En una entrevista con el “Tagesspiegel”, la etnóloga Susanne Schröter advierte sobre una decadencia en Occidente . Esta sigue siendo actualmente la «región más libre, más próspera y más social del mundo». Sin embargo, está en un declive tan rápido que espera que la declaración anterior «todavía se aplique después del invierno». Occidente podría “desaparecer muy rápidamente”. No cree que sea poco realista que Occidente pase a la historia como una época temporal de unos pocos cientos de años. El equilibrio de poder en el mundo ya ha cambiado significativamente en detrimento de Occidente.

La causa de este desarrollo es que las culturas occidentales ahora se caracterizan por una combinación de arrogancia y autodesprecio:

• El autodesprecio se expresa en el «avance de las nuevas políticas de identidad». Se sorprendió «con qué rapidez las personas bien educadas en Occidente están dispuestas a sentirse culpables por todo tipo de tonterías» y «a eliminar principios como la libertad de expresión, la libertad del arte y la ciencia si se afirma que ciertas declaraciones discriminan a otra gente “. Esto es absurdo frente a «una situación en Occidente en la que las minorías han logrado más derechos que nunca». En relación con el activismo identitario de izquierda, también se está desarrollando “un nuevo racismo”, que se dirige contra los blancos cuyo “ser blanco per se es retratado como racista”. Para estos activistas, el «hombre viejo, blanco, heterosexual […] es el enemigo supremo». El «furor de la culpa» asociado conduce a «una nueva división en la sociedad».
• La arrogancia occidental se basa en la suposición de que «nuestro sistema social es tan atractivo que todos los demás se esfuerzan por volverse como nosotros». Esta arrogancia ya había fracasado en Afganistán, donde cualquiera que quisiera podía ver «que esta forma de exportar democracia encontró una vigorosa resistencia por parte de los afganos». Un «orden libre» no puede ser «implementado por la fuerza militar desde el exterior». Hay que reconocer que gran parte de la humanidad rechaza tal orden. Eso también se aplica a Rusia.

Para contrarrestar el declive de Occidente, la gente de Occidente debe recuperar su propia fuerza e identidad y “permanecer confiados en los avances que Occidente ha hecho en derechos humanos y libertades”.¹

También aquí nos hemos ocupado de los pensamientos de Susanne Schröter sobre la crisis civilizatoria de Europa occidental.

Hay diferentes posiciones sobre lo que constituye la identidad de Occidente y qué perspectivas tiene:

• Según David Gress, Occidente está construido sobre una tríada de libertad individual, razón o ciencia y prosperidad. Occidente es la versión póstuma de la civilización cristiana europea. Es cuestionable si puede sobrevivir como una civilización secular. Para que Occidente sobreviva, la religión que lo fundó debe al menos vivir como un “recurso oculto”, porque de lo contrario la tríada antes mencionada degeneraría en los extremos del racionalismo, el libertinaje y el egoísmo.²
• Udo Di Fabio ve a Occidente como un sistema de ideas y un estilo de vida que giran «en torno a la libertad y la dignidad humanas». El foco está puesto en «el ser humano individual, frágil pero orgulloso, caminando erguido, moldeando el mundo a su medida». El espíritu de Occidente es «mercantil y creativo». Se esfuerza «por el beneficio y lo nuevo, busca lo mejor, se esfuerza por la felicidad en los espacios privados y un mundo justo». La autodeterminación democrática y las libertades individuales y los derechos básicos y el estado de derecho pertenecían a Occidente, pero también una economía de mercado, la creencia en el progreso y un estilo de vida orientado al rendimiento asociado con la «orientación al consumo y la libertad de movimiento libertaria». Las sociedades occidentales se encuentran en un estado de «crisis permanente múltiple»,³ Hay muchos indicios de que “Europa y América del Norte tienen fallas intelectuales”, razón por la cual las virtudes que las formaron en el pasado ya no se cultivan lo suficiente y sus instituciones se descuidan.⁴ Sin embargo, al menos por el momento, se sigue aplicando lo siguiente: “Más allá del sistema de valores occidental […] la iluminación y la civilización terminan”.⁵
• Joseph Ratzinger (Papa Benedicto XVI) planteó la cuestión de si el “mundo técnico-laico” occidental o la “civilización de la tecnología y el comercio victoriosamente extendida por el mundo” pueden equipararse a la cultura europea, o si esta no es más bien “nacida post -Europea desde el final de las antiguas culturas europeas». Se podría tener la impresión de que «el mundo de valores de Europa, su cultura y su fe, en los que se basó su identidad, ha llegado a su fin y en realidad ya se ha abandonado».⁶

Este artículo se publicó originalmente en alemán en https://renovatio.org/

Fuentes

1. HansMonth: «Etnóloga Susanne Schröter: ‘ Occidente puede desaparecer muy rápidamente'», Tagesspiegel Plus, 1 de septiembre de 2022, URL: https://plus.tagesspiegel.de/politik/ethnologin-susanne-schroter-der-westen-kann -muy-rápido-desaparece-8578189.html , acceso: 02/09/2022.
2. David Gress: De Platón a la OTAN. La Idea de Occidente y sus Oponentes , Nueva York 1998, S. 558-559.
3. Udo Di Fabio: Vacilante Oeste. Cómo un modelo social tiene que reinventarse , Munich 2015, p.16.
4. Ebd., S. 46-47.
5. Ebd., S. 48.
6. Joseph Cardinal Ratzinger: Valores en tiempos de agitación , Freiburg i. Br. 2005, página 78.

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