Irene Montero ya es un cadáver político, y todos lo sabemos, hasta ella misma.
Y Pedro Sánchez va camino de serlo, si Dios lo quiere, y los españoles “normales” anteponen cumplir con su deber cívico de votar a irse a la playa o a la montaña. (De la “derecha” cobarde me espero cualquier cosa, y ninguna buena).
Ambos personajes, más bien personajillos, tienen rasgos psicopatológicos comunes: un gran odio a sus adversarios políticos, que para ellos son “enemigos”, y una gran ignorancia jurídica, en ambos casos, aunque Sánchez pienso que tampoco sabe gran cosa de economía, pese a su falsario doctorado en economía, y la psicóloga cajera tiene no lagunas, sino un océano de ignorancia.
No me gusta hacer leña del árbol caído, pero en este caso, voy a hacer una excepción, pues creo que Irene Montero ha sido una ministra odiosa para la sociedad española, y ha pretendido, y conseguido, imponer unas leyes absolutamente inhumanas, y atentatorias contra los derechos de los niños, y hasta de los adultos:
- La ley del “sólo sí, es sí”, que supone un atentado contra la Constitución, el Estado de Derecho y el Código Penal, tan trabajosamente elaborado por cientos de juristas, de gran categoría, y mejorado por la constante jurisprudencia de nuestro Tribunal Supremo.
- La “ley trans”, que es un ataque a la seguridad jurídica y física de los niños, y que permite su amputación, incluso siendo menores de edad, por mor de un desconocimiento de la biología, y lo que es peor, de pretender ignorarla.
Los efectos de la primera ley ya los estamos viendo: más de mil doscientos delincuentes sexuales sueltos antes de tiempo, y más de ciento cincuenta agresores sexuales, violadores de niños y niñas, etc., pululando por nuestras calles…
(Estoy seguro de que algunos de ellos ya habrán reincidido, y también tengo la certeza de que el pequeño Marlasca habrá dado órdenes verbales de no informar de esos casos, para que la sociedad “no se alarme”, cuando lo que realmente es alarmante es que ese tipo siga en el cargo).
Pero, siendo perniciosa esa ley, todavía es peor la segunda, la “ley trans”, y supongo ya se estarán produciendo las primeras mutilaciones de menores, aunque sus efectos están siendo acallados hábilmente, y las personas afectadas, tardarán algún tiempo en darse cuenta de que han sido víctimas de un burdo experimento genético y social, que es irreversible, y que les destrozará la vida.
Y, por encima de la ignorante Irene Montero, emerge la figura del Presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que la nombró, a propuesta de Podemos, y la ha mantenido en el cargo, contra viento y marea, por lo que tan culpable es él como ella, y me atrevería a decir que incluso más, pues el presidente es un “primus inter pares”, y debería haber puesto coto a estas ocurrencias y excentricidades, más propias de un frenopático, que otra cosa.
En realidad, los dos son comunistas, y actúan como tales, pretendiendo adaptar la sociedad a sus querencias y ocurrencias.
Que Dios y la sociedad española se lo demanden el próximo día 23 de julio, y les coloquen ante el espejo de sus propias contradicciones.
Ramiro Grau Morancho, Académico, jurista y escritor. https://www.graueditores.com
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Antonio
25/06/2023 at 19:03
Rezo para perder de vista, y para siempre, a esta desgraciada cajera de supermercado, que tanto mal ha hecho a todo el mundo.