Valentina Orte
Según la RAE, quisicosa significa “enigma u objeto de pregunta muy dudosa y difícil de averiguar”. Las que exponemos las consideramos como tales por ser un enigma su resolución y, por tanto, una preocupación.
Permítanme que comencemos por repasar, si bien, someramente, los problemas que asfixian a la sociedad española en estos últimos años. Los encontramos de todo tipo: politicos, económicos, aquellos que, provocando un cambio radical en la sociedad, pretenden cumplir con los mandatos del NOM, para llegar al año 2030 en el que como ya anticipan: No tendreis nada y series felices. Sí, seremos felices como los antiguos siervos de la gleba. Sobramos gente, dicen; sobra personal porque el planeta no puede soportar tanta densidad humana, según dicen. De ahí que para hacer un “favor” al planeta –que en su concepción está por encima de la humanidad−, promueven la eutanasia y el aborto. ¡Ah!, pero cuidado! Sobran niños, sí y hay que ampliar el aborto hasta el infanticidio, pero siempre que sean de los demás pobres mortales. Vean si no, la fotografía de Bill Gates que manifiesta orgulloso al saber que va a ser abuelo: me siento más inspirado que nunca para ayudar a que los hijos y nietos de todos tengan la oportunidad de sobrevivir y prosperar”. Muy lógico, pero podría, en homenaje a su futuro nieto, ayudar a los niños, de momento, a nacer y así vivir suprimiendo la Plannet Parenthood, que él sí puede.
Por supuesto, que no menciona suprimir tan lucrativo negocio, por el contrario, afirma estar muy preocupado por el cambio climático, pero al igual que con el aborto, solo lo está en la medida que afecta al pueblo. No podremos viajar ni en coche, pero ellos, vuelan en clase superior o en Falcon. En la empobrecida España, se da además la circunstancia de que muchos de esos vuelos fueron para llevar a nuestro ilustre Presidente a conciertos, obras de teatro, actos de partido y demás actividades particulares, sin tener en cuenta, que su utilización está vedada para uso prívado y solo debe ser usada para actos de representación gubernamental. No es ninguna broma este abuso. Se calcula que en 2022 se realizaron unos 1.231 vuelos, de media 3h de vuelo, a 7.000/9.000€ la hora de vuelo, (30 millones de € sin contar mantenimiento y gastos de personal). Pero para investigación de enfermedades raras dice que no hay dinero.
Para mayor concreción podríamos agrupar los problemas que ahogan a España, en:
*Problemas Políticos: El gobierno pretende desmembrar el país, destruir la Constitución del 78 y terminar de doblegar los tres poderes fundamentales del Estado que funcionando independientemente, se vigilan unos a otros para evitar una tiranía o, cuando menos, un gobierno despótico. Este poder que, sin someterse a control real, ejerce el gobierno, ha empezado ya a reemplazar el poder legislativo y ha comenzado a anular los poderes conferidos al parlamento por los votos de una democracia representativa, anulando, de paso, el Poder Soberano del pueblo. Así, la Carta Fundamental, o Constitución, comienza a verse suplantada por las interpretaciones que se hacen de sus textos, emanadas de una serie de recomendaciones de las Naciones Unidas o de documentos extraídos de ciertas ONG que dominan el “cabildeo” que en esa poderosa organización se hace. El “Poder Soberano” de la nación española está siendo sustituido, en primer lugar por los intereses personales del presidente que trata de obtenerlos aún a costa de infringir las más elementales normas éticas y morales. El Segundo motivo es por acatar las imposiciones de fuerzas internacionales que propugnan una unificación del derecho como expresión de globalidad antes que como expresión cultural nacional. Es necesario, para ello, conseguir la sumisión del pueblo ante secesionistas y asesinos, para con su puñado de votos seguir manteniendo las riendas del poder, en contraposición a las ideas que los partidos ofrecen. Con ello consiguen que los ciudadanos estén cada vez más confundidos y enfrentados.
La última noticia del nombramiento como Presidente del CGPJ al “nominado” por el gobierno, es la última puñalada dada a España. Con este nombramiento se aseguran benevolencia en aquellos casos en que ellos y sus cooperantes al cargo se encuentran inmersos. Con esta última acción, gana Sánchez y el independentismo y pierde España.
En política exterior, el gobierno aparece genuflexo ante el vecino del sur, que, −por si España no tuviera bastante con los secesionistas propios,− quiere arrebatarnos Ceuta, Melilla, los islotes del Estrecho y hasta Canarias. Reivindicaciones que, al parecer, han surgido como consecuencia de problemas personales de altos personajes del gobierno.
*Problemas Económicos: España tiene una deuda brutal, la mayor de Europa, que el FMI, de momento, tolera y en consecuencia, se está convirtiendo en una bola de nieve que arrastrará al país a la hecatombe. ¿Es lo que se pretende?. España fue el primer país que pidió los fondos europeos, pero está dando un mal ejemplo a la hora de gastarlos. El atasco irritante de la ejecución está colmando la paciencia de quienes nos vigilan desde las instituciones europeas. Prueba de ello es el sorprendente ‘zasca’ que asestó en octubre a Pedro Sánchez la presidenta de la Comisión de Control del Parlamento Europeo. «No le puedo decir a nadie en qué se está gastando el dinero en España. Ni idea de cómo lo gasta. Esto no es presentable. Esto no es aceptable», lamentó en Bruselas la alemana Monika Hohlmeier. Los españoles tampoco lo sabemos. No es casualidad que sea ella la eurodiputada que ha planeado ahora la misión para investigar en febrero a España.
Los funcionarios a cargo de Hohlmeier están cuadrando ya los encuentros de alto nivel con Moncloa. En el borrador que se ha redactado en el Parlamento Europeo, al que ha tenido acceso Vozpópuli, figuran cuatro reuniones con los «responsables de la implementación del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia en España». Los citados son: Nadia Calviño, vicepresidenta primera y ministra de Economía; María Jesús Montero, ministra de Hacienda; José Luis Escrivá, titular de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones; y Reyes Maroto, ministra de Industria. Los cuatro constituyen, junto a la excluida Teresa Ribera, el ala económica del Ejecutivo de Sánchez. Y los cuatro tendrán que dar explicaciones sobre las responsabilidades asumidas con los fondos UE. Cada uno carga con las suyas. Si Maroto deberá justificar por qué no acaban de tirar los proyectos estrella del Plan de Recuperación (los PERTE), Escrivá tendrá que dar cuenta del estado de una de las reformas clave para desbloquear los fondos (la de las pensiones). Montero es quien ha cuadrado unos Presupuestos Generales del Estado donde el dinero europeo juega un papel decisivo. Y los fondos serán igualmente determinantes para que Calviño cumpla sus halagüeñas previsiones de crecimiento económico (2,1%, más del doble de lo que augura la Comisión Europea).
El cuarteto de ministros será el plato fuerte de la misión del Europarlamento. Los ‘hombres de negro’ podrán identificar las grandes líneas de actuación. Están citados, entre otros, Mercedes Caballero (secretaria general de Fondos Europeos), Jorge Fabra (director general del Plan de Recuperación) y Jorge Castejón (director de Coordinación de la Oficina Anti-Fraude). También está previsto que participen en los encuentros responsables de la Agencia Tributaria, la Intervención General del Estado o el IDAE. Los eurodiputados se verán también con representantes de la sociedad civil, como las patronales CEOE y ATA, el sindicato UGT, y las consultoras EY y PWC. El objetivo de estos encuentros es idéntico: averiguar por qué Sánchez no está a la altura de lo que prometió, cuando pidió a la UE casi 80.000 millones a fondo perdido. La delegación tratará también de obtener los puntos de vista de quienes están tramitando -o sufriendo- los fondos europeos. Entre ellos están Javier Fernández-Lasquetty, responsable de las finanzas de la exitosa Comunidad de Madrid; o su homóloga en otro Ejecutivo autonómico del PP, Carolina España (consejera de Economía en Andalucía).
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Mientras, a pesar de la exorbitante subida de impuestos, el gobierno no disminuye el monto de la deuda y solo sirve para crear más puestos de asesores. Además, las Secretarías de Estado, en las que bajo su mandato, Pedro Sánchez mantiene una previsión de 31 cargos, mantiene también el mismo rango para los titulares de la presidencia del Consejo Superior de Deportes (CSD), del CNI y el director del Gabinete de la Presidencia, Iván Redondo. Para cumplir con tanto gasto, sube impuestos y empobrece el país cada vez más. La mayoría de países del entorno español han crecido desde el inicio del Covid; solo cuatro países han visto decrecer su producto interior bruto y el que lo hace con mayor con diferencia es España (-2). Lo enmascaran con el covid y la guerra en Ucrania, pero otros países europeos sorteando los mismos problemas han hecho mejor sus deberes; por ejemplo, Irlanda, cuyo PIB es de 28,1.
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El actual Gobierno de España es un mastodonte. Demasiados ministerios, una estructura disparatada allá donde se mire, un gasto injustificable e insoportable. Y el número de asesores del presidente y de cada uno de los ministros parece una broma, es asombroso, no se qué hubiera necesitado de gobernar en aquellos tiempos en los que en España no se ponía el sol. Los asesores del Presidente son 383 y el personal eventual de este Gobierno de coalición supera los 800 individuos. Un disparate. Y mayor todavía cuando vemos que el número de asesores es inversamente proporcional al número de buenas decisiones.
Se añade, además, que la extrema izquierda co-gobernante (por dejación o simple ignorancia), no presta atención a la fragilidad del sistema productivo con una industria insuficiente y unas inversiones i+D inexistentes. Esta situación hará que las nuevas generaciones emigren y aquí quede solo gente de bajo nivel, de mano de obra barata, con lo cual el sistema productivo se encuentra encerrado en un círculo pernicioso. La economía se ralentiza al caer en un círculo vicioso que provoca a las empresas vivir el día a día y por lo tanto no invierten en futuro. Esta es una actitud reflejo de la capacitación general de los dirigentes de la nación, ya que en una economía que no da valor al conocimiento sino solo a la mano de obra barata, las empresas no reciben estímulos para innovar, se duermen en su status, sin un mínimo de ambición por mejorar y nos encontramos con empresas que solo hacen las cuentas pensando en recortar en puestos de trabajo o en salarios para seguir subsistiendo.
Es de esperar que la sociedad conozca el problema de la corrupción que corroe a España, sin embargo, la gente, de una manera algo enfermiza, continúa votando por los mismos partidos políticos que aparecen todos los días en los periódicos con diferentes escándalos. Esta situación causa desesperanza en los jóvenes, que encuentran otro motivo más para emigrar, desperdiciar su conocimiento o rendirse a no estudiar y desarrollarse. Total ¿para qué? Si el pueblo español sigue dispuesto a pagar sueldos, prebendas y gabelas a políticos sin más curriculum que agradar al jefe de turno.
*Problemas Sociales: La proliferación de leyes destructoras de la sociedad, aceptadas vivamente por un gobierno supeditado a las leyes impuestas por el NOM: aborto, eutanasia, ley trans, ley de familias, pederastia, el embarazo adolescente, el machismo, el abuso de sustancias, el aislamiento social, la sexualización de los niños, el bullying, el mobbing laboral, la trata de personas, el clientelismo politico, la matrix de las redes sociales… Sin embargo, el mayor problema de España es el bajo nivel de educación, cultura, formación y competencias laborales.
Estos aspectos inducen a muchos a desánimo, a una situación de abandono y depresión que les lleva a considerar el suicidio como la solución para dejar de sufrir. De modo que se ha convertido en la principal causa de muerte no natural en España, con el triple de muertes que los accidentes de tráfico: 13,6 veces más que los homicidios y 85 veces más que la violencia de género. A finales de los 90 y principios de los 2000 se vio cierto aumento en la población más joven entre los 20 y los 39 años. Factores como el desempleo y el poco movimiento laboral a esta edad, la soledad y, por supuesto, los problemas económicos hacen que se incremente en esta franja. Es un problema especialmente grave en los jóvenes. A 1 noviembre de 2021, de acuerdo con cifras oficiales, los 3.941 suicidios del año anterior suponen una media de casi 11 diarios. El año 2020 fue el año con más suicidios registrado en la historia de España desde que se tienen datos (año 1906).
Entre los factores que influyen en el suicidio de menores según la fundación de ayuda ANAR está el acoso escolar, la violencia y los problemas de salud mental. Ser migrante, tener discapacidad, pertenecer al colectivo LGTBIQ o tener menos de diez años aumenta el riesgo de suicidio. Para entender esta afloración e incremento de los casos de suicidios en menores es importante ir a buscar las causas. Según el informe, la violencia contra el/la menor de edad está presente en el 60,9% de los casos. Dentro de las violencias que el menor sufre está el acoso, el ciberbullying y otras problemáticas en el entorno escolar (el 21,4% de los casos), el maltrato físico (14,7%), el maltrato psicológico (10,4%), agresiones sexuales (7,2%) o la violencia de género (3%). En segundo lugar, estarían los problemas de salud mental (27,4%) como causa de los intentos de suicidio, una situación que se ha agravado estos últimos tres años de pandemia: han pasado de ser el 17.9% antes de la pandemia (2019) al 34,5% en 2022. Autolesiones, problemas psicológicos y de conducta son las tres situaciones más habituales en esta causa, a pesar de lo cual sólo el 44% de los niños/as o adolescentes con conducta suicida ha recibido tratamiento psicológico. Una falta de presupuesto y de estructura dentro del sistema de salud que hace inabarcable la demanda lo que empeora gravemente la situación general de los jóvenes. Según la confederación Salud Mental España, apenas se destina el 5,16% de todo el gasto sanitario público a los servicios de salud mental. Una cifra muy por debajo de países como Reino Unido, Alemania o Suecia.
Otro problema que se está agravando en España es la cuestión del laicismo. En la historia reciente de Occidente encontramos claramente manifiesta una tendencia laicista que amenaza gravemente valores fundamentales, inherentes y propios de la persona humana. Minimizándolos o no reconociéndolos quien sale perdiendo es el hombre. Son valores no negociables. El relativismo siempre es, por definición, anticatólico, afirma el filósofo Robert Spaeman. Hay un desarrollo de la filosofía durante años que acaba por negar al hombre la capacidad de acceder a la verdad. El debate sobre la laicidad o no del Estado español, ofrece en pleno siglo XXI contenidos y situaciones enormemente similares al debate de 100 años antes. La Constitución de 1978, como sus predecesoras de 1876 y 1931, en términos generales, parten de la aconfesionalidad declarada del Estado, pero compatible con una posición preeminente de la religión católica. Así lo señala el actual artículo 16 de la Constitución, al garantizar la libertad ideológica, religiosa y de culto de los individuos y las comunidades, sin más limitación en sus manifestaciones que la necesaria para el mantenimiento del orden público protegido por la ley y señalar que ninguna confesión tendrá carácter estatal. Una regulación que muchas veces se ve superada por la realidad diaria, por la fuerza de los hechos y por una evidencia que es la movilización permanente de los sectores laicistas en contra de cualquier símbolo que represente la doctrina de la Iglesia Católica. Por el contrario símbolos y creencias chinos, judíos y, por supuesto, musulmanes, son absolutamente reconocidos y felicitados en sus celebraciones. En realidad sólo se apoya y protege a los laicistas, los católicos nos vemos cada vez más postergados en nuestras manifestaciones que reivindicamos, naturalmente no por nosotros, sino por el Señor.
Se dicen progresistas, pero en realidad, son los iconoclastas de siempre, que se encuentran con libertad para atacar a lo más sagrado: Iglesias,la Eucaristía, cruces…El último caso el de la Cruz de Ribalta en Castellón. Después de cinco años de lucha por evitarlo, la alcaldesa de la ciudad la socialista Amparo Marco, ha conseguido quitar la Cruz de Ribalta. Se basaban en la malhadada ley de Memoria Histórica porque aseguran que la cruz es un símbolo franquista. Considerar que la Cruz, símbolo de Cristo crucificado,(despojada de cartelas con nombres de los asesinados en el 36 por otras turbas), es un símbolo franquista, es reconocer la idiocia supina que les embarga. Su actitud recuerda las obras – libros y películas− sobre exorcismos. Ven una cruz y se erizan como gatos dispuestos a atacar. Nada de simbología franquista. Se destruye sin más, aun cuando fuera una bonita réplica de un cruceiro gallego realizado por canteros de Pontevedra y donado a Madrid como muestra de hermanamiento por el Centro Gallego que lo situó próximo a la sede más antigua de los gallegos en la Comunidad de Madrid. Y destruyen la cruz que es lo que les molesta, la prueba es que no estropearon el pedestal cuyos escalones sirven de banco. Ni lo puso ni lo mandó poner Franco pero lo destrozaron. El destrozo ocurrió en 2020, a primeros de noviembre, mes recordado en Madrid por las sacas y asesinatos que llenaron de cadáveres en 1936 la Dehesa de la Villa, y los cementerios de Aravaca, Vicálvaro y Paracuellos. Quizá aunque el cruceiro nunca tuvo relación alguna con aquellos hechos, su subconsciente les recordó las erigidas en honor de los masacrados por sus afines.
El Centro Gallego y el entonces presidente de Galicia, Feijóo, se comprometieron a poner otro; esperemos que puedan cumplirlo en 2023 aunque las perspectivas no son halagüeñas. Al menos, así parece si prestamos atención a Héctor de Miguel Martín, al que llaman Quequé, en el programa “Hora Veintipico” de la Cadena Ser, quien el 22 de junio de 2022, después de muchos exabruptos verbales, autoaplausos y abrazos entre ellos, se jacta de la retirada de la cruz de Ribalta con frases de «comenzamos bien el año» y remacha: «el Valle de los Caídos es una puta mierda» y añadió: «¿Por qué no entramos ahí con dinamita y lo volamos todo? Si puede ser un domingo, mejor». Eso, sabiendo que en domingo asiste allí mucha gente a misa, conseguiría así una mayor masacre. Ese es su objetivo.
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Tuvo mucha resonancia, aunque quizá no ante estos descreidos progresistas, una expresión del Cardenal Ratzinger en su discurso antes de iniciar el Cónclave, donde saldría elegido Papa. Hablaba nada menos que de una dictadura del relativismo. Parecía una expresión demasiado fuerte. Muchos no habían tomado en cuenta la afirmación de Juan Pablo II: “El sistema democrático que pierde de vista la referencia a los valores se transforma en una dictadura”. Lo tenemos ante nuestros ojos.
Pura barbarie de los que se dicen progresistas y civilizados acostumbrados a imponer sus criterios por la fuerza. Claro que en esta actuación siempre hay dos actores: las izquierdas por imposición y las derechas por omisión, ambas han conseguido dar una vuelta de 360º a España. Avanzan, en principio poco a poco quitando el nombre a plazas, calles, etc. dedicadas a prohombres de acreditada valía para concederlas a homosexuales, cuyo mérito es serlo, o a autoras cuyas obras derrochan falta de respeto y moral.
O la satisfacción que les produce el haber impuesto la no utilización del Himno nacional que creó Pemán a instancias de Miguel Primo de Rivera, es decir, antes de Franco. Los tímidos intentos de normalizar su uso en España han sido rechazados por imposición política entre otras la de los separatistas catalanes que, evidentemente, no comulgan con semejantes muestras patrióticas, pero ellos han adoptado, como himno propio de Cataluña, Els Segadors, basado en un Romance popular del Siglo XVII, que hace alusión al Corpus de Sangre, el motín ocurrido en Barcelona el 7 de junio de 1640 y que dio lugar a la guerra de los Segadores, la contienda que enfrentó a los catalanes y las tropas de Felipe IV. En el texto destacan las alusiones a los campesinos, la tierra y las libertades utilizando para defenderlas el famoso “golpe de hoz” con el que cortan cabezas de españoles, al menos de los de los de aquella época. Comparen con la letra de Pemán, por favor, he aquí la de Los segadores:
¡Buen golpe de hoz!
¡Buen golpe de hoz,
Defensores de la tierra!
¡Buen golpe de hoz!
Que tiemble el enemigo
viendo nuestra enseña.
Como hacemos caer espigas de oro,
Cuando conviene segamos cadenas. (en alguna versión, cabezas)
Y en ello siguen, empleando métodos menos cruentos, si bien igual de expeditivos. Últimamente imponen el catalán con desprecio absoluto al idioma de la nación con la pretensión de que actúe como ariete en el anschluss que pretenden conseguir sobre las comunidades de Baleares y Valencia. ¿Y la sociedad española? Bien, gracias, pendiente del fútbol.
Todas estas cuestiones y bastantes más, que por no ser exhaustivos no se detallan, están dejando a la sociedad agotada y sin esperanzas. Sin embargo, no hay que dejarse arrastrar por las dificultades, sino, por el contrario, estamos obligados a luchar por nosotros mismos, por nuestros hijos y por el futuro de nuestra patria. ¿Y de donde sacar fuerzas para ello? Cuando nos llegan las pruebas y las dificultades, Satanás trata de poner malos pensamientos en nuestras mentes. Él nos sugiere cosas como ésta: “Dios no te ama en realidad. ¿Cómo podría un Dios bueno permitir que ésto te suceda?” Hay que volver al buen papa que se nos ha ido recientemente a la Casa del Padre. Nos reconfortó y nos persuadió sobre la importancia del mensaje salvífico de la esperanza. Hoy ha surgido un rayito de esperanza con la sentencia del juez Llarena.
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Recordemos. En La Moncloa saben que los socialistas necesitan mantener el granero catalán para seguir en el Gobierno y con la llamada ‘Agenda para el Reencuentro’ no sólo refuerzan al PSC, sino que debilitan al independentismo y ayudan a pasar la página del procés. Su máxima: devolver a la política la judicializada carpeta catalana. Es en este contexto en el que se explica no solo la polémica concesión de los indultos a los condenados por el 1-O, sino también la reforma del Código Penal para revisar los delitos de sedición y malversación por los que los líderes del procés están unos condenados y otros pendientes de juicio.
El escrito del juez Llarena repasa, en medio centenar de páginas, el desarrollo de la causa que arrancó en 2017 tras una querella de la Fiscalía, y dedica la parte final del auto a criticar con dureza la reforma legal que elimina la sedición del Código Penal. Los primeros dardos van dirigidos a la exposición de motivos de la norma, alertando de “imprecisiones” que son “incompatibles con el principio de legalidad penal”. Defiende también el instructor que la sedición y las condenas por intentar romper la unidad territorial del país no son muy habituales pero no son una “extravagancia” en el ecosistema judicial de la Unión Europea. Los hechos por los que fueron condenados los líderes catalanes, y por los que Puigdemont es reclamado, tenían un “carácter delictivo incuestionable” y encuadrable, como dijo la sala de lo penal, en un delito de rebelión “perfectamente homologable” en leyes de otros países de nuestro entorno. Pablo Llarena impulsó la investigación del procés por un delito de rebelión con el apoyo de la Fiscalía. Un delito que, tras el procesamiento firme confirmado por el Supremo, sirvió para retirar de sus escaños en el Parlament a varios de los acusados.
Finalmente, el mismo Supremo optó por condenarles por un delito de sedición tal y como defendía la Abogacía del Estado, que más parecía que actuaba de abogado particular de los acusados y no defendió al Estado, tal como era su cometido. Eso obligó entonces a Llarena a cambiar las órdenes internacionales de detención que, hasta la fecha, no han tenido éxito en algunos de los países donde afirma que el delito de sedición es “homologable”. Explica el magistrado que los acusados buscaban “desbordar el orden constitucional” con el impulso del procés independentista desde el Govern, el Parlament y en la calle, y que eso no es un delito de desórdenes públicos. La reforma, entiende el juez, lleva a un “contexto cercano a la despenalización” de los hechos aunque mantiene la intención de que sean juzgados por malversación y desobediencia. Ambos delitos fueron apreciados por la sentencia del Tribunal Supremo.
Nos queda la duda y el temor, de si poniéndose “estupendos” como siempre, no exigirán que les indemnicemos por el tiempo pasado en prisión, porque alegarán injusticia en el encierro. Prepárense, porque no lo va a pagar ni Sánchez ni sus magníficos, lo pagaremos como siempre los pobres españolitos, de los cuales todavía quedan muchos dispuestos a votarle.
¡Dios nos ayude!. Hay que volver al Papa Benedicto que escribió sobre la esperanza cristiana en su encíclica Spe salvi. En ella puso de relieve que la oración y el sufrimiento, juntamente con el obrar y el juicio, son «lugares de aprendizaje y de ejercicio de la esperanza». Por tanto, este preocupante periodo de la historia de España lo podríamos considerar como un tiempo cuaresmal que al invitar a la oración, a la penitencia y al ayuno, constituye una ocasión providencial para hacer más viva y firme nuestra esperanza. La esperanza se relaciona prácticamente con la virtud de la paciencia, que no desfallece y nos ayuda a dirigirnos hacia un objetivo: abrirnos los ojos y el corazón a la «gran esperanza», la Verdad, la que surge del encuentro con Cristo.
Por otra parte, la vida humana es un camino. ¿Hacia qué meta? hacia la esperanza de que esta vida humana en nuestra patria vuelva a senderos luminosos alejados de tanta podredumbre y tanto mal. Los misterios de la fe iluminan la vida de los hombres porque desvelan su significado e indican un camino posible para la libertad del hombre. Esto es particularmente verdadero por cuanto respecta la esperanza cristiana. En virtud de la esperanza digna de crédito que nos ha sido donada «podemos afrontar nuestro presente: el presente, aunque sea un presente fatigoso, se puede vivir y aceptar si lleva hacia una meta, si podemos estar seguros de esta meta y si esta meta es tan grande que justifique el esfuerzo del camino». Porque «solo cuando el futuro es cierto como realidad positiva, se hace llevadero también el presente».
De este modo, la enseñanza de Benedicto XVI sale al encuentro de la pregunta que, más o menos conscientemente, pone en movimiento la libertad de todos nosotros cada mañana: ¿vale la pena levantarse y trabajar, amar y sufrir? ¿Existe una meta para mi camino como hombre? Sí, naturalmente en lo espiritual, pero por supuesto, también en lo terrenal para cambiar esta situación. Es necesario recordar las palabras del pontífice sabio y humilde para que los españoles mantengan la esperanza y no caigan en las asechanzas con que les abruman los políticos: asechanzas políticas, económicas, morales, sociales….Evocaba cuando Jesús en el Calvario era brutalmente crucificado y añadía: “cuanto más acabado y sin futuro aparece, más victorioso se levanta por toda la eternidad”. Confiar en la gracia es, además, como dijo Benedicto XVI garantía de éxito, de modo que no podemos desfallecer, porque tenemos la certeza de que
¡Dios no fracasa!
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