteriores. Se apuesta por las emociones y vídeos apocalípticos repletos de testimonios de ciudadanos en la calle cuyas opiniones son extrañamente coincidentes: «No recuerdo este calor».

El calor es por culpa del cambio climático pero la lluvia también. Las típicas tormentas en el Mediterráneo de finales de agosto se explican igual que el calor: ha sido la mano del hombre. Hay conexiones en directo con playas, ciudades y pantanos. Si hay incendios el bloque puede durar casi 20 minutos. Aunque más del 90% de los fuegos son provocados o por imprudencias, se desliza la idea de que la culpa es del cambio climático. ¿Alguien ha visto alguna vez la foto de un pirómano en la televisión? Eso sería señalar al responsable y no está bien: el verdadero culpable es usted, que usa el coche, come carne, pone el aire acondicionado y va a la oficina encorbatado. 

Tampoco se hace una mísera entrevista en que aparezca un experto que profundice sobre las labores de limpieza en el bosque. Lo importante es que los hechos casen con las conclusiones (las premisas ideológicas) ya escritas y si no es así entonces se fabrican otros alternativos. Por eso es preferible entrevistar a portavoces de asociaciones ecologistas subvencionadas con dinero público que a los agricultores y ganaderos que, atados de manos contra el fuego o el lobo, no comparten el diagnóstico de fondo y pueden sonrojar al periodista de turno en pleno directo.

El Banco de España en un reciente informe advierte de que los hogares con menos renta ya están dejando de consumir para poder hacer frente a la subida de la luz. Rótulo: Ahorro energético.

Sucesos:

Rótulo: Violencia machista. Nunca se reflexiona por qué los casos no disminuyen desde la aplicación de la ley contra la violencia de género y cientos de millones de euros gastados por el Estado en chiringuitos (incluso un nuevo ministerio), publicidad institucional y cursos de concienciación. Los sucesos que antes se ofrecían como crímenes hoy adquieren un tono ideológico. La presentadora cuenta la noticia sobre un fondo morado acompañado de un número de teléfono para denunciar casos. En los ayuntamientos se guardan minutos de silencio… solo si la víctima es mujer. Claro que hay criminales y criminales: si los agresores son extranjeros entonces se omite la nacionalidad y se pone el foco en el sexo. Dentro rótulo: «Detenidos cuatro hombres por violar a una joven». De la manada de los Sanfermines, sin embargo, conocíamos nombres, apellidos, rostros y profesiones, y las televisiones llegaron hasta la puerta de las casas de sus padres y abuelos. 

De esta manera, sólo los casos que encajan en el relato feminista se usan como consignas. Se diría que todo el año es 8-M, Día Internacional de la Mujer. 

Salud:

El covid desapareció cuando Putin invadió Ucrania. Desde ese día los monográficos sobre el virus chino son historia e ignoramos el número de contagios, hospitalizados, fallecidos, etc. Hace justo un año el bloque «coronavirus» era la mitad del informativo, mientras que ahora no se oye la palabra en toda la escaleta y ha sido sustituida por «cambio climático». Entonces los chivatos delataban a quienes no llevaban mascarilla, hoy, termómetro en mano, lo hacen con quienes ponen el aire a menos de 27 grados. 

Echamos en falta rótulos sobre la viruela del mono, del que apenas se informa. ¿El motivo? Los contagiados son homosexuales en un porcentaje mucho mayor que en otras enfermedades. Desaconsejar la práctica sexual, aunque ello repercuta favorablemente en la salud, no es una opción en el mainstream arcoíris. Preservar la salud es pura homofobia, así que al infectado le toca sufrir en silencio. Al armario.

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Rótulo: El auge de la comida vegana. No es aún un gran hit, pero va ganando popularidad cada año. Seguramente usted no tiene ningún vecino que los domingos organice barbacoas veganas, pero la impresión cuando ve el telediario es que hay codazos en los supermercados por las bandejas de hamburguesas vegetales (toma oxímoron). Se promocionan hábitos alimenticios en detrimento de otros… pero no sea conspiranoico, ya sabemos que no hay nadie interesado en imponernos un rico menú basado en insectos y carne artificial. ¿A qué importante club de fútbol patrocina Meatless Farm?

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Internacional:

-Rótulo: Biden no fue informado del registro del FBI en casa de Trump. El país más poderoso del mundo está gobernado (je, je) desde hace dos años por un hombre con demencia senil. Ningún medio publica (solo lo vemos en las redes) las numerosas salidas de tono y despistes que el presidente demócrata demuestra en cada acto institucional. Tampoco hay noticias del contenido pedófilo encontrado en el portátil de su hijo Hunter. El apagón informativo, sin embargo, no ignora el registro de la casa de Palm Beach del expresidente republicano. Los federales lo hicieron, aseguran nuestros medios, sin que Biden lo supiera. (Je, je, je).

Deportes:

Rótulo: 90.000 personas en un partido de fútbol femenino. No nos cuentan cuánto costaron esas entradas (¿acaso eran gratis?). De repente, el fútbol femenino le quita portadas y titulares al Real Madrid y al Barcelona. ¿Obedece realmente a la demanda? Es, como la comida vegana, algo minoritario pero que introducen en la agenda con la intención de popularizarlo. Es la típica imposición de las élites: va de arriba a abajo, justo al revés que las cosas realmente espontáneas. También abundan los reportajes sobre atletas transexuales, aunque aquí ya hay un intenso debate: los trans siempre ganan (¡sorpresa!) cuando compiten en categoría femenina. En definitiva, la sección de deportes también ha sido colonizada por la ideología dominante. 

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