La ONU dedica más tiempo a defender la destructora ideología de género, y defender al lobista movimiento LGTBi, que a luchar contra el hambre, o tratar de acabar con el conflicto en UCRANIA o perseguir a dictaduras como la china o la cubana, o a defender los derechos de la religión más perseguida en el mundo: la cristiana.

Según afirma en un comunicado afirma que “pese a 50 años de avances, la igualdad no está al alcance, y a menudo ni siquiera a la vista, para todas las personas afectadas por la violencia y la discriminación por motivos de orientación sexual e identidad de género en los Estados Unidos”, afirmó este martes el experto independiente en protección contra la violencia y discriminación por orientación sexual e identidad de género. Evidentemente a la ONU se lo olvida decir que el género no existe, que solo existe el sexo, y que la orientación sexual no es ningún derecho humano, ni derecho natural, pues no puede ser derecho lo que supone enfrentar a la naturaleza.

Al concluir una visita de diez días a ese país, Víctor Madrigal-Borloz señaló que los derechos humanos de las personas lesbianas, gays, bisexuales, trans y de género diverso (LGBT) son socavados deliberadamente por algunos gobiernos estatales, por lo que instó a la administración del presidente Joe Biden a reforzar las medidas para protegerlos. Es decir que la ONU instó al gobierno en la sombre de Biden a seguir invirtiendo millones de dólares para favorecer a un colectivo que trata de destruir la sociedad occidental. Es necesario referir que en algunos sectores, como el cine, o la televisión, el colectivo LGTBi está sobrerrepresentado, y que en la educación se están impartiendo las acientíficas doctrinas de género, en contra de la voluntad de millones de padres, y en contra del interés de millones de niños que ven como las instituciones no defienden sus legítimos derechos.

“Me alarma profundamente una corriente generalizada y muy negativa resultada de acciones intencionales para hacer retroceder los derechos humanos de las personas LGTBi a nivel estatal”, recalcó. Evidentemente el experto no identifico los derechos supuestamente atacados, y como siempre defendió una contradicción, pues si se está produciendo un retroceso en los derechos LGTBi quiere decir que este colectivo no ha sido históricamente discriminado tal y como se nos refiere continuamente.

Madrigal-Borloz explicó que esa corriente incluye medidas discriminatorias que buscan reconstruir el estigma contra las personas lesbianas y gays, limitando la educación sexual y de género para todos, y el acceso a tratamientos de afirmación de género y a actividades deportivas e instalaciones de un solo sexo para personas trans y de género diverso. Es decir que los LGTBi tienen derecho a intervenciones quirúrgicas y cambio de sexo, cuando millones de ciudadanos americanos no tienen derecho a intervenciones quirúrgicas o a asistencia sanitaria gratuita. Igualmente parece que el movimiento LGTBi tiene derecho a utilizar instalaciones de un solo sexo, o a participar en competiciones deportivas según su conveniencia, pero los heterosexuales no tienen derecho a privar del uso de baños a todos aquellos que no sean de su sexo, o que la mujeres no tienen derecho a impedir que hombres que dicen ser mujeres se enfrenten de forma desigual a las mismas competiciones deportivas.

El experto reconoció que el gobierno de Joe Biden ha adoptado medidas significativas para abordar estos desafíos; sin embargo, consideró que esas personas sufren una agresión orquestada. “A la luz de un ataque concertado para socavar estas acciones, exhorto a la administración [federal] a redoblar los esfuerzos para apoyar los derechos humanos de todas las personas LGBT que viven bajo su jurisdicción y ayudarlos a llegar a aguas seguras”, enfatizó.

Madrigal-Borloz aludió al papel central de Estados Unidos en el diseño y adopción de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, que marca la dirección hacia un mundo que respete la dignidad, libertad e igualdad de todas las personas.

En este tenor, reiteró que el gobierno federal en turno, liderado por el presidente Biden, ha adoptado provisiones importantes de conformidad con las leyes internacionales de derechos humanos, que buscan enfoques participativos y otorgan facilidades para implementarlos.

Según el especialista, esa combinación de valores, conocimiento y fuerza es la que hace falta para impulsar el cambio social. Es decir que la ONU está apostando por inversión de miles de millones de dólares para cambiar la sociedad, sin considerar ningún principio democrático, no respetar la libertad de las personas que no desean ser manipuladas.

El experto también sostuvo encuentros con las autoridades de un centro de detención para solicitantes de asilo y del punto de entrada de San Ysidro en la frontera con México. Luego de esas conversaciones, manifestó preocupación por las consecuencias de los marcos discriminatorios adoptados por el anterior gobierno federal que aún no han sido desmantelados y que siguen afectando a los solicitantes de asilo y refugiados LGBT. Una vez más la ONU hizo caso omiso al voto de los americanos y aprovechó para criticar al anterior gobierno Trump, pues la ONU solo reconoce a los gobiernos que apoya la élite globalistas, y que se pliegan a sus inhumanos mandatos.

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