Por Sheryl Collmer

La marea alta en la isla de Galveston ocurrió hoy a las 12:16 am . Aparte de consultar una tabla de mareas, solo lo sabrías si estuvieras caminando por la playa y vieras las olas retroceder más hacia la orilla. El cambio de marea es algo que solo se observa en retrospectiva, del mismo modo que solo se puede saber que la luna ha alcanzado su plenitud una vez que comienza a menguar. 

¿Estamos viendo el cambio de rumbo en nuestro país fallido? 

Los estudios médicos que cuestionan la narrativa de Covid están pasando por los censores. Twitter ha abierto el grifo de la evidencia de colusión entre el gobierno y los medios para engañar al público sobre Covid. Cada vez más personas conocen a alguien que ha quedado discapacitado o muerto por la llamada “vacuna”. ¿Comenzamos a acercarnos a una masa crítica de personas que entienden que nos han jugado a una escala gigantesca? 

Solíamos llamar a eso «teoría de la conspiración». Ahora se llama “discernimiento”.

Poco cambiará hasta que alcancemos una masa crítica de conciencia. El Congreso, en ambos lados del pasillo, continuará actuando en contra de la voluntad de la mayoría (ver: Proyecto de Ley de Gastos Ómnibus). Los líderes corruptos seguirán siendo tratados como héroes (ver: Zelensky). Los niños seguirán siendo victimizados en el altar de la perturbación de los adultos (ver: Ideología de género). El mundo seguirá girando como de costumbre hasta que haya una armada de personas que se preocupen lo suficiente por la verdad, los niños y el Reino de Dios para ponerse de pie, hablar y contraatacar. 

Solía ​​haber una atracción en Six Flags Over Texas llamada Casa Magnetica. La casa fue construida en ángulos extraños para que las señales visuales le dijeran a tu cerebro que estabas caminando oblicuamente. Fue positivamente inductor de vértigo. Cuando emergiste, el mundo se enderezó y el cerebro se calmó de su estado de crisis. 

A medida que se publican más archivos de Twitter , a medida que vuelven a estar en línea más voces que difieren de la narrativa «oficial», aquellos de nosotros que hemos sido enviados a la papelera de la teoría de la conspiración durante los últimos años estamos saliendo de Casa Magnetica y enderezando nuestra Sentidos. El goteo de pensadores críticos de pie pronto se convertirá en una inundación, ya que los malos actores impulsan una narrativa que tiene cada vez menos sentido para las personas que ya no viven con miedo. Las personas no pueden mantener el miedo para siempre, y la mayoría ha superado con creces su límite.

En la misa de medianoche del mes pasado, solo vi a dos personas con máscaras, una de ellas era un monaguillo. Era uno de esos trabajos azules y blancos, de esos que parecen compresas para la incontinencia. Me llamó la atención lo indecoroso que era para la Santa Misa. Lo que era un protocolo estándar hace dos años ahora parece extraño.

Eso es un cambio de rumbo. 

Una vez que la marea ha cambiado, progresará hasta que alcance un nuevo mínimo antes de volver a cambiar. Y ahí es donde nos dirigimos. A medida que más y más personas pierdan familiares y amigos por discapacidad o muerte súbita por “causas desconocidas”, el desconcierto y la ira comenzarán a absorber la energía de nuestra nación, de hecho, de nuestro mundo, ya que este ha sido un fenómeno global. 

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Según Our World In Data , el 70% del mundo ha recibido al menos una dosis de la engañosamente llamada “vacuna”. Eso es más de 5.500 millones de personas, adultos y niños. La esperanza del mundo puede estar en las naciones en desarrollo, donde sólo el 26% ha mordido el anzuelo envenenado. 

Según los últimos datos de EE. UU. de OpenVAERS.com , se han informado 34,000 muertes de 219 millones inyectados con el pinchazo de Covid. Se dice que el subregistro de eventos adversos llega al 99% debido a la dificultad de informar, informes perdidos o borrados, conmoción después de la muerte de un ser querido y la renuencia de los médicos a cuestionar la seguridad de los jabs. 

Horriblemente, hubo más de 1200 muertes en los primeros tres meses del lanzamiento de Pfizer, pero eso no se informó hasta que una orden judicial obligó a revelarlo, mucho después de que millones de personas ya se habían inyectado.

Siempre estuvo claro que el pinchazo de Covid se construyó sobre arena , desde el momento en que el primer científico anunció a bombo y platillo que era «seguro», basándose en absolutamente ningún dato de seguridad a largo o mediano plazo. Si un contador diera una opinión profesional de que una empresa es financieramente sólida sin ni siquiera mirar sus libros, sabría que había un vendedor de aceite de serpiente en la sala.

La reorganización del vocabulario médico fue otra señal de malversación. La FDA redefinió “vacuna” en medio de la campaña de marketing para cubrir una intervención que en realidad era una terapia génica, según su propia documentación. Otra pieza de marketing hábil convenció a la gente de que las inyecciones fueron «aprobadas» por la FDA; nunca lo fueron . Solo autorización de uso de emergencia. 

En la teología católica , una persona con la responsabilidad de enseñar la verdad que en cambio enseña la falsedad es culpable de pecado grave. Un médico que tiene la responsabilidad, por su formación y licenciatura, de tratar veraz y benéficamente a sus pacientes, pero recomienda, e incluso insiste en, una intervención peligrosa sin revelar los riesgos, es culpable de un delito similar. 

¿Podemos decir que el médico no es moralmente culpable debido a un conocimiento incompleto de los peligros del disparo? Tenemos que preguntarnos: ¿cómo es que él o ella no lo sabía? Incluso los laicos no capacitados vieron el problema. 

¿Cuestionó el médico la falta total de datos de seguridad? ¿Reveló ella esa carencia a sus pacientes antes de inyectarles una sustancia desconocida? ¿Recomendó que sus pacientes esperaran esos datos antes de arriesgarse? Lo más conmovedor, ¿señaló que el riesgo de muerte por covid estaba tan por debajo del 1% que era insignificante, casi cero para los niños? (Dicho sea de paso, todas estas preguntas demuestran el simple cumplimiento del Código de Nuremberg ). 

Del millón de médicos en los EE . UU ., el Dr. Peter McCullough estima que solo unos 500 cuestionaron la narrativa que, a primera vista, era falsa. 

La proclamación de la seguridad cuando no había datos de seguridad, es una deshonestidad absoluta. El establecimiento médico perderá credibilidad cuando se conozca la totalidad de sus crímenes. Su propia culpa hará que muchos en el cuidado de la salud abandonen la profesión; el miedo a las demandas despejará aún más el mazo. Será difícil confiar en los que quedan, y entonces, ¿dónde estaremos? 

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Hemos perdido más de lo que hemos comenzado a comprender. Los avances médicos en los que hemos confiado toda nuestra vida son inútiles si no podemos confiar en que los médicos los emplearán éticamente. Personalmente, tengo una tarjeta pegada a mi refrigerador con instrucciones de no llevarme al hospital en caso de enfermedad. Cuando esté seguro de que los médicos y las enfermeras ya no son esclavos de los especuladores farmacéuticos, lo eliminaré. 

Está claro que la mayoría de la gente ahora se da cuenta del proyecto maligno que fue la campaña de vacunas: la demanda del refuerzo más nuevo es mínima. Un mes después de su lanzamiento el otoño pasado, solo el 3% de los elegibles lo habían tomado. 

Cuando los amigos y familiares de los fallecidos y discapacitados comprendan qué ha lastimado a sus seres queridos, que fue una negligencia temeraria, que los perpetradores están protegidos por la ley y simplemente no se preocupan por los restos humanos, habrá un precio que pagar. . Como dicen muchos en las redes sociales, “no podrán caminar por la calle”. Esta semana apareció un video en Telegram, de un pariente en duelo en Australia atacando el automóvil del médico que le dio el tiro fatal. 

Incluso se ha sugerido que el estado de ira y venganza que se desarrollará ha sido planeado para que razonablemente se pueda imponer la ley marcial.

Vivimos en la época del mal verdadero y desatado . No queda ninguna institución importante en la tierra en la que confiemos, pero ¿cómo nos las arreglaremos sin ellas? Somos la generación que tendrá que encontrar soluciones cuando el gobierno, la banca, los medios de comunicación, la medicina o los seguros quiebren. Sugiero construir una biblioteca en casa, con libros impresos sobre jardinería, medicina y saneamiento. Podemos estar solos por un tiempo. 

No permanentemente, porque este país todavía está lleno de gente innovadora y generosa. Somos la mayoría y volveremos, pero es mejor que estemos listos para tirar del carro nosotros mismos hasta que se puedan establecer nuevos sistemas.

Nuestra fuerza espiritual y mental se pondrá a prueba en el próximo año, más que nunca. Si las instituciones en las que confiamos se desmoronan, puede ser fácil darse por vencido, y no podemos. Debemos adherirnos a Cristo en la Eucaristía, ya la Confesión ya la Madre Iglesia. 

Debemos soportar los errores con paciencia para preservar y construir nuestras comunidades. Debemos alimentar al hambriento, dar cobijo al viajero y enterrar a los muertos. Cuando el mundo se ve más sombrío, debemos resolver seguir poniendo ladrillo tras ladrillo en la civilización del amor. 

Debemos saber profundamente que la marea baja finalmente cambia y comienza a subir nuevamente. 

Este artículo se publicó originalmente en inglés en https://www.crisismagazine.com/

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