Artículo de Nico Muñoz.

El pasado día 29/5/2022, me hallaba buceando en las profundidades de las redes sociales, concretamente en la del pájaro rojo de twitter, y vi cómo el Señor Espinosa de los Monteros editó un comentario a un perfil que tenía la bandera de Ucrania, en el que abogaba por una “inmigración legal” un alarde de “Malthusianismo social” en toda regla.

El Señor Espinosa de Los Monteros, proveniente del Partido Popular y adscrito a la corriente más aguirrista y aznarista, afirmó en twitter, en otra de sus muchas “profundas reflexiones, de calado más hondo”, que el día 1 de Mayo debería de ser el día del empresariado, que son los que otorgan trabajo, esta vez el esputo iba dirigido hacia la clase trabajadora, media y autónomos, otro sector gravemente, perjudicado por la crisis.

El comentario que profiere Iván Espinosa de Los Monteros de Simón va expresamente dirigido al empresario argentino y pro-ucraniano y partidario de Zelenski y Kuleba, de nombre Martin Varsavsky, que es un empresario de telecomunicaciones que domina los medios de comunicación argentinos. Varsavsky es de origen judío y posee la doble nacionalidad: española y argentina.

Para Javier Miliei, ultraliberal de la formación política minarquista “La libertad avanza” e Iván Espinosa, es un caramelito, ya que también dispone de negocios empresariales en EEUU. La disidencia patriotera, en el nombre del egoísmo individual ha sido invocada por magnates y filántropos internacionales que se pueden despojar de la patria y poner al “libérrimo” pueblo a los pies de los caballos.

Cuando el sistema jacobino, burgués y materialista ve peligrar sus privilegios, invocan a falsos profetas capaces de “alzarse en rebeldía”, pero tolerada por un estado amoral como el liberal que atomiza al individuo en una abstracción sin importar más que el beneficio personal de unos pocos en detrimento de los que anhelan conquistar el Estado, el pueblo versus la élite dominante.

Los liberales suelen atribuir toda culpabilidad al Estado. Cuando el Estado lo es todo, no es que el Estado se corrompa con suma facilidad, al contrario, son los hombres los que corrompen al Estado porque les ciega el materialismo y no la espiritualidad.

Al contrario que el marxismo, que considera la Patria como un mero infortunio accidental, invocando el clasismo horizontal y la tan dañina lucha de clases que va en detrimento de la Nación y de su predicado el pueblo, es el tradicionalismo quien pretende sustituir o modificar, el Estado por las sociedades, incluyendo en el nombre de Dios, todo: Véase la Encíclica Papal “Rerum Novarum”, con fecha del 5 de mayo de 1.891, donde ahí sí, el Estado ha de ser confesional.

La curia eclesiástica actual no puede estar ligada a un Estado cuando está actualmente corrompida y la jerarquía no es vertical, sino horizontal. La tradición es reacción, no hay más que leer a Ramón Nocedal, del Partido Integrista que escribía artículos en la revista “Siglo Futuro” o Juan Donoso Cortés, que renegó del relativismo liberal en sustitución del absolutismo.

Joseph de Maistre, un absolutista francés, adscrito a la corriente reaccionaria, siempre se manifestó en contra de los “sans culottes”, que dividían al pueblo, era entonces partiendo del remoto pasado, cuando las etiquetas de derechas e izquierdas, cobraban sentido. Hoy son una lacra ya que todo se divide entre soberanía versus globalismo.

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Tanto a “la derecha”, Vox lo lleva implícito desde los Altos del Golán, como “la izquierda” de Podemos que arriba hasta Carabobo.

En 2014, el sistema descolgó el teléfono rojo, pero al contrario que Kubrick, no voló hacia Moscú y en el año 2018. El sistema, así en su contrario, abrió la ventana de Overton hacia el Océano Atlántico, pero prescindiendo de los Chuck Norris de Delta Force.

El equivalente en España al Señor Martín Varsavsky era Don Rafael Bardají, un belcebú liberal, pero con nombre de arcángel, que fichó por Vox en el año 2018. De hecho, tenía en su red social, norteamericana, la imagen de Darth Vader, hasta el Imperio nos quieren arrebatar, cuando son rebeldes controlados por la princesa Leia Organa.

De coronas, tronos, reyes y planetas helados de Hoth, va la película, debido al cambio climático, el “sindicato” Solidaridad, liderado por Don Rodrigo Alonso, está extraído y calcado a la perfección del sindicato polaco, denominado “Solidaridad” de aquel agente de la CIA que fue Lech Walesa, de corte conservador.

La vida sigue, invocando a las masas estúpidamente. La derecha quiere conservar todo lo malo y la izquierda eliminarlo todo aunque por ello, arrastre cuestiones positivas, José Antonio Primo de Rivera dixit. La Señora Doña Macarena Olona Choclán, paisana mía, de seguro no citará esta frase en campaña electoral.

El 19 de junio fueron las elecciones andaluzas, en donde las principales encuestas electorales ya habían empezado a disparar los panfletos periodísticos como “El País”, del grupo Prisa, perteneciente al empresario mexicano Carlos Slim, un amigo del tercer presidente que ha tenido España, Felipe González Márquez, que renegó del marxismo ya en el congreso de Suresnes, para plegarse y nadar por las aguas turbulentas de la democracia, como es el PSOE, el ariete del neoliberalismo pero travestido de socialdemocracia, un buen ejemplo de ello es el socialista Antonio Miguel Carmona, economista socialdemócrata del PSOE que hizo de comparsa con la antigua candidata demócrata Hilary Clinton, el mismo que viste y calza, mandando a un cámara cortar la emisión, cuando no le interesa una opinión ajena a la suya, que además mantiene una estrecha cordialidad con la esposa de Iván Espinosa, la “arquitecto” hispanocubana Rocío Monasterio. Al final, todo queda en el chalé de 5 plantas de la familia Espinosa de los Monteros y Monasterio.

Detesto la globalización, el marketing político norteamericano y sus multinacionales, estilo Burger King y su carne de rata, pero creo que tiene más titularidad la corona del Burger que la corona real.

Por otra parte, no será un humilde servidor, quien entre a dirimir entre las purgas de una “izquierda” envilecida que cuenta ya con más escisiones que Falange, y el marxismo clásico y ortodoxo de los derivados que son Adelante Andalucía y su líder Teresa Rodríguez o un chovinista Aroca que sale a reacción de las entrañas de Blas Infante, un chovinista andalucista.

Siendo justos, Vox es el único proyecto político que se opone al delirio del mito del chovinista andalucista Blas Infante, pero no al origen del mal: la Constitución perniciosa actual, como también hizo la CEDA, de Gil Robles con el pretexto accidental de no desautorizar la perniciosa Constitución de la II República de 1931, que lo único positivo que hizo fue:

La ley de vagos y maleantes, una ley que Franco no derogó cuando culminó la contienda civil. Y es que en palabras de Gilbert Keith Chesterton, “Cuando se deja de creer en Dios, se creé en cualquier otra cosa”.

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Encarcelar a Lluis Companys, que lo llevó a cabo el gobierno de la Segunda República, por lo que es absolutamente irrisorio que los separatistas muestren afecto al régimen que encarceló al gangster y genocida Compayns, pero asi es la izquierda vil, revanchista y rencorosa que perdió la guerra civil, perdió la paz, pero dominó la propaganda cultural ganando esta batalla en las universidades y en la educación.

Macarena Olona Choclán, en una entrevista afirmó lo siguiente, citando en boca de José Antonio Primo de Rivera: “En estas elecciones votad lo que os parezca, lo menos malo”. Macarena Olona lo volvió a hacer, eso sí, no nos ha dejado claro qué es lo menos malo, según su criterio, porque el socialismo fue bueno en su nacimiento, pero malo en su planteamiento, aunque claro, esta frase no la citó. porque reconocer la teoría socialista como aspecto positivo le produce urticaria, como tampoco acuñó la frase de que la derecha es mantener una organización económica, aunque sea injusta.

¿Por qué será? Vox, mantiene una institución borbónica que es injusta como la actual monarquía que, en palabras de José Antonio, es una institución gloriosamente fenecida, que además, para más inri, secunda la Agenda 2030…. dime con quién vas y te diré quién eres…, monarquía que se apropia de los símbolos nacionales, pero que la derecha la tiene que compartir con la socialdemocracia.

Recordemos las palabras de Felipe González Márquez cuando ganó por mayoría absoluta en las elecciones de 1.982, llegando a aseverar que la bandera bicolor y símbolos del Estado, no debían de ser de uso partidista y sectario.

Al fin y al cabo, una República puede ser nacional y unitaria, y una monarquía puede ser fatídica como la actual borbónica en España. El destino de los Borbones deriva en un exilio como el de Alfonso XIII y ahora el Emérito en España. La historia se repite – en palabras de Marx – primero en forma de tragedia y luego en forma de broma. Pues eso mismo ocurre con la monarquía borbónica. Todo Borbón termina en el exilio, y sus súbditos paupérrimos malviviendo, y los que navegan en la opulencia evadiendo capitales. 

A todos los efectos, y volviendo al principio, la inmigración legal o ilegal es un foco de problemas y no cabe el buenismo hipócrita de Occidente ya que lo legal también puede derivar en perjudicial.

El campo español no necesita de inmigración, de hecho, la reacción en cadena puede derivar en explotación al inmigrante, perjudicando consigo también al trabajador español.

Las declaraciones de Vox en torno a la inmigración, vuelven a coincidir con Podemos, ya que ambas formaciones ideológicas son “malthusianas”, siendo a estribor, el caciquismo del señorito, que es la degeneración del Señor, y a babor, de un buenismo, cursi, amorfo, infantil y kafkiano, y la ignorancia es libérrima y contagiosa, mientras que la insolidaridad reaccionaria llega a pudrir el corazón y marchitar el alma.

“Ya hay un español que quiere vivir y a vivir empieza, entre una España que muere y otra España que bosteza”

“Españolito, que vienes al mundo, te guarde Dios. Una de las dos Españas ha de helarte el corazón”

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Antonio Machado.

(Adscrito a la corriente literaria de la Generación del 98)

Nico Muñoz.

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