Constantino A.
En estos días de septiembre se están celebrando en las regiones controladas, al menos en su mayor parte, por las fuerzas rusas, los referéndums de anexión a la Federación rusa. Por supuesto, tanto la ONU, como la OTAN y la UE se han apresurado a tacharlas como una farsa y ya han dejado claro que no van a reconocer los resultados. Dichas consultas han sido convocadas por los líderes de dichas regiones y por parte del gobierno de Ucrania se ha llegado a afirmar que son «un chantaje» y asegura que los «referendos de la vergüenza no cambiarán nada»; pero ¿qué es lo que no va a cambiar?
El Kremlin acaba de movilizar a cerca de 300.000 reservistas, con todo lo que ello supone en cuanto a instrucción, encuadramiento, cohesión y operatividad; de igual modo ha cesado, como no podía ser de otra manera, al jefe de la logística en la zona de operaciones y ha nombrado a su sucesor, a todas luces más capaz y de mayor prestigio.
Putin comienza de esta manera a subir el nivel de riesgo y de intensidad en esta absurda guerra, mientras que asegura que no le temblará el pulso para usar las armas nucleares tácticas en las zonas de Ucrania que sean necesarias. Mientras tanto, la OTAN, ONU y la UE continúan con su política de armar más y más a Ucrania mientras incrementan las sanciones contra Rusia; China por su lado, juega al despiste en varias bandas.
La pregunta obligada es la de ¿se puede saber que están haciendo los líderes occidentales? ¿realmente quieren forzar a Rusia a emplear armas nucleares? ¿merece la pena todo lo que se está haciendo por unas regiones que no quieren formar parte de Ucrania?
Está claro que han planteado el sempiterno juego de suma cero, y en el que Rusia debería claudicar, rendirse, retirarse, tirar las banderas por tierra y Putin…ser arrestado y responder ante unos tribunales internacionales por crímenes de guerra que ya están espolvoreando en los medios de comunicación. ¿No les suena esto a la misma película de siempre? Líderes como Gadaffi o Sadam Hussein, ya participaron en este guion, ambos fueron torturados, asesinados y filmados para gusto de los morbosos; a Putin le dibujan un futuro similar… ¿acaso alguien como el, que ha llegado hasta aquí, está pensando en acabar de la misma manera?
Entretanto, las fuerzas políticas europeas, léase Italia, que critican a esta UE y no están dispuestas a seguir con los dictados de Bruselas, la Agenda 2030 y el Foro de Davos, son amenazadas con “graves consecuencias”; todo un gesto de amor a la democracia y voluntad popular.
Soros afirmó que había que acabar con Putin a fin de consolidar su modelo de globalismo, este invierno deberá ser frío sí o sí, los ciudadanos debemos comer menos carne o no comerla, no debemos emplear vehículos particulares ni aviones, debemos ducharnos en parejas, tríos o grupos para consumir menos agua, debemos volar los pantanos… debemos, debemos, debemos… no creer en Dios ni en el respeto a la vida, no saber historia ni moral ni ética; sin ninguna duda, merece la pena luchar hasta el final y morir por este idílico mundo y por estos valores, jamás al hombre se le había elevado a semejante categoría, cual producto luciferino.
Y mientras tanto, toda una cohorte de “expertos” hablando, escribiendo, publicando ¿el qué? y ¿sobre qué?
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